Una crónica de: @Datemus
La primavera se asomó a febrero en la Villa y Corte. Nuestro refranero sentencia que en este mes el perro busca la sombra a pesar de que aún estemos a la mitad del invierno. Y lo futbolístico acompañó a lo meteorológico en una tarde completamente plácida para el Madrid, que partía con la necesidad de puntuar para mantener las escasas opciones de luchar por el título, y no sólo desde el punto de vista matemático, como el avezado lector podrá deducir del título de esta crónica.
Zidane volvió a sorprender, como es característico en él, abandonando el esquema de tres centrales que tan buenos resultados dio en los últimos minutos disputados y volviendo al tradicional 4-3-3. Atrás, reaparecía Carvajal en el lateral derecho, Mendy volvía a jugar como lateral izquierdo y Varane y Nacho formaban como pareja de centrales. La medular estuvo compuesta por Casemiro, Kroos y Modric mientras que en punta, Asensio partía por la derecha, Vinicius por la izquierda y Benzema como el puto genio Benzema, sin olvidarnos de Courtois defendiendo la portería.
No hubo mucha historia durante los primeros minutos. El Madrid se hizo con el dominio del partido mientras que el Valencia parecía conformarse con cerrarse muy atrás cada vez que los blancos entraban en su campo. Apenas había presión, sacrificada en pos de un cómodo orden y de la acumulación de jugadores ches cerca de su portería. El dominio de la pelota por los de Chamartín se hizo monopolista, no sólo impidiendo cualquier salida a la contra visitante tras pérdida sino recuperando el cuero de forma prácticamente instantánea, con unos centrales muy atentos, arriesgando en la anticipación con rapidez y decisión. De ellos, justo es destacar la impresionante actuación en la tarde de hoy de Nacho Fernández, otro Lázaro recuperado milagrosamente por Zidane del ostracismo más absoluto de la temporada pasada. El canterano está muy cercano al nivel que le llevó a la internacionalidad, para desgracia del resto de competidores de su puesto y, en especial, de un Elder Militao al que le resta una papeleta de lo más complicada para seguir disfrutando de minutos visto el percal con el que el madrileño se las gasta. Veintidós añitos tiene el bueno de Militao. Necesita tiempo de competición con el que continuar su progresión, pero esto es el Madrid y no es que estemos precisamente en unas horas tan altas como para repartir minutos con los que hacer progresar a los jóvenes.
Imagen: realmadrid.com
El Madrid se atascaba por las bandas, pero las figuras de Casemiro, Kroos y Modric empezaban a alargar sus sombras sobre el césped del Di Stefano. Su anatomía se agigantaba por momentos, sometiendo a sus rivales en esa zona del campo y ofreciendo, con el paso de los minutos, la sensación de que el peligro llegaría en cualquier momento.
En el 10’, una rápida salida de pelota tras recuperación local resulta en un gran pase de Carvajal a Kroos. El teutón, absolutamente genial, ya tenía ideada su combinación al primer toque, sorprendente, vertiginosa y no exenta de su portentosa técnica, con Karim Benzema. Karim y Vinicius quedaron uno contra uno con Correia y Paulista. Vinicius se desmarca arrastrando a Correia y dejando en uno contra uno a Benzema con el central valencianista. El genio francés, perfilándose hacia dentro, soltó desde la frontal un remate cruzado con el interior de su diestra que, como he escuchado a unos comentaristas ingleses, sólo puede definirse como “pure class”. Ese es Benzema, el mejor jugador hoy por hoy de todo un Real Madrid, lo que es decir mucho. Un pura clase fantástico, dotado de unas cualidades para cualquier faceta del juego que parecen de otro planeta: pase, desmarque, pared, ayuda, combinación y remate. Sí, sí, remate: de cabeza, con el pie, chutando, a balón parado (recordemos no hace mucho) o como le dé la real gana a este portento del balompié. No hace mucho se mofaban de que era nuestro delantero centro, pero el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio.
Pareció acomodarse el Madrid en los minutos posteriores y los locales incluso disfrutaron de cierto dominio del juego, completamente estéril, eso sí. Los blancos buscaron robo y contragolpe para lo que cedieron la iniciativa, pero el partido entró en una fase sosa en la que los nuestros, por lo menos, mantuvieron un alto nivel de esfuerzo defensivo colectivo.
Imagen: realmadrid.com
Lo peor de esta fase del encuentro fue la lesión de Dani Carvajal en el ecuador del primer tiempo, al que sustituyó un Lucas Vázquez que también reaparecía y que lo hizo bastante bien. Una pésima noticia para el madridismo y para un jugador que es todo corazón, al que seguramente le duele más el alma que el muslo derecho del que parecen provenir sus males. Le deseamos una pronta recuperación al bueno de Dani.
Tras la entrada de Lucas, Kroos y Modric parecieron reanudar su avasallamiento sobre la medular visitante y volvieron, a falta de bandas, a tornarse protagonistas del partido, con una velocidad de combinación cada vez más rápida y una serie de envíos de lado a lado del campo con la que hicieron aparecer los espacios a la par que forzaron al rival a correr tras la pelota en una serie de sucesiones de varios minutos consecutivos.
