Una crónica de: @elcarrildel2
El Real Madrid se ha impuesto (94-74) al C. B. Canarias, en el partido correspondiente a las semifinales de la Copa del Rey, celebrado en el Palacio Municipal de Deportes de Granada.
Ha sido una victoria rotunda, contundente, sin paliativos. Pretendió, por enésima vez, salir por la tangente don Txus Vidorreta, con unas declaraciones improcedentes e impropias en el descanso. Excusas que a estas alturas ni él mismo se cree.
El Madrid fue en todo momento una máquina perfectamente engrasada, que salió desde el salto inicial dispuesto a ganar el partido. Desde una defensa gigante, con Taylor sobre Huertas, basaron los nuestros el triunfo. A eso debemos añadir el acierto en el tiro, nada menos que un 70%, con un 54% de triples anotados.
Decía un entrenador que una cosa es tirar y otra encestar. Ayer los nuestros fueron encestadores. Hasta ocho jugadores anotaron desde más allá del 6,75, con Taylor particularmente acertado en este apartado del juego: 4 de 5. Anotaron además varios apurando la posesión al máximo, lanzando cuando ya el oficial de mesa levantaba su mano para presionar el botón de las bocina de los veinticuatro segundos.
Shermadini y Huertas fueron debidamente anulados. Emergió Todorovic, pero nada pudo hacer ante el empuje de los nuestros. Volvió a quedar fuera de la rotación Randolph, al que ayer acompañó Nigel WG. Regresaron Deck, que no tuvo buena tarde, y Rudy, que puso sobre la cancha su habitual estado de ánimo y su acierto en momentos necesarios.
El primer cuarto terminó con un 26-20 y 6 de 8 en tiros de tres. Shermadini en el banco con dos faltas personales, una de ellas un codazo a Tavares. Huertas sufrió una antideportiva tras una pérdida (hasta seis le forzaron los nuestros).
Tompkins volvió por sus fueros en el día de ayer. Comenzó su actuación con un canasta a la media vuelta y a cinco metros que fue el inicio de su excelso partido. Ocho puntos y un tapón en sus primeros cuatro minutos en pista.
Siguieron otros ocho tantos de Rudy, un triple de Yabusele y un robo de Llull. Volvíamos a ver al Madrid bueno, el que se ve vencedor en todo momento. Al minuto 20, 50-38 (parcial de 24-18).
Ahondó las diferencias el tercer cuarto. Abalde, que había arrancado en el puesto de uno, trabajaba a destajo, y tenía acierto en la anotación. Corríamos en las transiciones, en una de las cuales se lesionó Causeur en la cadera. Tompkins anotaba de tres para cerrar el cuarto con un 73-55 (parcial de 23-17).
Heurtel estuvo brillante, en la dirección y en la anotación. El partido rodaba cuesta abajo para los nuestros, que mantenían ventajas en torno a los veinte puntos. Así llegamos la minuto 40, 94-74 (parcial de 21-19).
Destacados: Tavares (19 de valoración, 15 puntos), Heurtel (17-12-7 asistencias), Tompkins (16-11), Poirier (15-12), Yabusele (14-5). En la parte negativa, Deck y Hanga valoraron -1.
Tiros de campo 23 de 33 (70%), Tiros de tres 14 de 26 (54%), Tiros libres 6 de 9 (67%), Rebotes ofensivos 6-4, Rebotes defensivos 17-15, Asistencias 23-13, Pérdidas 7-14, Recuperaciones 8-5, Tapones 5-1, Faltas 19-16.
Estamos ante una nueva final, en la que volveremos a enfrentarnos al FC Barcelona. Hora de cambiar el signo de los últimos partidos, de ganar, de lograr un nuevo título, y de volver por los derroteros de los que nos hemos alejado los últimos partidos.
Buenos días a todos. Hala Madrid.