CRÓNICA | ✍️ REMONTADA ÉPICA EN UN DERBI INOLVIDABLE: REAL MADRID 5 – 3 ATLÉTICO DE MADRID

Una crónica de: @luismanper

Llegaba la Supercopa como todos los meses de enero al final de la primera vuelta, mes que suele ser negativo para el Real Madrid ya que suele coincidir con un bajón físico que durante varios años nos ha costado varios títulos, sin ir más lejos el año pasado perdimos la final de la Supercopa contra el Barça y se nos fue la Liga dejándonos puntos en algunos partidos clave como Villarreal o contra la Real Sociedad, sin embargo este 2024 ha empezado diferente hasta el punto que los caprichos del destino han hecho que nos vayamos a enfrentar contra el Atlético de Madrid tres veces en apenas 20 días, y no se puede negar que la saga promete porque este primer derbi tuvo de todo, y si algo lo decidió, fue la fortaleza física de los chicos de Ancelotti a lo largo de 120 minutos, y por supuesto, ese ADN Real Madrid que llevó a remontar el partido dos veces, una de ellas cuando apenas quedaba tiempo.

Y eso que Ancelotti se empeñó en poner las cosas difíciles apostando por Kepa en portería, cuando todo el mundo daba por hecho (y el partido demostró después) que Lunin está en mucho mejor momento de forma e incluso me atrevería decir que es mucho mejor portero que el vasco, pero el caso es que Ancelotti apostó por Arrizabalaga y lo acompañó de Carvajal y Mendy en los laterales con Rudiger y Nacho como centrales, Tchoaumeni en el eje del equipo flanqueado por Modric y Valverde, con Bellingham en la otra punta del rombo, quedando la delantera para Vinicius y Rodrygo.

Imagen: realmadrid.com 

El partido empezó con el Real Madrid presionando muy arriba pero el Atleti conseguía salir con el balón jugado y, a pesar de que el primer intento por medio de Samu Lino sí consiguió desbaratarlo Kepa, el Atleti se adelantó rápidamente en el marcador con un cabezazo de Mario Hermoso a la salida de un córner que resucitó al equipo blanco los fantasmas del partido liguero en el que perdimos con 3 goles de cabeza en centros laterales, pero al que le iban a volver los fantasmas de finales remontadas con goles de córner iba a ser al Atleti cuando a los 20 minutos Modric viajó en el tiempo 10 años atrás y sirvió otro córner desde el mismo lado que en Lisboa a la misma zona del área y otro central, esta vez Antonio Rudiger se elevó al cielo para cabecear lejos del alcance de Oblak y empatar el partido a 1-1, como aquella vez. Y cuando aún no habíamos procesado lo que estábamos viendo en apenas 20 minutos de partido, a la media hora una asistencia rasa de Carvajal fue rematada a gol casi de tacón… por Ferland Mendy!!!

Mientras nos frotábamos los ojos viendo ese 1-2 que a los 30 minutos campeaba en el marcador con goles de 3 defensas, el Atleti seguía avisando con remates de cabeza que esta vez sí pudo atrapar Kepa, hasta que Griezmann se puso el traje de héroe para convertirse en el máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid superando a un tal Luis Aragonés, y en un balón sin aparante peligro que controló en tres cuartos de campo eliminó en un solo quiebro a Rudiger y Modric y lo colocó en la cepa del poste desde la frontal del área un disparo ante el que nada pudo hacer Kepa para evitar el 2-2, pero aún quedaban cosas por vivir en una de las mejores primeras partes que se recuerdan y Rudiger se jugó la tarjeta en un pisotón accidental a Koke que estuvo a punto de lesionarlo, como a punto estuvo Rodrygo de redondear la primera mitad en una clara ocasión en la que se quedó solo en el área pequeña y cuando creía que Oblak estaba batido, el esloveno apareció de la nada para interceptar con las piernas un balón a contrapié que ya se cantaba como el 2-3 por el público madridista de la grada saudita.

