Una crónica de: @Datemus
La vida sigue igual. El año nuevo no ha traído ningún cambio para el Castilla. Más bien todo lo contrario: la inocencia a la hora de defender parece haberse ahondado, como si el equipo se viera obligado, ante la proximidad de los Reyes Magos, a regalar puntos con más generosidad si cabe. Y lo peor es que la situación comienza a ser muy preocupante por la cercanía con la zona de descenso. Apenas queda margen de error antes de que la ansiedad y el nerviosismo amenacen con atenazar a los jugadores y a un cuerpo técnico que, a pesar del buen juego que el equipo exhibe en bastantes fases de los partidos, no está consiguiendo hacer un conjunto sólido, competitivo y a la altura de lo que se espera del Real Madrid Castilla.
No acompaña la suerte, como les suele ocurrir a las plantillas inmersas en dinámicas negativas: hoy, dos disparos a puerta del Melilla y dos goles, ambos evitables a poco que los jugadores de Raúl se hubieran aplicado con algo más de disciplina y oficio. Menos aún acompañan los arbitrajes, que están limando puntos y opciones partido sí, partido también. Hoy, un par de penaltis y un gol legal birlados. El saldo de errores a favor y en contra no reflejan azar, sino todo un patrón de comportamiento que el club conoce, pero que por alguna razón y como sucede con el primer equipo, no quiere o no sabe contrarrestar, para desgracia de socios y resto de aficionados.
El partido, no obstante, tiene mucho que contar, por lo que comenzaremos, como es costumbre, por analizar el once con que puso Raúl en liza: repitió defensa, con Gila y Sergio López sustituyendo de nuevo a Dela y Guillem. En la medular, la principal novedad fue la entrada de Baeza que, junto con Fidalgo, formaron como interiores por delante de Martín. Jugaron como extremos Franchu Feuillassier por la izquierda y Marvin por la derecha y partiendo, como es habitual, Pedro como ariete. Altube esta vez estuvo bajo palos en lugar de Belman.
El partido comenzó con una presión muy intensa y adelantada del Melilla, que maniató a la medular local, incapaz de sacar el balón de forma limpia desde la zona defensiva. Sin embargo, esta intensidad se fue diluyendo y a los diez minutos, los de Raúl comenzaron a dominar merced a la buena actuación de Martín, que se adueñó de la medular y distribuía juego acertada y rápidamente a sus compañeros. De ellos, los más participativos fueron Franchu y Fran por la izquierda, acompañados de Fidalgo bien a través de sus apoyos, bien de sus desmarques.
Para el minuto 15 ya había habido dos o tres jugadas de mucho mérito y peligro por la izquierda, que finalizaron en disparos peligrosos rechazados por la zaga local. En el 20’, Marvin, menos participativo, al igual que Baeza, realiza una internada por la derecha con un par de quiebros tras los que centra atrás a la frontal del área, donde Fidalgo esperaba la pelota. El chut del asturiano sale rechazado por un zaguero hacia Feuillassier, muy cerca del área pequeña aunque algo escorado pero solo ante el portero. Desgraciadamente, el disparo del de Mar de Plata salió por encima de la portería visitante.
El dominio del Castilla se incrementaba y los locales se hicieron amos y dueños del juego. El balón apenas duraba en los pies de los melillenses. Martín se exhibía distribuyendo y Fran y Feuillassier se hartaban a generar penetraciones peligrosas por la izquierda. En el 27’, un nuevo intento de penetración por la izquierda se torna en un pase al centro a Fidalgo. El ovetense abrió hacia la incorporación de Sergio López por la banda derecha, por la que apenas había entrado el equipo excepción hecha de la jugada en el 20’ de Marvin. El lateral diestro realizó un excelente centro al área, tenso, preciso, difícil de despejar e ideal para el remate de cabeza. Ahí apareció Pedro, que de un soberbio testarazo, marcó el primer gol de la mañana y su primer tanto de cabeza, a pesar de sus 197 cm de estatura.
Siguió el dominio absoluto de los de Raúl, generando buen juego y algunas ocasiones que debieron aprovecharse para cerrar el partido, más teniendo en cuenta la facilidad con la que agasaja el Castilla a sus oponentes.
En el 34’, Baeza y Franchu intercambian posiciones. El andaluz, pegado a la cal, pasa la pelota a la posición de interior ocupada por el argentino, que encara en diagonal, se perfila para el disparo y suelta un soberbio chut con el interior que con un paradón, despeja Oleaga a córner.
En el 41’, el Castilla desbarata desde Altube, con una excelente combinación, la presión adelantada del Melilla, superando todas las líneas con varios pases de tiralíneas. El balón termina una vez más por la izquierda, con la enésima incorporación de Fran, que centró raso a la frontal del área. Allí recogió la pelota Fidalgo, pero su disparo, una vez más, fue tapado por los zagueros.
En el 45’, otra penetración por la izquierda de Fran culminó con un centro al área que fue rematado en semifallo por Marvin, saliendo la pelota fuera por muy poco.
Así nos fuimos al descanso, con la enorme preocupación de haber perdonado mucho y con el recuerdo, siempre latente, de los habituales errores funestos de los blancos, origen y causa de la mayor parte de los goles de sus contrarios.
El segundo tiempo se inició con cierto cambio de planteamiento del Castilla. El equipo no presionaba arriba e iniciaba las maniobras defensivas desde la línea divisoria. El Melilla pudo tener algo más la pelota, aunque de forma inoperante, perdiéndola en cuanto intentaba profundizar y dando opciones de contragolpe a los locales.
