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Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (83-74) al Valencia Basket, en el partido correspondiente a la Jornada 16 de la temporada regular de la Liga ACB, disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
Seamos sinceros: no nos merecíamos los aficionados, ni los madridistas ni los del baloncesto, el partido feo, insoportablemente feo con el que hemos despedido el año 2023 en el Palacio. De ello se ha encargado el Valencia de Mumbrú, que ha jugado a no dejar jugar, a embarrar el juego, a convertir el partido en una lucha cuerpo a cuerpo. Y claro que es lícito hacerlo, que cada cual juega como quiere o como puede, o como le dejan los contrarios y las circunstancias, lo cual no es óbice para decir que el partido que hemos visto hoy no justifica el precio de la entrada y aleja a los aficionados de este juego. Ya dice el refrán que dos no juegan si uno no quiere, y el Valencia no quiso en ningún momento. Ni siquiera emoción han sido capaces de generar. Los únicos aplausos de la mañana se los ha llevado Poirier, tras su segunda falta intencionada que le ha llevado al túnel de vestuarios.
Han estado fallones los nuestros, que se han quedado con un sesenta por ciento en tiros. No es normal fallar siete tiros libres, ni anotar nueve de veintitrés en triples. Tampoco podemos ignorar el cansancio, ni quizás las bajas. Por cierto, resulta chocante que siempre nos recuerden los comentaristas de televisión las de los equipos contrarios, como si las nuestras hoy, Yabusele, Deck y Rudy fueran moco de pavo.
En este punto quiero hablar de Eli John Ndiaye, que hoy ha disputado dieciocho minutos, plenos de esfuerzo defensivo, como siempre, y con acierto en ataque. Sus números ahí están, permitiendo que se afiance en el equipo y que su contribución al juego crezca cada partido.
En el lado contrario debemos situar a Musa, que ha vuelto a bajar el nivel. Diecinueve minutos de juego, uno de cinco en tiros (todos de tres), parece muy poca aportación para un jugador con su vitola de estrella.
Y no podemos dejar de mencionar el tapón estratosférico que Tavares le puso a Davies, una de las acciones de la temporada.
Imagen: realmadrid.com
Trece pérdidas son demasiadas, por más que el contrario haya perdido catorce. Hemos perdido en rebotes, tanto defensivos como ofensivos. Es algo que hay que corregir de manera urgente.
Alocén volvió a no saltar a cancha por segundo partido consecutivo. Si lo hizo en los segundos finales Hugo González, de manera testimonial.
Ganamos los tres primeros cuartos, siempre yendo a tirones, aunque sin ver peligrar la victoria en ningún momento.
Endureció el Valencia el juego en el inicio del tercer cuarto, sin duda aleccionados en el vestuario, pensando que solo por esa vía podían dar la vuelta al marcador. Recibió tres golpes Causeur que debieron pitarse como falta intencionada, circunstancia que solo se dio con la de Poirier sobre Davies que llevó a Vincent al vestuario por ser la segunda.
Vio otra técnica el Chacho, al igual que otras dos los valencianos. Tenían el gatillo rápido esta mañana los colegiados.
Con un 83-74 llegamos al final del encuentro. (Parciales de 20-15, 21-19, 26-19 y 16-21). Cerrábamos el año 2023 con la victoria número setenta y cuatro, y con dos derrotas únicamente en el presente curso. El 2024 nace con un FC Barcelona-Real Madrid el próximo día tres. Solo cabe ganar.
Destacados: Tavares (28 de valoración, 13 puntos, 10 rebotes), Campazzo (22-17-8 asistencias), Ndiaye (11-12), Poirier (11-9), Llull (10-7).
Tiros de uno 11 de 18 (62%), Tiros de dos 21 de 35 (60%), Tiros de tres 9 de 23 (40%), Asistencias 23-13, Pérdidas 13-14, Rebotes defensivos 27-31, Rebotes ofensivos 6-11, Recuperaciones 8-10, Tapones 5-3, Faltas personales 17-21.
Buenas tardes a todos. HALA MADRID Y FELIZ AÑO NUEVO!!!
