Una crónica de: @luismanper
En plena resaca del Clásico, con el buen recuerdo de la victoria en el Camp Nou hacía presagiar un posible exceso de confianza ante el peor rival posible fuera de casa, ya que el Osasuna llegaba hoy al Santiago Bernabéu con un pleno de victorias a domicilio, por lo que todo hacía indicar que el partido no iba a ser nada fácil ante un equipo que ha empezado la Liga como un tiro hasta el punto de situarse en puestos europeos, gracias a una defensa muy cerrada que hoy la ha poblado con 5 defensores un fantástico entrenador como es Jagoba Arrasate, los cuáles estuvieron en todo momento perfectamente coordinados para apenas dejar huecos con líneas muy juntas que el Real Madrid no ha sabido penetrar.
Apostó Ancelotti por algunas rotaciones en el once inicial con respecto al Clásico, predominantes en flanco derecho en el que Carvajal, Camavinga y Asensio han relevado a Lucas Vázquez, Luka Modric que en la tarde del partido se conoció que sería baja por fatiga muscular y Rodrygo Goes, el resto del once fue idéntico al del pasado domingo con Courtois en portería, a pesar del susto final en los últimos minutos del Clásico, Mendy en el lateral izquierdo y el lateral de Leganés en el derecho con Militao y Alaba de centrales, Casemiro, Kroos y el mencionado Camavinga en el mediocampo, con Asensio y un Vinicius en estado de gracia en los extremos con Benzema como nueve.
Imagen: realmadrid.com
Empezó el partido sin apenas ocasiones de peligro, ya que el Real Madrid empezaba a estrellarse contra el muro de la defensa rojilla que a lo largo del partido se convertiría en inexpugnable, y más allá de una falta directa de Benzema que se fue alta y una gran jugada de Vinicius que recortó hacia dentro en la frontal del área para disparar al palo largo un chut que parecía gol pero que un defensa desvió lo justo para que no entrara, poco más se vio en la primera mitad porque salvo un disparo de Camavinga que se fue al lateral de la red y una penetración de Vinicius hasta la línea de fondo que el brasileño puso atrás y Carvajal remató a las nubes jugada que además pudo acabar en penalti ya que tras centrar el balón, el brasileño se llevó un pisotón descarado de un defensa navarro que llegó descontrolado, los escasos espacios que dejaba la defensa del Osasuna solo permitían al Real Madrid crear peligro mediante disparos lejanos que nuestros jugadores no dejaban de intentar con más o menos acierto ya que los de Kroos o Casemiro siempre iban fuera y sin embargo fue Militao quien estuvo a punto de abrir el marcador con un disparo desde su casa que se sacó de encima Sergio Herrera como buenamente pudo.
El cambio de un amonestado Camavinga por Rodrygo que retrasaba a Asensio al mediocampo, para nada hacía presagiar que la segunda mitad iba a empezar con un susto monumental, ya que un contragolpe perfectamente conducido por el batallador delantero rojillo Kike García permitió a Moncayola fusilar a Courtois y cuando parecía que iba a adelantar al Osasuna en el marcador, afortunadamente el balón se estrelló en la madera y en el colmo de la buena suerte el balón se estrelló en Carvajal cuando estaba tirado en el suelo y afortunadamente el rebote se fue a córner, esa ocasión espabiló al Real Madrid que se desperezó y se lanzó el ataque con muchos más espacios que en la primera parte lo que se evidenciaba con continuos desbordes de Vinicius que nunca encontraban rematador, con otra oportunidad de Benzema que tras un gran regate que sentó a dos defensas en un solo recorte, fusiló al portero en un trallazo que rozó el larguero, y con otro desborde de Rodrygo que acabó en el enésimo pase de la muerte sin rematador.
Imagen: realmadrid.com
En ese momento Ancelotti decidió lanzarse a por la victoria de cabeza para intentar ganar en profundidad y claridad, sustituyendo a Carvajal y Mendy para dar entrada a Lucas Vázquez y Marcelo que se lanzaron arriba desde el primer minuto y que salieron acompañados por Hazard quien sustituyó a Asensio que se situó por detrás de Benzema en un 4-2-3-1 desesperado en el que seguimos creando ocasiones sin ningún éxito y no sería porque Marcelo no lo intentó porque puso varios centros dificilísimos de defender que nadie acertó a rematar y eso que Rodrygo se adelantó en el salto cuando solo tenía que empujarla, pero hoy no había manera como se evidenció en los minutos finales cuando el propio Marcelo penetró hasta el área pequeña y superó al portero navarro con un pase de la muerte que de nuevo no remató nadie, por lo que ya parecía el típico partido en el que podemos estar tres horas chutando que el balón no quería entrar como después se demostró cuando Casemiro lanzó un trallazo de 70 metros que a punto estuvo de convertirse en el gol de la temporada, y que Sergio Herrera aprovechó para seguir perdiendo tiempo con la total permisividad arbitral que apenas descontó 4 minutos a pesar de que en los últimos minutos hubo poquísimo juego activo ya que las pérdidas de tiempo del Osasuna eran constantes, por lo que el partido terminó 0-0 y… gracias porque David García a punto estuvo de marcar en el descuento rematando una falta lateral absurdamente provocada por Lucas Vázquez y el remate del central osasunista se fue rozando el palo en una jugada a balón parado que a punto estuvo de costarnos el partido.
Por todo ello, el Real Madrid ha sido incapaz de marcar en el Bernabéu por segundo partido consecutivo como local quedándose empatado en un cuádruple empate a 21 puntos que puede romper mañana la Real Sociedad quedándose como líder en solitario si puntúa mañana en su visita a Vigo, el Real Madrid debe romper su mala racha en casa en la que tras el torrente de goles en sus dos primeros partidos ante Celta de Vigo y Mallorca parece que se ha agotado el repertorio porque los dos últimos partidos ante Villarreal y Osasuna se han saldado con dos empates a cero que han impedido al Real Madrid distanciarse en una clasificación, en la que si tuviera algo más de acierto estaría como líder destacado… y en el próximo partido como local nos espera el Rayo Vallecano que ha empezado la temporada de manera espectacular hasta el punto que su victoria de hoy ante el Barça parece que ha acabado con la etapa de Koeman en Barcelona, lo cuál si se confirma será una pésima noticia para el Real Madrid.