CRÓNICA | Orgullo, carácter y futuro: UD Ibiza 0 – 0 Real Madrid Castilla

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Y llegó el día D. Tras una temporada de crecimiento, de desarrollo, en que el equipo de Raúl González fue mejorando, partido a partido, se presentó el Castilla en los play-off de promoción a la división de plata del fútbol español. Raúl había recuperado para la convocatoria a Gila,  César Gelabert y Latasa, pero seguían en la enfermería Chust, Morante y el recientemente malherido Marvin, en el partido del primer equipo en Granada, tras el escalofriante pisotón de Machís. Tampoco podía contar con el rutilante Miguel Gutiérrez, ni con el imperial Antonio Blanco, ambos tratando de ayudar al primer equipo a alcanzar el título de Liga. Así que Raúl dispuso un equipo prudente atrás y punzante arriba, formado por: Fuidias en portería, con la línea defensiva compuesta por Santos, Carrillo, Gila, Pablo Ramón y Retuerta; Xavi Sintes, Dotor, y Sergio Arribas en el centro del campo; y, arriba, Hugo Vallejo y Hugo Duro.

En el primer cuarto de hora, la sensación de control del equipo de rosa chicle resultó sorprendente. Moviendo el balón con paciencia, de un lado a otro, con mucha movilidad de los hombres de arriba, subidas de los carrileros, Sintes con las llaves de la parcela defensiva y los tres centrales interceptando los intentos de ataque ibicencos, además de sacar el balón jugado con paciencia. Por delante de ellos, Dotor mantenía el plano del partido y tan pronto aparecía recuperando un balón en la frontal del área, como encabezaba las operaciones con el criterio y la paciencia que le caracteriza. Arribas iba cargando su batería, mientras Vallejo desbordaba en zonas de poco peligro. Solamente Hugo Duro parecía algo desconectado, más dedicado a su brega habitual contra los defensas que a cazar algún balón en largo.

Solamente un disparo desde la frontal de Dotor, que salió alto, y un intento de taconazo de Davo, delantero del Ibiza, que neutralizó Pablo Ramón, fueron las apariciones en las áreas en ese tramo inicial. Según fueron avanzando los minutos, el Castilla fue acercándose cada vez más al área rival. Arribas apareció, de improviso, en el minuto 23, poniendo un pase de la muerte para la llegada de Hugo Duro, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego. Entre el minuto 26 y el 28, el cuadro celeste mantuvo la posesión, intentando entrar por un lado o por otro, pero se pudo comprobar que los chicos de Raúl tenían claro que era casi más importante palear hormigón en defensa que afinar el violín en ataque, que para eso siempre hay tiempo.

A la media hora, tras una entrada bastante fuerte de Sintes que le costó la tarjeta, se detuvo el juego para la pausa de hidratación, algo que no veíamos desde hace tiempo. Y en ese ratito Raúl desentrañaba para sus centrales los misterios de lo que necesitaba el partido. El Ibiza, en juego, no generaba apenas peligro, pero cada córner era un suplicio, en parte por la estrategia que aplicaba el cuadro balear, y en parte por la timidez, en ocasiones, de los castillistas a la hora de despejar. Goldar tuvo un remate franco de cabeza en el minuto 36 y, afortunadamente, salió el remate desviado, pero la claridad de la oportunidad hizo que al Castilla le temblara un poco el pulso, y el Ibiza oliera algo de sangre.

Imagen: realmadrid.com

En el minuto 40, tras un ataque prolongado y paciente del Castilla, el árbitro señaló una falta a cinco metros de la frontal del área ibicenca, y se nos abrió la caja de las ilusiones, en forma de zurdazo de Arribas. Pero le salió un disparo flojo, que botó antes de llegar mansamente a las manos del portero Germán. Santos sacó una falta a Javi Lara, escorada, y se lió algo de tangana, con los chavales sin perder la cara al partido ni dejarse amedrentar por tipos con años de experiencia en batallas muy diversas. Me van a perdonar, pero la sensación es que a algunos de estos chicos les va la marcha y no les da miedo ni el rival más bravo. Con una última llegada sin peligro del Ibiza, terminó la primera parte.

El segundo tiempo vio a un Ibiza con más intensidad y nervio. Pablo Ramón vio una amarilla de lo más dudoso, sin balón de por medio y sin razón de ser. La falta fue sacada con peligro por Javi Lara, Sintes despejó mal, con el muslo, y dejó el balón muerto en el área, pero afortunadamente el remate del delantero celeste salió alto. Sergio Arribas apareció, poco después, por banda izquierda, y provocó una falta peligrosa, que sacó el mismo sin consecuencias, aunque quizá debido al despeje de un defensor ibicenco con el brazo o el hombro, ya saben ustedes que aquí nunca se sabe el criterio.

