Una crónica de: @luismanper
No deja de ser curioso como en el enésimo verano protagonizado por Mbappé en lo relativo al mercado del Real Madrid, quien parece que escribió la canción que decía aquello de “Que sí, que no, que nunca te decides”… haya pasado casi desapercibido que el Real Madrid pagó a principios de junio más de 100 millones de euros por un tal Jude Bellingham, inversión de la que apenas se habla y que va camino de ser amortizada esta misma temporada, si el fantástico mediocampista inglés mantiene los registros goleadores que está ofreciendo en estos primeros partidos de temporada, pues sus 4 goles en los 3 primeros partidos oficiales solo está al alcance de los elegidos para marcar una época.
Por su parte, Carletto solo innovó el once en la portería en la que sentó a Lunin para apostar por el recientemente incorporado Kepa Arrizabalaga, la defensa, mediocampo y delantera fue la misma que la que alineó en San Mamés la primera jornada, excepción hecha de Militao por Rudiger que estuvo acompañado por Alaba como central y por Carvajal y Fran García en los laterales, el mediocampo lo ocuparon Tchoaumeni en el eje flanqueado por Camavinga y Valverde en los interiores, con Bellingham como mediapunta y Vinicius y Rodrygo arriba.
Imagen: realmadrid.com
El partido empezó muy movido, pues apenas nos había dado tiempo a sentarnos cuando un córner despejado de puños por Kepa fue empalmado por Fran Beltrán y su disparo fue desviado por Larsen lo justo para descolocar a Kepa y poner el 1-0 en el marcador, que fue anulado poco después ya que el VAR evidenció como el propio Larsen había agarrado a Kepa en su salto para despejar de puños, impidiéndole saltar con libertad a por ese balón.
El Real Madrid intentó recuperarse del susto con pases al hueco a Vinicius y Rodrygo, y en una de esas irrupciones fulgurantes de Vini en que esquiva defensas como si fuesen postes de la luz, dio a Rodrygo un pase para quedarse en uno contra uno con tan poco acierto y tan desmedido que solo podía explicarse por problemas físicos de Vinicius, que por primera vez en su carrera había sentido un pinchazo en un sprint, lo que hacía presagiar un problema muscular, al cual el brasileño intentó sobreponerse pero que finalmente le obligó a pedir el cambio, por lo que tuvo que entrar Joselu a quien apenas se le vio en la primera mitad más allá de un gol que le anularon por un fuera de juego de metro y medio, sin embargo fue el Celta quien estuvo a punto de irse al descanso con ventaja, merced a un disparo de Bamba que salió rozando el poste de Kepa. Los vigueses también habían tenido minutos antes su propia lesión muscular en la persona de Cervi, que tuvo que ser sustituido por el lateral izquierdo Manu Sánchez, fichado del Atlético en la operación que llevó al Wanda a otro gran lateral como es Javi Galán.
Imagen: realmadrid.com
Durante el descanso Ancelotti no tardó en darse cuenta que ese 4-4-2 en rombo que viene ensayando todo el verano no funcionaba sin Vinicius, por lo que decidió volver al 4-3-3 clásico de las últimas temporadas, bajando a Bellingham al mediocampo, quedando los extremos para Valverde en la derecha y Rodrygo que aprovechó la ausencia de Vinicius para partir desde la izquierda con Joselu como único nueve de referencia. A este sistema le costó arrancar y de hecho fue el Celta quien tuvo un dominio insulso los primeros minutos de la segunda parte, con un delantero como Larsen que traía de cabeza a los defensas madridistas hasta el punto de que consiguió rematar de cabeza un centro lateral sin demasiada oposición de Fran García (es lo que tiene la diferencia de estatura), que afortunadamente fue a las manos de Kepa.
Pero cuando a la hora de partido, el tiempo empezaba a apremiar Ancelotti decidió cambiar el tercio de un mediocampo físico a otro puramente creativo y Tchoaumeni y Camavinga dieron paso a Kroos y Modric, que esta vez sí consiguieron encontrar los huecos e hilvanar las combinaciones para crear peligro en la meta gallega, primero por medio de Valverde que aprovechó un control de Bellingham para disparar desde muy cerca y enviarla fuera cuando lo tenía todo a favor, y minutos más tarde el propio Bellingham filtró un pase magnífico a Rodrygo para quedarse solo ante el portero, el brasileño llegó antes que el guardameta a tocar el balón y a continuación fue arrollado por Iván Villar, por lo que esta vez no hizo falta VAR para que el árbitro señalara el punto de penalti, sin embargo esta inmejorable ocasión iba a ser desperdiciada por el propio Rodrygo, cuyo disparo fuerte, a la izquierda y a media altura fue repelido por el portero del Celta, en un momento en el que parecía que el partido se nos escapaba irremediablemente, ya que ni de penalti habíamos sido capaces de perforar la tela de araña defensiva que había diseñado un ex del Real Madrid como Rafa Benítez.
Imagen: realmadrid.com
Y cuando parecía inevitable el 0-0, apareció Kroos para poner uno de sus córners que parecen teledirigidos a la cabeza de Joselu, que peinó el balón en el primer palo para dejarlo muerto en el área pequeña en la que apareció Jude Bellingham, para cabecear en plancha ese balón suelto en una acción digna del mejor nueve puro y ante la que no pudo reaccionar Iván Villar, a pesar de que rozó el balón, poco más se vio de partido pues Ancelotti decidió echarle formol retirando del campo a Fran García para dar entrada a Nacho y blindar aún más la defensa para evitar posibles sustos en los minutos que quedaban de partido, y en los que afortunadamente no hay mucho que destacar lo que permite al Real Madrid haber sumado 9 puntos en las 3 primeras jornadas fuera de casa, el fin de semana que viene volvemos a nuestra casa para recibir a un Getafe que volverá a poner a prueba la capacidad del Real Madrid de abrir huecos donde no los hay y que son los que a la larga dan títulos ligueros.