CRÓNICA | Arribó la primera victoria: Real Madrid Castilla 1 – 0 Unionistas de Salamanca

Una crónica de: @Datemus

Llegaban los de Raúl al tercer encuentro liguero por con un solo punto en el zurrón. Bastaría como resumen de ambos partidos copiar y pegar las conclusiones de los de muchos de los partidos de pasadas campañas:  arbitrajes en contra y candidez defensiva.

Enfrente, el más prometedor intento, hasta la fecha, de revivir al clásico Unión Deportiva Salamanca, histórico de nuestro fútbol, y de una tierra en la que no hay independentistas millonarios, empresarios cuya estela en países como Francia y Estados Unidos está regada de escándalos y cuentas pendientes con la justicia, capaces de rescatar económicamente a una entidad devota de intereses ideológicos que nada tienen que ver con el deporte mientras eluden sin sonrojarse la más elemental de las éticas en lo que a los conflictos de intereses concierne. ¿Quién roba a quién? Palancas, así lo llaman los estrategas de negocios menguantes, estómagos gigantescos dependientes del bolo alimenticio del dinero público a cambio de transformar los rotativos en talleres de panfletos al dictado. La palanca cero, la que activó una de las puertas giratorias más bochornosas de eso que llaman nuestra democracia, llevó a Miguel Cardenal de la presidencia del Consejo Superior de Deportes a Mediapro tan pronto como expiraron los límites legales temporales, sin voluntad alguna de disimulo y con total sensación de impunidad no ya sólo en lo jurídico, sino en lo social, parapetados en el hecho de que a la opinión pública se le priva ya de la información y del recordatorio de tan vergonzosos actos de nuestra casta política. Todo tras impulsar una ley que dejaba en manos de Roures los derechos audiovisuales en exclusiva de una asociación de clubes que, sin la menor de las protestas, permite a este sujeto participar en la propiedad de uno de ellos sin realizar una sola observación. Mañana veremos a cualquier presidente rasgarse las vestiduras por un penalti dudoso o por una revisión de jugada del video arbitraje como si el futuro de su entidad dependiera de ello, mientras calla y otorga en un escándalo que desprestigia la competición española hasta vaciarla de interés incluso para los propios espectadores patrios, más enganchados a la Premier que a la burda ópera buffa escenificada por Mediapro y Tebas.

Dejando de lado el doloroso hecho de que nos tuviéramos que enfrentar al Unionistas de Salamanca y no la Unión Deportiva, y entrando en lo meramente futbolístico, comenzamos por el once que del Castilla para este delicado compromiso casero: Mario de Luis bajo palos, puestos de central para Rafa Marín y Marven. Como laterales, Vinicius Tobías y Pablo Ramón. La posición de mediocentro fue para Villar, acompañado de Dotor, Peter y Arribas en el centro del campo. En punta, Álvaro y el debut en el Di Stefano de Iker Bravo, cuya entrada en la formación inicial forzaba a Raúl a modificar el dibujo del equipo. Peter se fue a la banda derecha, Arribas jugaba escorado a la derecha y Dotor quedaba como interior único por delante de Villar, restando efectivos en la medular para sumarlos a la delantera.

No llevábamos ni un minuto de encuentro cuando los Charros estuvieron a punto de marcar. Les va a sonar la jugada: pérdida en la salida de balón, en zona peligrosa, contra rápida, balón suelto en el área por la falta de contundencia de nuestros zagueros y remate a placer del primer centrocampista que pasaba por ahí, Nesplar, sin que Marven llegue en la ayuda. Menos mal que Mario estaba muy buen colocado y pudo despejar con buenos reflejos a donde no había nadie.

 Un minuto después, lo mismo. Nespral se toma un café en el área para chutar y forzar a Mario a una gran mano por arriba.

A los tres minutos, el Castilla se veía con dos paradones de su arquero que habían evitado dos tantos, sin haber hecho nada para merecer tanto castigo más allá de su eterna molicie al defender. El Castilla, aliviado por haber eludido el gol en contra, se serenó y empezó a tener la iniciativa del juego, aunque sin generar ocasiones. Ahora sí, comenzó un primer cuarto de hora de tanteo.