En el 50’, Marvin realiza un desmarque de ruptura ante una pérdida visitante, excelentemente visto por sus compañeros. Pugna con Richi y con un cambio de ritmo, lo supera con facilidad. El central agarra manifiestamente a Marvin que, en lugar de dejarse caer, prosigue la lucha por marcar solo ante el portero pero finalmente, su disparo sale excesivamente cruzado cuando casi se cantaba el gol.
En el 54’, una falta realizada a Marvin en la frontal es sacada por Javi Hernández directa. A pesar de que supera la barrera, la pelota se va ligeramente desviada a la izquierda del meta melillense.
Desde ese momento, el Castilla comenzó a dar síntomas de preocupante disminución de su intensidad. El Melilla empezó a tener la pelota y a combinar y, aunque no creaba ocasiones, el encuentro se abrió y pudo verse al balón visitando los alrededores del área local.
A la hora de juego, esta situación se hizo aún más palpable, lo que parecía aconsejar algún cambio de Raúl para reforzar el medio campo.
En el 65’, Carrión, que por lesión de su compañero Mena tuvo que jugar en la medular, convirtiéndose en el mejor de los visitantes en el partido, botó excelentemente un córner. Cerca del área pequeña apareció el central italiano Diana, absolutamente solo, para rematar de un testarazo imparable el balón a la red. Primer remate del Melilla en el partido y gol. Y es que las ocasiones que conceden los de Raúl cuando toca defender son tan claras que terminan con el mayor de los castigos.
Poco después del gol, tarde y mal, dio entrada Raúl a Gelabert por Marvin. Difícil saber si Marvin era el jugador a retirar, más cuando se encomendó a Baeza, muy poco participativo, la banda derecha. Gelabert, desgraciadamente, aportó hoy muy poco al equipo, por lo que el Castilla se hundía mezcla de inoperancia, incredulidad y ansiedad. No obstante, con mucho peor juego que en la primera mitad, siguieron intentándolo los locales.
En el 70’, Pedro encara en el pico del área, se perfila para disparar y suelta un zapatazo cruzado con el interior que se marchó por muy poco.
En el 75’, Gelabert saca un córner que despeja la zaga local, cogiendo al Castilla totalmente descolocado. El Melilla inició un rápido contraataque que pudo cortarse perfectamente con una falta táctica, pero los nuestros, una vez más, prefirieron hacer gala de inocencia. Carrión realiza una conducción por la izquierda con todo el Castilla reculando en inferioridad. Antes de penetrar en el área, Carrión golpea de empeine formidablemente y envía su disparo cruzado a la red. Altube, muy concentrado en su palo, nada pudo hacer con su estirada. Segundo remate del Melilla y segundo gol. 1-2.
Raúl reaccionó dando entrada a Rodrigo por Baeza, enviando a Franchu a la diestra y colocando a Fidalgo por la izquierda. Su equipo se sumió en un desconcierto absoluto, sólo parcialmente compensado por el carácter de los jugadores durante los últimos diez minutos, que intentaron con mucho más corazón que cabeza salvar al menos un punto, en especial por parte de un Feuillassier que fue el mejor de los nuestros hoy.
En el 85’, Martín bota una falta cometida sobre Fidalgo en la frontal. Varios jugadores del Castilla incurren en fuera de juego posicional, pero no Rodrigo, que de un formidable remate de cabeza envía el balón a la red. Debió de ser el tanto del empate, pero los delegados del CTA anularon injustamente, una vez más, el tanto a los locales.
Con todo perdido, Gelabert, en el 94’, pone un gran pase en profundidad a Pedro, que realiza un gran control, seguido de un mejor recorte que le deja posicionado para el disparo. Chutó el ariete andaluz y desvió por muy poco uno de los zagueros a córner, dejándonos a todos con la miel en los labios. Dos minutos antes, Pedro había dispuesto en una jugada muy parecida de otra buena ocasión.
En definitiva, una vez más, asistimos a un buen partido de los locales, en especial durante la primera hora, arruinada por asombrosos errores defensivos y por una manifiesta falta de oficio. Como no se está corrigiendo en nada esta situación y hemos empezado el nuevo año como dejamos el anterior, asistimos con preocupación a una semana en que vamos a jugar dos partidos importantísimos: este miércoles, en Vigo, se jugará el encuentro aplazado por condiciones meteorológicas peligrosas frente al Celta B. El domingo, repetimos en el Di Stefano frente a las Rozas. Se necesita imperiosamente ver un equipo sólido defensivamente, competitivo y capaz de llevarse no menos de cuatro puntos de estos dos enfrentamientos. Si de paso se aprovechan al menos un par de las muchas ocasiones generadas, la transformación sería radical.
Resultado final: Real Madrid Castilla, 1 – Melilla, 2.
Goles:
1-0 (min. 28): Pedro.
1-1 (min. 66): Diana.
1-2 (min. 76): Carrión.
Real Madrid Castilla: Altube, Sergio López, Fran García, Martín, Feuillassier, Fidalgo, Javi Hernández, Gila, Marvin (César, 67’), Pedro y Baeza (Rodrigo, 80’).
Melilla: Oleaga, Richi, Diana, Garay, Carrión (Ricardo, 89’), Ceberio, Ortega, D. Ramos, Ruano (Mena, 24’), Deco y Carri (Bueno, 64’).
Imagenes: realmadrid.com