Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (88-73) al Bayern Munich, en el partido correspondiente a la Jornada 14 de la temporada regular de la Euroliga, disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
Volvía Pablo Laso al Palacio al frente del Bayern Munich. Recibió una prolongada y merecida ovación por parte de los asistentes. Ya ver terminar el partido escuchando a la grada corear su nombre me pareció exagerado, incluso injusto para Chus Mateo, nuestro actual entrenador. Deberían algunos reflexionar sobre algunas actitudes.
Ciñéndonos al partido, hay que decir que el partido que hemos visto ha sido feo, farragoso, pesado, lento, con constantes interrupciones y multitud de errores por ambos bandos…y así durante las dos horas que ha durado el mismo. ¿Qué ocurrió? Pues que mientras unos, el Madrid, salió a jugar al baloncesto, el Bayern Munich de Laso salió a impedir que se jugara. El resultado fue un tostón, uno de esos partidos que te ponen de ejemplo aquellos a los que no les gusta este juego.
Y eso que el Madrid salió con un ocho cero de inició, si bien el juego carecía de acierto por ambos bandos. No anotaba su primera canasta el cuadro alemán hasta el minuto cuatro de juego. El Bayern ponía tres tapones, en lo que sería una tónica del partido: Hasta diez vimos hoy, algo realmente difícil de creer, nada menos que siete los visitantes.
Ibaka hizo falta sobre Musa, que no se pitó. El bosnio protestó, por lo que le señalaron una técnica. Eso desquició a jugador, al que nunca habíamos visto tan mal, al punto que valoró -8.
Entre unas cosas y otras, llegábamos al minuto diez con un tanteador de 19-23.
El segundo cuarto comenzó con una antideportiva a Brankovic. Seguíamos yendo a tirones en el marcador, con Bayern por delante. Mediado el cuarto, se revisó un codazo de Ibaka a Poirier, que se señaló como intencionada, y desde luego que lo era. Nos poníamos cuatro arriba (35-31). Llull tuvo una buena noche. Un triple suyo nos llevaba al 40-33, que sería un 42-37 al descanso (parcial de 23-14). Entre revisiones de jugadas, tiempos muertos, errores por ambos equipos…etc etc habíamos asistido a un primer tiempo tedioso.
Aún aguantaría el Bayern un cuarto más. Lográbamos una ventaja de doce puntos (57-45), pero tres penetraciones seguidas iguales, una detrás de otra, sin que fuéramos capaces de evitarlas, devolvía la vida a los visitantes.
Tavares se había tenido que ir al banco con un corte. Rudy seguiría el mismo camino unos minutos después. El Bayern se empleaba muy duro en todas las acciones. En la última jugada, técnica a Hezonja y Radoncic. Minuto treinta, 63-57 (parcial de 21-20).
Ibaka se marchó al banco agotado en el inicio del último acto. Llull tiraba del equipo, y anotaba de manera brillante. La grada coreó su nombre, como después lo haría con Rudy y con el Chacho. Nos poníamos doce arriba. Dos pérdidas infantiles y un parcial de 0-5 animaba de nuevo a los alemanes. Rudy, enorme en defensa un partido más, robó tres balones que sirvieron para cerrar el partido. Bayern bajaba los brazos, dando la impresión de no aguantar físicamente en el último tramo del encuentro. Tavares sufría dos personales consecutivas en ataque. Con todo resuelto, faltaban siete segundos para el final, Bolmaro no tuvo a bien dejar de jugar, suponemos que con el beneplácito de su entrenador. Minuto cuarenta, 88-73 (parcial de 25-16).
Destacados: Poirier (20 de valoración, 11 puntos, 8 rebotes), Llull (16-16), Campazzo (13-13), Hezonja (9-12), Chacho (8-11). En la parte negativa ya hemos mencionado a Musa.
Tiros de uno 19 de 23 (83%), Tiros de dos 24 de 50 (48%), Tiros de tres 7 de 17 (42%), Asistencias 13-9, Pérdidas 9-14, Rebotes defensivos 20-20, Rebotes ofensivos 11-7, Recuperaciones 9-7, Tapones 3-7, Faltas personales 20-25.
Buenas noches a todos. HALA MADRID.