CRÓNICA | ✍️ REMONTADA ÉPICA Y POLÉMICA: REAL MADRID 3 – 2 ALMERÍA

Una crónica de: @luismanper

Volvía la Liga hoy al Santiago Bernabéu tras casi 20 días sin jugar en la competición doméstica, pues los fines de semana han sido ocupados por la Copa y Supercopa de España, con 2 prórrogas incluidas por el camino y la eliminación copera del otro día ante el Atlético de Madrid todavía muy presente, por lo que la carga de minutos de muchos jugadores se presumía bastante extenuante, por lo que todos imaginábamos rotaciones… todos menos un tal Carlo Ancelotti.

Carletto sacó el once titularísimo con la única variación de Kepa en la portería, en una rotación eterna que hace imposible saber quien es el portero titular, la defensa la formaron Carvajal y Mendy en los laterales con Nacho y Rudiger como centrales, Tchoaumeni en el eje del equipo flanqueado por Kroos y Valverde, con Bellingham en la otra punta del rombo y Vinicius y Rodrygo en la delantera.

Pronto nos íbamos a dar cuenta del error que había cometido Ancelotti apostando por jugadores cargadísimos de minutos y agotados de tanta prórrogas, viajes larguísimos y demás exigencias del “Football is the fans”, cuando un pase perpendicular de Nacho a Mendy como nunca se debe hacer ya que el francés recibió de espaldas, fue interceptado por un jugador almeriense y en una rapidísima combinación acabó Ramazzani completamente solo dentro del área para batir por el palo corto a un Kepa que se venció demasiado pronto y que solo pudo rozar el balón.

Imagen: realmadrid.com 

Tras el shock inicial cuando apenas nos habíamos sentado a ver el partido, el Real Madrid acusó el golpe y tardó en hacerse con el control del partido, ya que el Almería se pertrechó atrás con 2 líneas muy pobladas, que llevaron al Real Madrid a no chutar a puerta en toda la primera mitad más allá de disparos lejanos que se iban todos fuera, y cuando parecía que la primera parte había sido tan espantosa que no podía ir a peor, un mal despeje que Nacho no supo alejar del área de manera contundente, acabó dejando la pelota muerta en una esquina de la frontal del área, que enganchó Edgar para marcar el gol de su vida, empalmando un trallazo impresionante que se coló por toda la escuadra para culminar la peor primera parte del Real Madrid en muchos años.

Pero Ancelotti se aplicó lo de rectificar es de sabios, y revolucionó el equipo en el descanso cambiando a Mendy por Fran García, buscando mucha más mordiente ofensiva, a Brahim por Nacho lo que retrasó a Valverde al doble pivote junto a Kroos y a Tchoaumeni como central junto a Rudiger, y finalmente sacó a Joselu para tener un nueve puro que fijara a los centrales en lugar de un Rodrygo, cuyo estado de forma deja también bastante que desear, y esta vez los cambios sí le salieron bien porque el Real Madrid salió lanzado al ataque con la afición volcada, pues ya sabemos que no hay nada que ponga más cachondo al Bernabéu que una remontada épica.

Tras los primeros avisos en forma de centros laterales de Carvajal repelidos por la defensa andaluza, llegó la polémica que va a llenar páginas de periódicos y horas de radio y televisión hasta el fin de los tiempos, primero en un centro lateral en el que Joselu y Rudiger saltaron más que los defensas y acabó con el gallego cabeceando un balón que rebotó en el brazo de Kaiki, si bien el árbitro no pitó penalti en primera instancia porque no vio la mano en mitad de la melé, el VAR lo llamó a capítulo para que comprobara que esa mano visitante estaba donde no debía, y el debutante Hernández Maeso acabó decretando la pena máxima, que transformó Bellingham para acortar distancias… y esa revisión solo era el principio.

