Una crónica de: @Datemus
Prácticamente serviría la crónica de otro derbi de filiales, por ejemplo frente al Sporting B, para retratar lo ocurrido hoy en el Cerro del Espino: dos goles regalados por los centrales del Castilla, que acuden a ciertas jugadas sin concentración ni personalidad, pero con una flojedad y abandono desesperantes. Hoy han arruinado la gran segunda parte del equipo frente a uno de los conjuntos más potentes de la categoría y, muy probablemente, cualquier aspiración al ascenso esta temporada. Muy dolorosa la derrota de hoy por haberse regalado, una vez más, nada menos que a un eterno rival muy cicatero y para nada superior a los nuestros, excepto en lo tocante a defender. Y es que no estaría de más que el Castilla se viera mañana el vídeo y aprendiera algo respecto de las pocas contemplaciones que se pueden tener cerca de tu meta. Dolorosa también por el arbitraje sufrido por un personaje del colegio valenciano al que parece que no va a quitarle el sueño vivir bien a costa de lo que sea. Mientras, el club, en las mismas….
Raúl repitió el once de la semana pasada frente al Oviedo B con la excepción de Jordi por Franchu Feuillassier, que se retiró con molestias y que probablemente no fue de la partida por seguir con problemas físicos. Atrás formaron Guillem y Fran de laterales, y de la Fuente y Javi Hernández de amigos del Atlético en el centro de la zaga. Volvimos a los dos medios centros, con Martín y Blanco, mientras que como interiores quedaron el citado Jordi por la derecha y Fidalgo por la izquierda. La media punta fue para Gelabert y como ariete solitario, jugó de nuevo Pedro.
Ambos equipos salieron más preocupados de no encajar que de intentar crear juego. Se renunciaba a la presión arriba, que sólo practicaba el Atleti tras saque de fondo, comenzando a marcar ambas escuadras desde la línea de medios con mucha intensidad y disciplina. Apenas se veían combinaciones y las pérdidas de balón en la medular eran constantes en ambos conjuntos. Pareciera que el Castilla quisiera incluso ceder algo la iniciativa al rival para evitar los errores en zonas comprometidas del campo.
En estas estábamos cuando en el 8’, el balón llega a Germán por la derecha colchonera en zona de tres cuartos. La jugada le pilla a Fidalgo excesivamente centrado, y el extremo derecho atlético ve mucho espacio por delante, iniciando una galopada en diagonal hacia el área. Fidalgo corre en desventaja haciendo un gran esfuerzo y le carga muy forzado, a pesar de que la frontal del área ya estaba tapada, en teoría, por Blanco y Javi Hernández. Para desesperación e indignación del aficionado madridista, Blanco se queda mirando la jugada y Javi Hernández, recula en lugar de entrar a su par tras la carga de su compañero asturiano, generando un latifundio para Germán ya dentro de la zona de castigo. El jugador local no espera a preguntarse cómo ha podido llegar hasta allí con tanta ventaja para soltar un zurdazo que Belman no logra detener, en una acción en la que probablemente se espera más de un portero de las categorías inferiores del Real Madrid. No había hecho nada hasta entonces el Atlético y el Castilla ya perdía 1-0.
El plan inicial de los locales se vio muy reforzado por este gol. Todo había salido a pedir de boca para su estrategia defensiva y de juego directo. El Castilla se estampaba contra la presión y las ayudas defensivas de unos jugadores muy concentrados, a diferencia de los nuestros, en este empeño, y que acudían con rapidez y contundencia a tapar cualquier desborde de los visitantes. El juego ofensivo de los de Raúl se tornó lentísimo, con un conjunto interminable de pases totalmente previsibles ante la inexistencia de desmarques y juego sin balón. Jordi y Blanco pasaban completamente inéditos, Gelabert y Fidalgo participaban muy poco y ni siquiera se aprovechaba el recurso de Pedro, ni por arriba ni de espaldas. Esta fue la tónica de todo el primer tiempo, con muy pocas ocasiones de los blancos y la sensación de que en cualquier contragolpe llegaría la puntilla, teniendo en cuenta la molicie de los centrales visitantes.
