Una previa de: @pepo2204
Ha llegado el primer partido del año. Lo tenemos aquí después de que el Real Madrid haya conseguido la clasificación matemática para los octavos de final de la Copa de Europa frente al Shakthar Donetsk en Varsovia, tras lograr Rüdiger anotar de forma épica un gol en el último suspiro del partido.
Así que este domingo (16:15h) encaramos el primer Clásico oficial de la temporada en el que está en juego el liderazgo momentáneo de LaLiga Santander, ni más ni menos; porque si leemos o escuchamos lo que se dice en torno a estos partidos, pareciera que lo que está en juego es el orden del universo o algún propósito de ambiciones más elevadas. Nada más lejos; sólo tres puntos en la jornada nueve de una competición de treinta y ocho, que son exactamente iguales que los que dispute cualquiera de los dos equipos en las próximas jornadas. ¿Significa esto que no sea importante la victoria? Por supuesto que no; como en todo partido de estas características la victoria siempre es importante por lo que supone deportiva y anímicamente para ti y para el contrario, pero de ahí a que se vaya a apagar el mundo al día siguiente en función del resultado, media un abismo. De modo que dramas aparte, la visita del Barça a Chamartín ha de ser tratada en esta previa como merece, y así vamos a intentarlo modestamente.
Mientras que el Real Madrid se ha clasificado matemáticamente como decíamos para los octavos de final de la Copa de Europa, los culés están virtualmente a un paso de la eliminación. Ni todas las palancas del mundo, ni las milongas del estilo, la idea, el ADN ni los fichajes veraniegos en los que se reventó el mercado comprando lo que no se podía pagar, han servido para que el FC Palancas lograra con holgura el pase de la fase de grupos; la magnitud de los rivales en contraposición a los del resto de equipos españoles, el césped, los detalles, las circunstancias arbitrales y miles de excusas más tienen la culpa; por supuesto ni el entrenador, ni el mal fútbol desplegado, ni las malas actuaciones de jugadores que parecen acabados para este deporte; las excusas, ésas que son como el culo, con perdón, porque todo el mundo tiene una, son las que explican siempre lo sucedido cuando se trata del Barcelona.
Imagen: EFE
Un club que se maneja perfectamente en la cultura del relato para expandir un manto de humo sobre todo lo que le rodea y vender motos que por regla general acostumbran interesadamente a comprarle; la última a cuenta de dilucidar si es o no el mejor equipo aquél que gana la Copa de Europa; debate que, curiosamente aparece en vísperas de un presumible fracaso del Barça – otro más – en la Champions y, en una temporada en la que el actual campeón de la competición no es otro que el Real Madrid.
El caso es que el club de las palancas infinitas parece tener ahora problemas no con los jugadores recién fichados, ni con su sobrevalorado entrenador, ése que se cuenta entre los inventores del fútbol, sino con los veteranos a los que antes se les pedía bajarse el sueldo y a los que ahora hay que echar: los Piqué, Busquets, Jordi Alba, hoy señalados cual brujas en los tiempos de la Inquisición.
En este sindiós, el Barça llega al Bernabéu como líder de LaLiga, con los mismos puntos que el Madrid. Su juego no es siempre el que marca la línea talibán del libro de estilo, pero ciertamente, al menos en liga, está consiguiendo el objetivo de mantenerse en lo alto de la tabla. No podrán contar con Christensen, Araújo, Bellerín ni con Memphis Depay; recuperan a Koundé, lo cual al menos reduce a una menos las posibles excusas por ausencias en caso de necesitar de ellas.
Imagen: realmadrid.com
El Madrid encara el Clásico con los deberes hechos en Europa a falta de dos jornadas y a la espera únicamente de subir nota quedando primero de grupo. La clasificación se consiguió literalmente con sangre y sudor, y faltaron las lágrimas porque el autor del gol que dio la clasificación a los de Ancelotti, el alemán Rüdiger, no es de los que lloran por más que le hubieran tenido que dar veinte puntos de sutura al rematar y golpearse con el portero rival.
Jugando posiblemente uno de los partidos más flojos desde que se inició la temporada, el Madrid saboreó las dificultades a las que puede someterte un equipo con la suficiente motivación en este deporte llamado fútbol; todo un toque de atención para el campeón de Europa, que al contrario que su rival no acostumbra a usar las excusas para explicar las circunstancias adversas.
Ancelotti seguirá sin poder contar con Courtois, al que la ciática se le está prolongando en exceso, de modo que Lunin volverá a estar bajo los palos un día más. Ésta y la de Ceballos son las únicas bajas del conjunto merengue de cara al Clásico, que presenciará un Bernabéu a reventar, por más que los precios no sean precisamente baratos, sino más bien lo contrario.
Imagen: Twitter
Dirigirá el partido el murciano Sánchez Martínez, o Manolete como le gusta llamarle a mi amigo @MiedoEscenico2, ayudado desde el VAR por el canario Hernández Hernández. Aunque ambos sean conocidos de sobra, seguro que leyendo la previa arbitral de @cubelas13 descubrís algo que no sabéis de ellos.
Día de Clásico. Poca motivación adicional se puede aportar a un partido así, aunque no implique nada más que tres puntos y el liderazgo provisional del campeonato; nada más, y nada menos. #HalaMadrid
Real Madrid C. de F. – FC Barcelona – LaLiga Santander – Jornada 9 – Santiago Bernabéu – Domingo 16/10/2022 16:15h.
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