Imagen: realmadrid.com 

Minutos después, el mediocentro almeriense Lopy que hoy ha estado imperial, se deshizo de Bellingham con un manotazo, abrió a la banda para que Ramazzani saliera a la contra y éste puso a Arribas un pase de la muerte, que el excanterano empujó a gol para a continuación pedir perdón a la grada del Bernabéu por su pasado, pero no hizo falta perdonar a Arribas porque el VAR volvió a llamar a capítulo al árbitro para que mirase esa falta a Bellingham en el inicio de la jugada, que acabó con el 1-3 anulado…

Pero lo que pocos imaginábamos después de esas dos revisiones, es que la mayor polémica aún estaba por llegar cuando un centro lateral medido de Tchoaumeni acabó en las mallas del Almería, tras un remate de Vinicius con esa superficie fronteriza entre el hombro y el antebrazo tan difícil de determinar, el árbitro volvió a anular el gol en primera instancia, pero por tercera vez en apenas 10 minutos, el VAR le pidió que reconsiderara su decisión, y en mi opinión esta vez fue la más discutible pues si algo quedó claro en ese remate de Vinicius, es que error flagrante no era, otra cosa es que el VAR le hubiera incitado a pitar un claro penalti al brasileño que estaba siendo agarrado por dos defensores, pero lo único que quedó claro es que el error flagrante que, en teoría es necesario para que el VAR intervenga, no era ni anular el gol de Vinicius ni concederlo.

El caso es que el 2-2 subió al marcador, y un Gaizka Garitano que ya había entrado en autocombustión, intentó refrescar a su equipo renovando el mediocampo con jugadores como Gonzalo Melero, que a pesar de ser canterano después del partido se despachó a gusto contra el árbitro y contra el Real Madrid, pero de poco le sirvió pues a esas alturas de partido Bellingham ya se había echado el equipo a la espalda hasta el punto que estuvo a punto de marcar un gol de chilena que le habría valido para salir del Bernabéu en hombros como si fuera un torero, después una internada de Fran García acabó con el pase atrás al propio Bellingham que fusiló a Maximiano, pero que fue anulado por fuera de juego claro de Fran García, y es que Kroos dio el pase demasiado tarde. Además, el inglés vio una tarjeta amarilla que le hace completar ciclo y perderse el partido del sábado en Gran Canaria y no fue el único sancionado porque las protestas constantes de Garitano, desembocaron en la expulsión del entrenador visitante por doble amarilla.

Imagen: realmadrid.com 

Debido a la lentitud de Kroos y Valverde, consecuencia de la sobrecarga de minutos que llevan ambos en las piernas, Ancelotti los sustituyó para meter a Ceballos y Camavinga, y sobre todo el francés le dio al equipo nuevos bríos, a pesar de que el Almería perdía todo el tiempo que podía, lo que unido al tiempo perdido en la triple revisión de VAR, más los cambios realizados por ambos equipos llevó al árbitro a descontar 11 minutos, y en el minuto 9 un centro a la olla fue cabeceado por Bellingham a la esquina del área pequeña donde apareció  Carvajal para rematar con el alma y convertir el 3-2 y celebrarlo a pecho descubierto con una afición que estaba en su salsa como demostró cuando celebró el largo descuento como un gol.

Aún pudo haber un susto en los minutos que quedaban de prolongación cuando una pérdida de Ceballos acabó en córner visitante, al que subió hasta el portero, pero que afortunadamente se quedó corto para que el Real Madrid se pudiera llevar los 3 puntos en un partido muy polémico, en el que el antimadridismo patrio ha provisionado argumentos para la próxima década, tipo el penalti de Pepe en Elche o el penalti de Marchena a Raúl, pero ya saben lo que decía Maradona, y mientras tanto el Real Madrid ha recuperado el liderato, ya que el propio Almería arrancó al Girona un empate la semana pasada, que nos mantiene 1 punto por debajo con un partido menos que jugaremos en Getafe el 1 de febrero. Solo queda desear y exigir que no se repita una primera parte tan lamentable como la que el Real Madrid ha ofrecido esta tarde, porque en todos los partidos no van a sonar todas las flautas que han sonado hoy.