Hubo que esperar al 23’ para ver una jugada de cierto peligro. Pedro recoge un balón en la medular y abre a la derecha para Jordi. Guillem le dobla como ha de hacerlo un lateral, por sorpresa y no antes, y recibe del interior un buen centro ya casi en la línea de fondo, desde donde el defensa no realiza un buen pase, frustrándose así la ocasión.
En el 25’, un córner botado por el Atleti es rematado fuera por muy poco y sin oposición.
En el 29’, tras un saque de banda, la pelota le llega de manera inexplicable a Toni Moya dentro del área y más solo que la una, pero por fortuna su disparo de primeras se marcha desviado a la izquierda de Belman. Y es que, como se ve, el Atlético sin prácticamente nada creaba más peligro que con las entradas directas del extremo zurdo Cedric y del lateral Sánchez, lo más destacable del juego de creación de los rojiblancos en la primera mitad.
En el 30’, Gelabert, desde tres cuartos, ve al meta Diego Conde algo adelantado y dispara a puerta, pero le sale un tiro excesivamente corto.
Tan sólo en los últimos diez minutos se animó un poco el Castilla a pesar de tener desaparecidos a Blanco y Jordi del encuentro. En el 36, una bonita combinación entre este último y Guillem terminó con el lateral derecho internándose en el área, donde cae ante Mesías. El colegiado considera que Guillem deja la pierna atrás y le muestra la tarjeta amarilla.
En el 41’, Fran realiza un pésimo pase atrás que termina con otra contra muy peligrosa de los locales.
En el 46’, Darío se lleva en punta un balón y conduce desde el exterior del área, pasando entre los dos centrales como Pedro por su casa. Tras recibir la pleitesía y cordial recibimiento de Dela y Javi Hernández, envía la pelota fuera en un gesto de cortesía del huésped para con sus hospitalarios anfitriones.
No se acabó ahí la primera mitad: en el 47’, Pedro se intenta llevar un balón de espaldas pero un jugador local toca la pelota, que queda rebotada por arriba. El propio Pedro prolonga de cabeza para la entrada de Gelabert, que es entrado en falta dentro del área. El colegiado la saca fuera. El golpe franco fue lanzado por Martín con tan pésima fortuna que la pelota rebota en Javi Hernández y se va fuera.
Si la primera mitad fue aburrida y táctica, el segundo tiempo dio un cambio radical desde el mismísimo inicio. El partido se fue abriendo progresivamente desde el primer minuto, con ocasiones claras en ambas porterías, y el Castilla fue a más, jugando cada vez mejor, hasta cercar por completo a su oponente con un fútbol muy bonito.
En el 45’, Fidalgo realiza un gran pase a Gelabert sobre su desmarque al área. El media punta hace añicos la cintura del central Álvaro García con dos preciosos recortes y chuta a puerta, pero la pelota sale ligeramente alta y se topa con el larguero. El rechace lo recoge Jordi que sirve un gran balón por arriba a Pedro en el área pequeña pero, de manera inverosímil, el gigantesco ariete blanco envía la pelota fuera.
Sólo tres minutos después, en otro calamitoso despiste de los centrales madridistas, Riquelme, que había salido en la primera mitad por el lesionado Germán, recibe un balón en profundidad enviado por Cedric que le deja sólo ante Belman. La jugada fue una sucesión de despropósitos. El meta madridista se resbala en su media salida pero Riquelme no lo ve y, por si fuera poco, su disparo sale flojo a la derecha del portero alicantino, que logra detener la pelota tras reincorporarse.
En el 54’, Toni Moya saca un córner olímpico que se va alto por muy poco.
En el 58’, con el Castilla muy asentado en su dominio y creando mucho juego aunque fallando en los últimos pases y en la definición, realiza dos cambios de manual. Martín se va por Franchu Feuillassier, que pasa a ocupar el puesto de interior zurdo, desplazando a Fidalgo al centro. Jordi, muy gris en la tarde de hoy, cedió su posición de interior diestro a Marvin.