Fruto de este dominio llegó, en el 41’, el segundo de los nuestros. Modric, con esfuerzo e inteligencia, se desmarcada por la derecha ganando la línea de fondo. Su centro atrás es recibido por Lucas que, a su vez, saca a la frontal del área en la que apareció de nuevo el ingeniero alemán para dar, con una técnica exquisita, el último pase a la red con el interior de su diestra. Disparo fulminante de interior de Kroos, marca de la casa, ceñido al palo de un portero al que cogió totalmente a contrapié. Una delicia de golazo para los aficionados al buen fútbol que, a falta de penetraciones por banda, disfrutaron de una faceta del juego infrautilizada por el Madrid contra equipos muy cerrados: el disparo desde fuera del área.
Imagen: realmadrid.com
Así se llegó al descanso del partido, con un conjunto local muy superior que tal vez vivió su tarde más plácida en casa de toda la temporada.
El segundo tiempo siguió por los mismos derroteros del primero. Todas las iniciativas propuestas por el Valencia terminaron siendo sometidas por Kroos, Modric, Nacho, Karim, Lucas y, por si fuera poco, un Marco Asensio cada vez más participativo buscando la pelota por todas las zonas del campo. Poca historia que contar pues, ya que las ocasiones fueron blancas y si no se llegó a más, probablemente fue por cierta dosificación del esfuerzo de los jugadores locales. Sólo un disparo lejano de Maxi Gómez pareció querer cambiar un guion a merced de un destino prefijado, pero sólo permitió demostrar a Courtois lo bueno que es. El belga, atento siempre, envió la pelota a córner con una gran intervención.
En el 54’, replicó el Madrid con otra jugada desde la banda a la frontal, esta vez de Vinicius a Kroos, pero el alemán la pegó mordida demostrando que es humano y envió la pelota fuera.
Imagen: realmadrid.com
Seis minutos después, llegó una jugadón enorme en el que Nacho, escorado a la izquierda, solventó la presión de la delantera rival con un fantástico pase en profundidad de 50 metros hacia la espalda de la zaga rival. Un pase digno de ser firmado por Xabi Alonso, Bend Schuster o Toni Kroos. Allí estaban Vinicius y Mendy dispuestos a atacar la espalda de los centrales. Interesantísima la disposición del equipo para vencer la presión adelantada rival, con Mendy prácticamente haciendo de exterior en lugar de dar opción de pase en corto a los defensas. La pelota fue recogida por Vinicius que, con espacios, castiga a los rivales con toda la severidad que se le echa en falta contra equipos cerrados atrás. Mendy llegó al área acompañando la carrera de Vini y recibió del brasileño para rematar a puerta y marcar. Desgraciadamente, el VAR intervino para anular el gol por fuera de juego del francés. No entraremos a analizar la actuación arbitral, algo que tendrán ustedes disponible en @eldiariodemou de la mano de @cubelas13, aunque sí la valoraremos rápidamente sin más que señalar que los colegiados en el VAR y sobre el césped fueron hoy los mejores de los visitantes.
En el 70’, Arribas entró por Asensio. Sus compañeros no lo encontraron demasiado, pero volvió a dar muestras de su calidad y desparpajo, mostrándose como una de nuestras alternativas más sólidas para incrementar el caudal ofensivo cuando se necesita.
En el 77’, Vinicius ataca la espalda de la defensa tras una brillante combinación del equipo con la que rompió la presión adelantada rival. El brasileño cede a un Benzema que caía hacia esa zona del campo que tanto le gusta. Karim encaró al defensa y le lanzó ocho amagos con los que dio tiempo a Mendy a entrar en el área. El delantero galo se la dio a su compatriota que, en una posición un poco forzada, se la preparó para un disparo de puntera que se quedó en un ligero roce de la pelota por muy poco. De haber podido tocar un poco más el balón, a buen seguro que la acción habría modificado el marcador. Lleva Mendy dos partidos en los que, aprovechando su impresionante condición atlética, pisa el área y aparece prácticamente en boca de gol para rematar. Interesante la opción ofensiva que nos da el francés en un equipo necesitado de hombres al remate.
Imagen: realmadrid.com
En el 78’, Modric y Benzema dieron paso a Isco y Mariano. Con los cambios, el partido decreció muchísimo en calidad de juego. Ni ches ni merengues acertaron a crear jugadas ofensivas de mérito y disputaron los minutos de la basura entregados a un destino irrevocable, con la mente puesta en la ducha, la rueda de prensa y los compromisos venideros.
Gran victoria del Madrid, completamente superior a su rival. Un partido muy tranquilo, sin sobresaltos atrás, recuperando la solidez defensiva y la portería a cero, e incorporando un juego atractivo a base de combinaciones rápidas que hemos echado muchísimo de menos en muchos partidos de los últimos dos meses. Se han visto alternativas ofensivas frente a equipos que se cierran atrás como el disparo a puerta lejano, donde tenemos extraordinarios jugadores en esta faceta del juego, con capacidad de marcar tantos tan bonitos como los del día de hoy.
Esperemos que, a pesar de las bajas, este equipo sea capaz de continuar creciendo en estos momentos tan importantes de la temporada, donde se nos vienen la Liga, el enfrentamiento directo con el Atleti y los Octavos de Champions. Así mismo, ojalá que Dani Carvajal se recupere lo antes posible de otra maldita lesión muscular.