El partido se había abierto, y el Castilla aceptó la propuesta, presionando más arriba, pero eso le penalizó relativamente, porque el Ibiza llevó el juego hacia el campo del filial. El cuadro balear iba provocando córners, Javi Lara los sacaba, y Goldar llegaba a cada remate, aunque sin acierto. Arribas, tras un pase de primeras de Sergio Santos, apareció recorriendo la frontal del área rival, en el minuto 58, pero su remate, tras dos quiebros, salió desviado. Aun así, a esa ocasión le siguió un tramo de control y llegada del Castilla al área rival, que no se tradujo en nada efectivo, con idas y venidas continuas.

Pasada la hora de partido, el Ibiza hacía su segundo cambio, mientras Raúl no movía el banquillo. El Ibiza volvía a llegar, pero los centrales castillistas despejaban, a veces con más contundencia, pero otras con pifias preocupantes. Otro remate de Goldar, tras otro córner de Javi Lara, se encontró con un jugador de cada equipo casi en la línea de meta, y el balón salió rechazado, pero metió algo de miedo en el cuerpo a los chicos del filial. No a Raúl que, en el minuto 66, decidió incluir a Peter por Carrillo, pasando Santos a central derecho y con el juvenil como carrilero. En el 68, Goldar vio la tarjeta amarilla por un intento de chilena que dio más a Gila que al balón, y eso puso al Ibiza con los dos centrales amonestados a falta de 20 minutos para el final del tiempo reglamentario.

Imagen: realmadrid.com

Aun así, el Ibiza seguía intentándolo, cada vez con más empeño, y el Castilla aguantaba a duras penas los empellones, sacando el balón con dificultades. Gila se agigantaba en los despejes, cada vez más impenetrable, pero no acababa de verse el movimiento en el ataque de los de rosa. Una oportunidad de Peter, tras un robo, continuada de un centro de Hugo Vallejo para el otro Hugo, demostró las dificultades del equipo castillista para transformar las ocasiones. El partido se había vuelto a cerrar un poco, pero con la sensación de que solamente podía decidirlo una jugada a balón parado del cuadro ibicenco, o un destello de genialidad de uno de los chavales vestidos de rosa. Así las cosas, se detuvo el encuentro para refrescarse, de cara al último cuarto de hora del tiempo reglamentario.

A la vuelta de la pausa hidratante, siguió la misma tónica, con el Ibiza lanzando un balón parado tras otro, algunos con heridos y muertos de ambos equipos en el área, y el Castilla sin salir en condiciones y empezando a cometer algunos errores puntuales. Un remate lejano de Pablo Ramón, en el minuto 83, salió muy desviado, y ese fue todo el peligro que el filial llevó en ese tramo. El central mallorquín cometió dos errores por exceso de confianza, que solamente la presencia de un Gila insuperable, en modo capitán, permitió mitigar. A Hugo Vallejo parecía que se le iba acabando la batería, y seguíamos esperando el relámpago de Sergio Arribas, de cara a los últimos minutos. Mientras tanto, el Ibiza seguía llegando con peligro y forzando córners, uno tras otro, buscado a Goldar, y con Gila enfrente de él, abortando una tras otra.

El Ibiza no quería prórroga, y el Castilla solamente quería que no le metieran gol, con eso le bastaba. Y, a veces, eso no es suficiente. En el minuto 90, un magnífico pase el largo de Sergio Santos para la carrera de Hugo Duro fue señalado como fuera de juego, cuando el ariete castillista salía desde su propio campo en el momento del pase. Pero ya saben, si los linieres son penosos en Primera División, en estas categorías no iban a ser mejores. Una falta directa en el minuto 92, a la escuadra, fue rechazada por Fuidias con solvencia, enviándola a córner por enésima vez, sacado de nuevo con infartos y anginas de pecho, pero sin llegar a más. Y, con 0-0, el partido llegó a la prórroga.

Empezó la prórroga con el Ibiza plantado en el campo del Castilla, llegando por las bandas y tratando de convertir cada jugada en algo parecido a una jugada a balón parado, incluso un saque de banda. Una salida de Peter y Arribas por la derecha permitió a la defensa un respiro, pero los centros de Arribas se quedaban cortos, como si nuestro particular muñeco diabólico estuviera sin pilas ya desde un rato antes. Gila seguía convertido en un coloso atrás, y el Castilla, mediante la presencia de un Peter menos carrilero y más extremo, empezaba a llegar por oleadas. Santos vio la tarjeta por una entrada en que se llevó el balón, pero con la plancha por delante, y el árbitro se la sacó, porque no debió de ver el partido de los mayores contra el Granada el pasado jueves. El Castilla seguía sufriendo atrás, cada vez más, y el conjunto celeste seguía insistiendo una y otra vez.