Si el juego del Castilla estaba siendo bueno, mejoró aún más con los cambios. Gelabert, muy disperso en el primer tiempo, se había adueñado de la zona de tres cuartos y aparecía por todas las zonas del campo, tanto para combinar como para desbordar. Fue un auténtico martirio para los rojiblancos en esos instantes del partido. Fidalgo participaba más desde su posición. La pareja Franchu – Fran conseguía profundidad por la izquierda mientras que Marvin lo hacía por la derecha, aunque no tan bien acompañado por Guillem.
En el 59’, un disparo lejano de Blanco es despejado por un paradón de Diego Conde.
En el 64’, Franchu combina con Javi Hernández, permanentemente adelantado en la segunda parte en busca del disparo a puerta, y su chut es detenido con muchos problemas por el meta local.
En el 66’, aprovechando que la acorralada defensa rojiblanca formaba prácticamente en el área pequeña y dejaba mucho espacio para el tiro, Guillem lanzó un zapatazo desde la frontal que de nuevo detuvo un brillante Diego Conde.
Parecía que el gol del empate podía llegar en cualquier momento, pero los defensas visitantes decidieron cortar todo el acoso con varios regalos marca de la casa. En el 67’ se permite una internada de Riquelme sin oposición, hasta la cocina y el dormitorio, que el centrocampista local termina por desperdiciar enviando la pelota fuera con Javi Hernández y Dela actuando de palmeros.
En el 72’, Guillem sale de su posición inexplicablemente y deja un gigantesco territorio a su espalda que aprovecha Oscar para entrar. Su pase lo remata fuera Darío en una clara ocasión de gol.
Continuaba el dominio visitante a pesar de las interrupciones causadas por los sabotajes a sus compañeros de los de atrás, pero no llegaba el gol, por lo que Raúl decidió dar entrada a Baeza por Guillem en el 76′. Este cambio pudo ser un error, ya que el cordobés se sumó a la zona central del campo, en la que el Madrid acumulaba ya muchos hombres, asfixiando las maniobras de Fidalgo y, en especial, de Gelabert, el mejor de los castillistas hoy. Quizás un segundo hombre de remate como Rodrigo habría resultado más provechoso a la postre, más teniendo en cuenta los innumerables balones que rondaban permanentemente el área local.
En el 84’, Dela se incorpora con Javi Hernández ya arriba para conducir la pelota. La pierde pero, milagrosamente, la clarísima contra se pierde en unas conducciones lentísimas de los jugadores del Atlético B.
En el 89’, una gran jugada del Castilla termina en Marvin con la pelota por la derecha. El juvenil madrileño desborda en carrera y pone un gran balón a Pedro. El sevillano pifia el remate y el baló sale desde su bota hacia su mano en lugar de a puerta. El ariete recoge su propio rechace y marca, pero el colegiado valenciano anula el tanto en una acción merecedora de análisis del reglamento, ya que no existe ninguna voluntariedad de tocar la pelota con la mano tras haber salido el balón rebotado hacia el brazo en el desafortunado primer remate.
Ya en el descuento, en el 93’, con la portería local cercada, Mesías despeja una pelota desde su área con intención, buscando a su único compañero adelantado, Darío. El balón visita el observatorio meteorológico de Navacerrada y cae cubierto de una gruesa capa de hielo por el efecto de la altitud, pero el espectador madridista queda atónito al ver como Dela, que se había quedado en uno contra uno con el ariete local, no sólo no es capaz de anticiparse, ni de ganar el salto, ni de estorbar, sino que se cae al suelo sin que siquiera le fuercen un poco para ello. El resto de la historia ya la puede adivinar el lector: conducción de Darío desde la medular con todo el tiempo del mundo para pensar, internada en el área, y disparo a la derecha del Belman que sale con timidez y desesperación a intentar evitar, sin posibilidad alguna, el destino del encuentro. 2-0 y sentencia final, que deja al Castilla no sólo muy lejos del ascenso sino muy cerquita del descenso.
Desesperación. Puede que no sea el Castilla más brillante de la historia, pero su juego está resultando vistoso en muchas fases de los partidos y hasta brillante en no pocas. Hoy se ha jugado un primer tiempo malo, pero en el que el equipo no se vio superado tampoco por el adversario, sucedido por una segunda mitad muy bonita y ofensiva.
