Una crónica de: @diegomallo1
Comenzamos el partido con un quinteto inédito, teniendo en pista a Laprovittola, Abalde, Taylor, Vukcevic y Tavares, buscando la sorpresa en la rotación, pero duró poco tiempo.
El primer cuarto comenzó con un parcial de 0-8, con muchísimo acierto de Laprovittola, pero el Efes no es equipo de dormirse cuando recibe un golpe, y la respuesta se consumó otros 8 puntos sin respuesta de los turcos, para dar la vuelta al marcador, y ponerse 15-14. A base de pérdidas y faltas en ataque, el Madrid perdió la ventaja y se marchó al final del cuarto dos puntos abajo, 20-18.
En los segundos diez minutos continuó la igualdad entre ambos equipos, lo que se iba notando cada vez más era el cansancio de Tavares, la salida de Thompkins aportó aire fresco al equipo blanco. La anotación exterior de los de Efes se impuso en los primeros ataques, Micic, Larkin y Beaubois, anotaron con pocos problemas en tiros liberados, excepto un canastón del norteamericano, que metió un triple en carrera, saltando y sobre la bocina. También vimos cosas poco habituales como dos airball de Rudy, todas estas circunstancias propiciaron que el marcador al descanso fuese 44-40.
En el tercer tiempo, se notó la subida de nivel defensivo de Efes, y forzó que solo fuese capaz de anotar el equipo blanco una canasta en casi 7 minutos, llegando a llevar la diferencia a los 13 puntos, demasiados triples lanzados, y ninguno anotado en ese tiempo. El doloroso parcial sufrido en este cuarto condenó el partido, los números paupérrimos en el tiro exterior, marcaron el 20-10 de este cuarto, el marcador se fue hasta los 64-50.
El último cuarto comenzó igual, teniendo en este caso algo más de acierto, pero los otomanos no frenaban en la anotación, y a falta de 7:40, se fueron con +18. Llegado este momento, Laso con lógica, sentó a los más habituales para guardarlos para el siguiente partido. La trascendencia de este final de cuarto solo sirve para poner de manifiesto lo cansados que estamos a estas alturas de temporada, y la clase que tiene el tercer mejor equipo de la fase regular de la Euroliga.
El resultado abultadísimo, la poca intensidad en defensa, y en el rebote, y el sonrojante porcentaje de 3, sentenciaron al equipo blanco. El marcador final 90-63.