CRÓNICA | Mbappé sentencia un monólogo sobre la bocina: PSG 1 – 0 Real Madrid

Una crónica de: @luismanper

Llegaba el partido de hoy como el teóricamente duelo más igualado de estos octavos y con el morbo de enfrentarnos a un Mbappé, al que todo el mundo da por fichado para el Real Madrid de cara al mes de junio, pero nada de esos supuestos iniciales se cumplieron porque el partido ha sido completamente monopolizado por el PSG desde el minuto uno al noventa, como demuestra el hecho de por primera vez en años hemos concluido un partido sin chutar a puerta una sola vez.

Todo ello, a pesar de que Ancelotti salió hoy con el supuesto once de gala al que volvían Mendy y Benzema, tras sus lesiones musculares, por lo que el once lo formaban Courtois en portería, Carvajal y Mendy en los laterales con Militao y Alaba como centrales, con Casemiro en el eje del equipo, Modric y Kroos en los interiores con Asensio y Vinicius en los extremos y Benzema en punta de ataque.

Imagen: realmadrid.com

El PSG salió lanzado desde los primeros minutos hasta el punto que Courtois tuvo que emplearse a fondo desde los primeros minutos en sendos mano a mano que le encaró Mbappé, pero en la primera Carvajal le consiguió desequilibrar lo justo para que no rematara cómodo y en la segunda, el portero belga sacó una mano extraordinaria ante un disparo desde la frontal del área que ya cantaba el Parque de los Príncipes. A pesar de que Militao y Alaba se multiplicaban exponencialmente intentando tapar agujeros, el dominio del equipo frances era absoluto y los jugadores blancos solo perseguían sombras durante la primera media hora hasta el punto que llegar tarde a un balón dividido le costó a Casemiro ver la tarjeta amarilla por juego brusco, lo cuál le impedirá jugar la vuelta. Entre unas cosas y otras, el Real Madrid no consiguió cuajar una combinación larga que acabó en córner hasta los últimos minutos del primer tiempo, y que a punto estuvo de significar el gol visitante cuando un pase de Kroos con escuadra y cartabón, fue cabeceado por Casemiro yéndose fuera por centímetros, en la última jugada del primer período.

Pero si la primera parte fue un monólogo parisino, en la segunda directamente parecía que solo estaba jugando un equipo sobre el terreno de juego perdiendo balones continuos por parte de una defensa blanca que estaba desbordada y tenía que quitarse la pelota de encima como buenamente podía para evitar un disgusto, como se iba a llevar Mendy minutos después cuando vio otra amarilla, que también le impedirá jugar la vuelta, y sin embargo, cuando el ritmo tremendo del partido se iba aplacando, llego el enésimo penalti provocado por Carvajal en competición europea, aunque acabó en la acción épica de la noche, porque el lanzamiento desde los once metros fue detenido por Courtois ante el asombro de la afición local.

Imagen: realmadrid.com

Para colmo, parece que Carvajal se había lesionado por enésima vez por lo que a Ancelotti no le quedaba otra que sacar a Lucas Vázquez de lateral a quien acompañó de Rodrygo en lugar de Asensio, cambios que luego culminaría con Bale por Benzema, Valverde por Modric y con Hazard por un Vinicius que cuajó uno de sus peores partidos de la temporada recordando a ese jugador atropellado que el extremo brasileño era en sus inicios.

Finalmente tras muchos intentos como un disparo ajustadísimo de Mbappé desde el área pequeña que no entrenó de puro milagro o un pase de la muerte de Neymar que no remató nadie, llegó el 1-0 en la última jugada de partido con un taconazo soberbio de Neymar que dejó a Mbappé perfilado para encarar a Lucas Vázquez y a Militao, deshaciéndose sin pestañear de ambos defensas a la vez para superar a Courtois, de una vez por todas, con un disparo fuerte y raso que llegó a rozar Fede Valverde y, de esa manera materializar la inmensa superioridad que el equipo galo ha demostrado con respecto a los blancos de principio a fin de un partido, cuya mejor noticia para el Real Madrid es que ante el baño y masaje que le ha dado hoy el PSG, solo se ha ido perdiendo 1-0, lo que deja la eliminatoria completamente abierta, y todos sabemos que decidir la eliminatoria en el Bernabéu no suele ser plato de buen gusto para los rivales… sin embargo, hay que mejorar muchísimo en todos los frentes para, al menos plantar cara a los parisinos en la vuelta.