En el 18’, Unionistas pudo volver a marcar en un pase en profundidad desde la línea del mediocampo a Chapela, que en un claro fuera de juego en el que el linier, una vez más, se equivocó en contra del Castilla, se quedó en uno contra uno con Mario de Luis. El héroe local aguantó de pie lo indecible, tragando saliva hasta llegar a la apnea, y evitó un tanto que esta vez sí, habría resultado muy injusto por haber quedado en el haber del trío arbitral. Y van, ¿cuántas?

En el 24’, llegó la primera ocasión de los de Raúl, en un córner sacado atrás, en jugada de pizarra, hacia Vinicius Tobías, que puso un gran centro al segundo palo, peinado al centro y que estuvo a punto de encontrar rematador. La réplica visitante no se hizo esperar: en el 28’, de Miguel remata un gran saque de esquina, prácticamente sin oposición, y la pelota sale lamiendo el palo. Los salmantinos habían merecido ya sacar partido de las gentilezas defensivas con las que su rival exhibía sus cualidades de anfitrión.

Tras la primera media hora, Unionistas se habría ganado el favor del más escrupuloso “panenquita”, ordenadísimo atrás, perfectamente colocado, sabiéndola tener desde atrás y capaz de amenazar en las contras. Sin embargo, en el 34’, tras una nueva llegada charra al área merengue, Pablo Ramón pone desde área propia un balón en largo buscando la espalda de los centrales. Hasta tres jugadores visitantes se lían entre ir al despeje y tapar el extraordinario desmarque a su espalda de Álvaro. El balón del bueno de Pablo tampoco era moco de pavo, y entre unas cosas y otras, la pelota encontró a su destinatario que, con extraordinaria habilidad en los pies, esa que sus centímetros parecen ocultar al espectador inexperto, quiebra al portero y marca el primer tanto del encuentro. 1-0.

Dos minutos después, en pleno shock unionista, el linier birló otro uno contra uno a Álvaro tras pitar un fuera de juego inexistente, con el portero ya driblado, por no menos de metro y medio. Errores incomprensibles, de bulto, siempre en contra de los mismos. ¿Qué vamos a decir de los árbitros?

Se llegó así al final del primer tiempo. Unionistas tuvo ocasiones como consecuencia de los errores en defensa del Castilla y del trío arbitral. Dejó al Castilla vivo y recibió el castigo de la rapidez, potencia y habilidad de un gran Álvaro. Consiguió, sin embargo, dejar a los de Raúl prácticamente inéditos en la generación de ocasiones. Las dos de Álvaro, otra a balón parado, y pare de contar. El invento de los cuatro centrocampistas dejó inéditos a Arribas, Peter e Iker Bravo. Incertidumbre, por tanto, en lo que quedaba por venir.

En el 46’, Unionistas envía el balón al larguero en un remate de cabeza al saque de una falta. Quedaba impune, una vez más, la debilidad defensiva del cuadro de Raúl, a la par que se advertía a la parroquia local de que hoy tocaba sufrir.

En el 50’, Arribas debutó el encuentro con una jugada individual genial, marca de la casa, con la que estuvo a punto de marcar tras librarse en un palmo de terreno de su marcador y del portero.

Con el partido roto de forma incomprensible, sin que los locales supieran manejar el marcador favorable, sólo un minuto después el árbitro nos perdonó un clarísimo penalti de Marvel a de Miguel tras una imperdonable pérdida de Vinicius Tobías. Rompía el colegiado la tendencia de equivocarse a favor del mismo, pero no la de cometer errores de continuo, con una pareja de linieres convertida en su peor enemigo.

Raúl reaccionó al caos con el que los suyos se desenvolvían sobre el césped y sacó en el 58’ a un inédito Iker Bravo para dar entrada a Álvaro Martín, repoblando de nuevo la medular según sus propios usos y costumbres. Mal debut de Iker, al que le tocó uno de los partidos más espesos que el Castilla ha disputado en el Di Stefano en las dos últimas campañas. Esperemos que tenga ocasión de brillar pronto, cuando sus compañeros de la medular sean capaces de elaborar mejor juego de ataque. Álvaro se fue a la derecha y por fin Arribas, perdido como exterior derecho, recuperaba la posición de interior.

