Una crónica de: @MiedoEscenico2
Volaban los insultos y los epítetos sobre Ancelotti al momento de hacerse pública la alineación que iba a enfrentar al Elche a la hora de comer, en un partido que se presumía incómodo, y que afrontaba con Courtois en la portería, con una línea defensiva formada por Lucas Vázquez, Militao, Alaba y Marcelo. En el centro del campo, Casemiro, Kroos, Modrić, y arriba, Rodrygo, Vinicius y Mariano. Ya había avisado @pepo2204 en su Previa de que el Madrid llegaba a este partido después de empatar en el Bernabéu contra un equipo que había ganado todos sus partidos fuera de casa, y que este rocoso Elche no había perdido ni un solo partido en el Martínez Valero.
Tras unos primeros minutos de dominio azul, con los franjiverdes replegados, el Elche intentaba salir rápido desde atrás, pero el Madrid parecía sólido en la destrucción. En la construcción, balones perdidos por Lucas y Marcelo, y ciertas dificultades para elaborar. Un buen remate de Rodrygo, duro pero centrado, fue despejado por Kiko Casilla con apuros, y un buen centro de Marcelo también intentó ser rematado por el chaval brasileño, pero se pasó de largo y luego le costó controlar el balón. Y, en el minuto 15, tuvo que salir sustituido por lesión, entrando Asensio en su lugar.
En el minuto 19, Courtois sacó con una mano un remate duro y peligroso de Lucas Boyé. Y, en el minuto 22, un mal pase de salida de Mojica le llegó a Casemiro, que se la mandó a Mariano. El dominicano, sorprendente, le dejó el balón, con un taconazo de lujo, a Vinicius y el brasileño entró y cruzó con la zurda el balón a las redes, marcando el 0-1.
Imagen: realmadrid.com
Tras unos minutos algo indeciso, el Elche decidió dar un paso adelante y el Madrid aceptó la oferta, preparando el dibujo para salir al contraataque. En la primera de esas, Mariano se fue por potencia de su marcador, hizo un prodigioso quiebro al portero, se quedó sin ángulo y mandó el balón al lateral de la red. El Elche seguía ganando posesión y territorio, y el Madrid continuaba emboscado, afilando el machete para la siguiente opción propicia. En el minuto 34, Vini metió en profundidad para Marcelo, que centró al área pero un central anticipaba evitando el remate en plancha de Mariano.
Otro remate a las manos de Courtois de Lucas Boyé fue el antecedente de una extraña jugada en que Alaba y Militao se las apañaron para dejar un remate franco a un delantero ilicitano que, afortunadamente, no salió hacia puerta, sino desviado. Ahí el Madrid empezó de nuevo a tomarse en serio el tema, y se posicionó más arriba y mejoró su dominio, con un centro venenoso de Asensio que Modrić no pudo controlar bien, porque era medio gol, y un córner sacado por Kroos que remató Militao desviado. De ahí al descanso, un contraataque del Elche en el que Lucas Vázquez evitó un remate franco del ataque de los blanquiverdes.
La segunda parte el Madrid pareció afrontarla con la lección mejor aprendida, pero el Elche también. Los de Escribá siguieron buscando el lado derecho de la defensa madridista pero empezaron a amontonar gente en el lado de Vinicius en defensa. Aun así, el equipo de azul hoy seguía percutiendo por ese lado, y la asociación entre Marcelo, Kroos y Vinicius empezó a florecer de una manera interesante. A un remate duro de Kroos, tras una jugada por esa zona, le siguió un rosario de llegadas del Elche, que no cuajaron en nada.
Imagen: realmadrid.com
Modrić se mostraba confiante, pero el equipo ilicitano trataba de ahogar su producción con hasta tres jugadores sobre él. Militao se agigantaba en la línea defensiva, bregando con Lucas Boyé, y desactivando las aproximaciones alicantinas, sin dejar de parecer el presidente de un sindicato del crimen neoyorquino. En el minuto 62, una peligrosa llegada de Mojica por banda estuvo a punto de acabar en autogol de Marcelo y el córner siguiente fue abortado por Courtois con seguridad. En el intento de salida, Kroos fue a jugar el balón y Raúl Guti llegó con más potencia que conciencia, le metió un viaje al tobillo, y el árbitro le regaló otro viaje pero al vestuario, sacándole la segunda amarilla.
Ancelotti, en ese momento, decidió relevar a los dos laterales, entrando Carvajal y Mendy por Lucas Vázquez y Marcelo, que dejó el brazalete a Luka Modrić. A partir de ese momento, con 25 minutos por delante y un jugador más, el Madrid retomó el dominio de la pelota y del terreno, mientras que el Elche se convirtió en un muro rocoso, aquello que decía nuestro @pepo2204. Un taconazo de Asensio permitía a Carvajal centrar y a Mariano rematar, pero centrado y a las manos de Casilla. A continuación, la valentía de Escribá quedó probada cuando metió a Benedetto por Lucas Pérez, decidido a seguir llegando a la portería madridista hasta el final.
Y, en el minuto 72, una magnífica jugada con un pase de Kroos para Modrić, y del croata en profundidad para Vinicius, permitió al brasileño superar, con un sutil toque de clase, a Casilla en el uno contra uno y establecer el 0-2. El Madrid seguía apretando, por una banda o por otra, aunque la mayor parte de sus remates acababan rechazados por la muralla del Elche. La excepción fue un trallazo durísimo del cañón del panzer Kroos que Casilla sacó con muchos apuros en el minuto 78.
Imagen: realmadrid.com
A falta de seis minutos, Hazard entró a relevar a Vinicius y Camavinga a Luka Modrić, buscando descargar de minutos a los jugadores que más están participando desde el inicio de temporada. Y, poco después, un error en la salida entre Casemiro y Kroos le permitió al Elche enjugar su honor marcando el 1-2 por medio de Pere Milla. El partido se le hacía incómodo al Madrid, porque no tenía arriba las dos referencias en largo que le suelen dar oxígeno: ni a Benzema para domesticar al balón tocando su violín, ni a Vinicius para lanzarse con sus patines invisibles a buscar el área rival aprovechando el espacio. Mariano tuvo un contraataque en el minuto 90 y, pudiendo pasar el balón a Hazard, que estaba solo, mandó un remate raso y desviado a un recogepelotas. Y acabó el partido pegándose un cebollazo imponente tras uno de sus saltos, dejándose contra el césped la nariz, pero pareció quedarse en el golpe, siendo también atendido Casemiro por acabar el partido con la nariz sangrando.
Al final, la victoria del equipo madridista por 1-2 le da los tres puntos, habiendo hecho una faena de aliño y sin grandes alharacas, gracias a dos goles de Vinicius, ese chico que no tenía gol, y encajando un gol tonto. Tonto como los que se hacen de otro equipo, pudiendo ser del Madrid y disfrutar. De los que se hacen del Madrid y se pasan la vida quejándose y sufriendo hablamos otro día, si eso. Pero no les hagan mucho caso. Es salud mental.