Imagen: realmadrid.com

Una llegada de los Hugos acabó en un posible penalti que, evidentemente, el árbitro ni se planteó pitar, en el minuto 99. Se acababa el oxígeno en las filas de los dos equipos, y daba la sensación de que Raúl estaba reservando las bombonas para el tramo final, mientras el Ibiza iba haciendo cambios y, a esas alturas, llevaba ya cuatro. En el cuadro celeste se empezaba a notar en que ya no llegaba tan fresco a los cruces, pegando unos viajes tremendos a los chavales, y en el Castilla, en un último esfuerzo, atacaba el área rival en una jugada prolongada que acabó con un remate lejano y duro de Dotor, que el portero atajó con dificultad. El árbitro parecía desentenderse de cualquier jugada que fuera medianamente conflictiva, y el filial madridista estaba abandonado a su suerte, dependiendo exclusivamente de su talento y de la última bocanada de aire.

El descanso de la prórroga llegó con el Ibiza ya algo agotado, y el Castilla jugando más con el alma que otra cosa. Para el cuarto de hora final, el Ibiza hizo su quinto cambio, y Raúl decidió meter en el campo a Latasa y Gelabert por Dotor y Retuerta, quemando las naves. Sintes se metió como central, y el equipo pasó a un 4-2-4 kamikaze. Y así salió, a por la yugular del rival. Un remate de Arribas, colocado pero flojo, tras un córner de Gelabert, fue detenido por Germán. El árbitro siguió en su actitud displicente, y los jugadores celestes empezaron a perder tiempo, como era de esperar en un equipo experimentado. En el minuto 110, un ataque del Ibiza estuvo a punto de ser gol en propia puerta de Gila, pero Fuidias salvó en la línea y el Castilla sobrevivió una vez más.

Raúl dobló la apuesta y metió a Kenneth y a Israel Salazar por Pablo Ramón y Hugo Duro, en el minuto 111: un homenaje a los pioneros, con una WM de manual en el campo. Pero ese adelgazamiento de la estructura permitió al Ibiza jugar en campo rival y defenderse manteniendo la posesión del balón, con los chicos persiguiendo a los rivales sin mucho éxito. El Ibiza desplegó todo el repertorio de trucos y paró lo que pudo el partido. Kenneth tuvo la opción en el minuto 115, pero centró flojo a las manos del portero, mientras el Castilla se partía en dos en cada salida al contraataque del cuadro balear. Gila, además de sacar cada balón del área, ayudaba a Goldar a estirar el gemelo para evitar que se perdiera tiempo, y solamente le faltaba pedir la cortadora de césped para igualarlo.

La entrada en los últimos minutos de partido vio al Castilla volcado y asumiendo riesgos, el árbitro pensando en sus vacaciones, quizá en Ibiza, y el conjunto balear cada vez más temeroso al salir. En el minuto 120, un córner a favor acabó con un remate de Arribas al lateral de la red, demostrando que el equipo iba a caer luchando hasta el final. Y ese fue el último remate, porque el partido acabó poco después, con el 0-0 que eliminaba al Castilla, y que no hacía del todo justicia al enorme partido atrás de Gila, al incesante esfuerzo de Dotor en el medio, a la eterna guerra de Hugo Duro contra los defensas rivales, o al inacabable esfuerzo de Hugo Vallejo para generar peligro y ayudar a sus compañeros. Acababa el viaje del Castilla hacia la segunda categoría española, con la lógica decepción de no haber podido llegar más lejos, pero con el orgullo de haber contemplado, durante toda la temporada, a un equipo con personalidad, con carácter, con ansia de ganar, y con un talento del que podrá alimentarse el primer equipo en los próximos años. Diga lo que diga algún gilipollas sobre las uñas de Pedri.

 

RESULTADO FINAL

IBIZA, 0 – REAL MADRID CASTILLA, 0

 

REAL MADRID CASTILLA

13  Toni Fuidias

20  Sergio Santos

28  Carrillo (27. Peter Federico, min. 65)

4    Gila

15  Pablo Ramón (18. Kenneth Soler, min. 111)

24 Retuerta (10. Gelabert, min. 105)

14  Xavi Sintes 

8    Dotor (21. Latasa, min. 105)

22  Arribas

17  Hugo Vallejo

19  Hugo Duro (31. Israel Salazar, min. 111)

Vieron tarjeta amarilla Xavi Sintes (min. 29), Pablo Ramón (min.48), Hugo Duro (min. 64) y Sergio Santos (min. 95).