Con un Castilla mejor asentado, Raúl sacó en el 65’ a Villar del campo para meter a Edgar. Nada más producirse la sustitución, una gran contra maravillosamente ejecutada por Arribas finaliza con un mal remate de Dotor, solo contra el portero, con el que desperdició el servicio de su compañero y su propia gran carrera para llegar a pisar el área sin vigilancia.

Definitivamente, el Castilla había mejorado, pero parte de sus hombres daban muestras de cansancio. El Unionistas, que también había movido banquillo, no cejaba en sus intentos de llegar al área con peligro. En el 69’, Nestal avisó con un remate cruzado con el interior de que el partido no estaba acabado, más cuando las jugadas no estaban defendidas por extraordinarios marcadores. Los merengues, no obstante, amenazaban a la contra evitando esa sensación de angustia del primer cuarto de hora del segundo tiempo.

En el 75’, una extraordinaria jugada entre Vinicius, Álvaro y Arribas termina en un servicio a Dotor, en una de sus incorporaciones marca de la casa, que despejó a córner un defensor antes de que nuestro interior pudiera rematar. El rechace del córner fue rematado por Peter a puerta desde la frontal del áreea, obligando al meta charro a realizar una gran parada. La mejor noticia para la parroquia local era ver aparecer a Arribas, Álvaro Marín y a Dotor en una de cada dos jugadas. Qué diferencia con el primer tiempo.

En el 81’, Raúl dio entrada a Theo por un Peter extenuado, en un partido en el que estuvo trabajador, pero bastante poco acertado en la creación de juego.

Con mucha sensación de incertidumbre, más por lo corto del resultado y por la debilidad defensiva exhibida por los nuestros, que por un juego visitante neutralizado a estas alturas del partido por los de Raúl, se llegó a los cinco minutos de añadido. Córner en el 94’, cedido por un Vinicius Tobías completamente agotado, ante el gran lateral izquierdo de Unionistas. Mario que ataja y el corazón que descansa un poco. Álvaro Martín, casi marca el segundo en una contra en el 95’. En el saque de esquina, aparece otra vez Arribas para exhibirse como escapista, marchándose de tres rivales en el área pequeña en una jugada que mereció el premio del gol. La suerte le birló la ocasión de marcar el golazo de la temporada.

Final del encuentro, y primera victoria de los nuestros que deja ciertas conclusiones. La primera, que seguimos defendiendo muy mal. Los errores clamorosos al inicio del partido pudieron resultar en uno o dos goles en contra, que podrían haber cambiado el sentido final del marcador. La segunda, que el equipo funcionó mal con dos puntas. Veremos cómo sortea Raúl esta circunstancia si quiere seguir dando entrada a Iker Bravo, hoy a un nivel claramente inferior del de su compañero Álvaro. Precisamente, la clave del partido estuvo no sólo en el gol conseguido por el jovencísimo ariete madridista, sino en el acertadísimo cambio con el que Raúl sacó del campo a Iker y recuperó la posición natural de Arribas y el dibujo tradicional de su equipo. Arribas, de estar desaparecido en el primer tiempo, pasó a jugar un partidazo en la última media hora de partido, muy bien acompañado por Álvaro Martín y por los incansables pulmones de Dotor.

En cualquier caso, tres importantísimos puntos con los que ir enderezando el comienzo dubitativo en esta campaña. Ojalá que sepamos cómo hacerlo y que nos empiecen a pitar colegiados de cierta entidad y sentido de la justicia.

 

FICHA TÉCNICA:


Real Madrid Castilla:
De Luis, Tobias, Rafa Marín, Pablo Ramón, Dotor, Arribas, Peter (Theo, 82’), Javier Villar (Edgar, 66’), Marvel, Iker Bravo (Álvaro Martín, 58’) y Álvaro.

Unionistas de Salamanca: Salva, David (Juanpa, 77’), Jon Rojo, Mario Gómez, Óscar (Tropi, 62’), Nespral, De la Nava (Mawi, 56’), Leal, Chapela, Beneit (Isaac, 77’) y De Miguel.

 

GOLES:

1-0 (min. 35): Álvaro.