Una crónica de: @Mrsambo92
Tocaba el Rayo, un equipo complicado. Aunque en los últimos encuentros han bajo un tanto, están haciendo una temporada digna de todo elogio. Además, es un equipo aguerrido que jugaba en su campo, un campo pequeño y no en excesivas buenas condiciones que favorece la presión intensa y el estilo que proponen los rayistas… Y, claro, analizando todas estas circunstancias, Carlo Ancelotti decidió revolucionar el once madridista.
Lamentablemente, por fuerza de la costumbre, al poner la alineación cayó en el automatismo y, como si en escritura automática fuera, terminó escribiendo los once de siempre para su propia sorpresa. Lógicamente, para no desconcertar ni desconcentrar a los suyos, ya lo dejó así, que al fin y al cabo no está mal, y, ya si eso, de ver alguno cansadillo durante el partido pues lo cambiaba en el 85.
Algunos madridistas, los despistados, se sorprendieron con la alineación, otros comenzaron a salivar pensando en los chascarrillos y tuits de antes y de después, si hubiera derrota… o en el próximo partido por culpa de este… Luego están los histéricos, que distinguiréis porque están bajo una mesa creyendo que tenemos perdida la Liga y, posiblemente, la clasificación para la Champions cuando nos adelante el Barça. A todos ellos mira Carletto levantando la ceja y mascando chicle.
Carlo decidió reservar a Camavinga o Valverde, muchachos que van justos de físico, temeroso de que les pasara lo que a Bale, que jugó un rato y le vino una sobrecarga. Por fortuna tampoco había que desplazarse muy lejos, que Vallecas pilla bien hasta en metro.
La baja de Alaba fue cubierta por Nacho, que es como el 3 en 1, y Asensio sigue dejando claro que es la principal opción para la banda derecha. En el banquillo, con rostros nostálgicos y anhelantes, como protagonistas de una película sueca que llega al final, los Hazard, Isco, Rodrygo, Ceballos o Jovic, miraban la hierba creciente y húmeda pensando en la cena.
Fue una buena primera parte del Real Madrid, buena e irregular, donde fue superior al rival, pero tuvo momentos de zozobra.
Imagen: realmadrid.com
La salida no pudo ser mejor, con un Madrid dominador, de circulación muy rápida y creando ocasiones. La primera antes de cumplirse el primer minuto. Asensio se encuentra con Luca Zidane tras asistencia de Cavajal. Luego volvió a ocurrir lo mismo, pero esta vez la asistencia la dio Benzema y el tiro de Asensio, bien perfilado, fue muy flojo. Vinicuis lanzó alto tras otra buena recuperación en campo propio…
La presión fue algo más ambiciosa y alta, pero no del todo regular. El Rayo tuvo momentos donde pudo salir o robar, aunque en su mayor parte fueron opciones provocadas por errores infantiles nuestros. Lo cierto es que cuando sufrimos presiones altas, sobre todo al saque de puerta, nos cuesta bastante… Carlo optó por el balón largo en esas circunstancia, que no está la cosa para tonterías.
Estos errores en salida resultan desquiciantes y provocan jugadas “valor gol” en contra que ya han costado alguna competición… Casemiro, Mendy, Carvajal… Bebé la pegó fuera, otro lanzamiento salió desviado sin peligro pero dentro del área en una buena opción rayista y llegaron dos remates muy peligrosos de cabeza, con Sergi Guardiola como protagonista y los nuestros mirando el tiempo pasar…
Lo mejor de la primera parte, además de esos momentos de circulación rápida que lograron desarbolar al Rayo, fue un Marco Asensio muy entonado y participativo. Logró volcar el ataque madridista hacia su banda cuando la tendencia siempre suele ser la izquierda. Tuvo las mejores opciones, las ya mencionadas y el gran tiro que logró desviar un Luca Zidane muy inspirado tras la estupenda acción del mallorquín, que además inició la jugada acelerándola y dando verticalidad al toque.
Benzema también tuvo las suyas. Un remate flojo a las manos de Luca, otro que tras un rechace salió lamiendo con saña el palo y un remate de cabeza y en fuera de juego (jugada de estrategia) que dio en el cuerpo del portero rayista, que se “hizo grande”.
Casemiro fue de lo peor en la primera parte, aunque, claro, abarca una cantidad de campo enorme. Me desespera que siempre dé el pase más complicado, que tarde en darlo o incomodando al compañero, dándolo cuando menos le favorece a aquel o de la peor forma… Luego marcó, aunque su tanto fue anulado por fuera de juego.
Imagen: realmadrid.com
Con estos altibajos, muchos más altos que bajos, llegamos al descanso.
La segunda parte fue mucho más irregular e igualada. Comenzamos atosigando unos minutos y Vini tuvo una clara dentro del área. El Rayo reaccionó acto seguido y nos atosigó a nosotros, obligando a Courtois en varias ocasiones, sobre todo un remate a la salida de un córner de Mario Suárez.
El Rayo se metía muy atrás, lo que nos hacía sentir cómodos en la circulación en esos momentos, pero no lográbamos penetrar y tampoco frenar sus salidas, que fueron constantes hasta el minuto 60. Costaba recuperar y replegar. El plan del Rayo comenzaba a salirles…
En el 60 lo que ocurrió fue que un desangelado Casemiro dejó su lugar a Valverde, y lo cierto es que eso fue oxígeno para el equipo. Así, tras la zozobra, el equipo se recompuso y, aunque cedía alguna salida, recuperó el vigor y el ritmo en la circulación, volvimos a apretar y cercar el área rival. Modric tuvo un gran remate al palo tras asistencia de Valverde, pero estaba en fuera de juego.
Asensio, que en la segunda parte hizo el negativo de la primera, dejó su sitio a Rodrygo para refrescar esa banda derecha. Con todo, la mejor opción la tuvo el Rayo, en una doble ocasión que sacó Spiderman-Courtois.
Finalmente, con el Rayo encerrado en su área y sin poder salir ya casi, con el Madrid cercando y circulando con velocidad, llegó el gol. Un jugadón larguísimo y brillante que se culminó con una combinación Benzema-Vinicius-Benzema, en la que nos metimos hasta la misma raya de gol, logrando así una luchada victoria.
Imagen: realmadrid.com
Carlo, hombre que apuesta por dar minutos a su plantilla, decidió introducir a Ceballos y Camavinga por Modric y Vinicius, para que en sus 5 minutillos de juego demostraran todas sus cualidades.
Honrosa la actitud de un Ceballos que, a pesar de los pocos minutos, corre, pelea y abarca muchísimo terreno. Merecería un poco más…
Lo más importante fue la victoria en una jornada crucial, a la espera del derbi sevillano que nos puede colocar a las puertas del título. Nos hemos abonado al 1-0 y el sufrimiento, al desgaste para conseguir victorias… un juego peligroso.
Lo mejor fue la primera parte de Asensio, un Militao que va tan sobrado que a veces lo ves hasta de mediapunta (tuvo el 0-2 en un córner a medio metro de la portería), Benzema siempre resolutivo y un Valverde que recompuso al equipo cuando zozobraba.
Los miedos siguen siendo los mismos. Esa sensación de falta de fuelle, de que si aprietas no llegas y si esperas concedes demasiado. Esperemos que sea un bajón calculado y no una fatiga por falta de descanso.
Seguiremos informando. Hala Madrid.