Sin embargo los resultados, en especial en los duelos de filiales, de los que deberíamos haber sacado mucho más partido, han venido siendo derrotas causadas por verdaderos motines a bordo, protagonizados por los errores de concentración y contundencia de unos defensas que están minando las opciones de todo el equipo. Se vio cierta mejora en los dos últimos encuentros, pero la vuelta a los errores pasados parece estar confirmando que la mayoría de los de la línea de atrás no tienen las cualidades necesarias para formar parte del segundo equipo del Real Madrid. Esperemos estar siendo injustos fruto de la decepción, y que estos jugadores terminen por demostrarnos que les faltaban partidos para adaptarse a la categoría, aunque lo cierto es que, a día de hoy, tenemos muchísimas dudas al respecto.
Antes de concluir la crónica con la ficha técnica, realizamos hoy un capítulo aparte con una sucesión de decisiones del enviado del CTA al Cerro del Espino:
Min. 3: falta de Álvaro a Pedro cuando encaraba en posición peligrosa. Posible tarjeta amarilla no mostrada.
Min. 10: Tarjeta a Dela por una falta táctica en la que corta un contragolpe sin opción de jugar la pelota. El árbitro deja seguir y le amonesta en la primera interrupción, que se produce tras una durísima entrada de Sanabria a Gelabert. No muestra tarjeta por esta última acción.
Min. 22: Martín Calderón toca una pelota por detrás sin apenas contactar al rival. Falta inexistente señalada por el trencilla.
Min. 25: remate tras saque de esquina clarísimo del Atlético, que el árbitro señala nuevamente como córner.
Min. 36: Guillem se interna en el área y cae ante Mesías. El árbitro no pita penalti y considera que el lateral derecho ha querido engañar. Le muestra tarjeta. Tres de los cuatro defensas castillistas estaban amonestados a esas alturas de encuentro.
Min. 38: Toni Moya placa a Gelabert cuando inicia, desde la frontal de su propia área, un contraataque. El árbitro lo deja en simple falta.
Min. 47: El colegiado valenciano saca fuera del área una falta a Gelabert. Penalti transformado en libre directo desde la frontal.
Min. 73: Pedro va a rematar. Un jugador del Atleti cae sin que haya contacto y el colegiado pita peligro.
Min. 74: Placaje de Toni Moya a Gelabert. En una jugada calcada a la del minuto 38’, esta vez sí le muestra la amarilla.
Min. 76: falta clara a Javi Hernández en la frontal del área local que el de negro no quiere ver.
Min. 85: Pedro choca con un rival sin intención de hacer daño y dentro de la normalidad, aunque por su altura golpea ligeramente con el codo, en tres cuartos y junto a la línea de banda. Ve amarilla. El juego se interrumpe más de un minuto.
Min. 89: Gol anulado a Pedro por mano involuntaria.
¿Qué conclusión podemos sacar de esta exposición cronológica de decisiones arbitrales siempre a favor de uno de los contrincantes? Dejo la respuesta al lector y, en especial, si este (que lo dudo) forma parte del club, aunque es ahí donde mejor saben que el Castilla lleva años sin tener opción alguna de ascender por la desventaja continua en que le dejan las actuaciones arbitrales.
FICHA TÉCNICA
2-Atlético de Madrid B: Diego Conde, Manu Sánchez, Álvaro García, Toni Moya, Darío, Óscar (Tropi, 81’), Ricard (Medrano, 63’), Sanabria, Mejías, Germán Valera (Riquelme, 42’) y Cedric.
0-Real Madrid Castilla: Belman, Fran García, De la Fuente, Javi Hernández, Guillem (Baeza, 80’), Fidalgo, César, Martín (Feuillasier, 59’), Blanco, Pedro y Jordi (Marvin, 59).
Goles:
1-0 (min. 9): Germán Valera.
2-0 (min. 93): Darío.
Imagenes: realmadrid.com
Las manos en ataque se sancionan todas, da igual la voluntariedad. Deberías mirarte un poquito el reglamento antes de realizar estás crónicas ….