Imagen: realmadrid.com 

Con ese ritmo trepidante de partido se llegó al descanso, y todos sabíamos que en la segunda parte el ritmo iba a ser menor, porque era prácticamente imposible mantener ese vigor físico otros 45 minutos como mínimo, y nuestros presagios se confirmaron con un ritmo de partido mucho más anodino que solo se vio interrumpido por un fallo en la entrega que a punto estuvo de costarnos otro gol en contra con otro trallazo de Samu Lino que se fue fuera por poco, por lo que Ancelotti decidió tomar cartas en el asunto y sustituir a Modric para dar entrada a Kroos, que a pesar de la silbatina que le acompañaba en cada balón que tocaba, dio otro aire al equipo moviéndolo de un lado a otro ante una defensa del Atleti cada vez más poblada que apenas dejaba espacios, y cuando la prórroga parecía inevitable todo se revolucionó debido a un fallo de Kepa en un balón aéreo, en el que Morata le estorbó en la salida y al vasco le faltó poderío en el salto para llevarse por delante a todo lo que se interpusiera entre el balón y él, por lo que acabó despejando en semifallo y el balón rebotó en Rudiger para acabar metiéndose en propia puerta el 2-3, entre el portero y el defensa, a pesar de las protestas del cancerbero vasco Alberola Rojas no apreció falta de Morata así que, si el Atleti ya se había echado atrás con el empate, cuando se vio por delante en el marcador directamente se fortificó alrededor de Oblak.

Así que no le quedó otra a Ancelotti que quemar todas sus naves dando entrada a Camavinga y Brahim por Tchoaumeni y Mendy, dejando a Camavinga como lateral y a Valverde y Kroos en el mediocampo para que Brahim y Vinicius pudieran entrar por las bandas quedando Rodrygo como teórico nueve a la desesperada, pero la apuesta le salió redonda al italiano como se vio minutos después cuando Vinicius por fin rompió al lateral plantándose solo ante Oblak aunque sin apenas ángulo y su disparo lo repelió el esloveno dejando el balón muerto en la frontal del área, que aprovechó Bellingham para insistir en un disparo que primero rechazó el propio Oblak y luego fue Mario Hermoso quien sacó debajo de los palos el segundo intento del mediocampista inglés, pero este tercer rechace quedó franco para que Carvajal lo empalara con el alma colocando en la escuadra un 3-3 que parecía definitivo, pero que aún pudieron voltear en el descuento tanto Griezmann con un disparo blando que atrapó Kepa sin problemas como Brahim quien regateó como quiso a la defensa atlética en un palmo y su disparo salió besando el poste de Oblak para mandar el partido a la prórroga.

Imagen: realmadrid.com 

Al tiempo suplementario llegaron la mayoría de jugadores con la lengua fuera, aunque la fragilidad física se notaba mucho más en los indios que en los chicos de Ancelotti, que también se les veía algo tocados en lo físico como demostró el italiano en el descanso de una prórroga en la que pasó poco, cambiando a Valverde, Vinicius y Rodrygo para dar entrada a Arda Guler, Ceballos y Joselu, y el delantero gallego se iba a convertir en el protagonista cuando fue con todo a rematar un centro de su cuñado Carvajal, y a pesar de que Joselu solo rozó el balón consiguió que Savic se metiera el balón en su propia portería, ya que la reacción de Oblak llegó demasiado tarde, aun así un Griezmann omnipresente estuvo a punto de colocar el 4-4 en otro disparo que salió rozando el poste de Kepa y que algunos vimos dentro, pero la guinda de este fantástico partido para el espectador iba a ser madridista pues un córner en el descuento de la prórroga en el que Oblak subió a rematar, Joselu lo despejó al mediocampo y en una rapidísima carrera de Brahim se adelantó al portero esloveno y cerró el partido marcando desde 35 metros a puerta vacía, certificando el 5-3 final que clasifica al Real Madrid para la final de una Supercopa en la que el equipo blanco remontó dos veces el marcador de un partido recordando al Atleti que al Real Madrid no se le puede dar por muerto ni cuando está enterrado.