CRÓNICA | Gatillazo: Real Madrid 0 – 0 Betis

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Se había quedado una tarde muy apañada,  con la derrota del Barcelona, y el empate entre Sevilla y Atlético de Madrid, y al Real Madrid se le ponía a tiro esa chavala tan escurridiza que en los últimos años siempre había elegido irse con otro, y que se llama Liga. Para certificar que los blancos estaban por la labor, Zinedine Zidane decidió acudir a la cita con el equipo duchado, afeitado y perfumado, y mantener a gran parte de los jugadores que parecen ser el once titular: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Rodrygo, Benzema y Hazard. Así, solamente entraban en rotación Mendy y Modric para dar descanso a Marcelo y Valverde.

Más de 70000 espectadores se habían presentado en las gradas del Bernabéu para ver una historia de amor no correspondido, y el cuadro merengue empezó el partido como en las últimas ocasiones: a todo trapo. El Madrid forzaba córners, Casemiro intentaba un remate de espaldas, Benzema chutaba cruzado y Joel, portero del Betis, hacía el primer paradón de la noche, y la sensación era parecida a la de los últimos partidos en casa. En el minuto 7, tras una larga jugada de ataque madridista, Benzema sirvió el balón a Hazard y éste, tras un espectacular regate y un recorte, cruzaba el balón a la meta bética, marcando el 1-0. En la primera ocasión en que el Madrid trataba de ligarse a la chica, el árbitro Sánchez Martínez, con la colaboración del VAR, se interpuso y anuló el gol por un posible fuera de juego de Hazard en el inicio de la jugada.

Aun así, el equipo madridista siguió presionando arriba y generando peligro, Hazard y Benzema seguían tramando pequeñas travesuras, y se sucedían las llegadas, un casi remate de Hazard, un cabezazo de Ramos, una falta directa de Kroos que salía rozando el larguero… El Betis se iba estirando, puntualmente, y llegaba también a la puerta defendida por Courtois. En el minuto 22, una combinación en contraataque entre el trilero belga y el violinista francés acababa con una dejada de éste para la entrada de Mendy a todo trapo en el área. Aunque luego comentaremos algo sobre los laterales blancos en el día de hoy, la jugada se echó a perder porque Mendy se dio el balón demasiado largo y permitió a la defensa cortar la jugada.

Poco después, un remate alto de Benzema, tras controlar con el pecho en la frontal, seguido de una jugada en que Varane centró al área pensando que Hazard era Kareem Abdul-Jabbar, fueron las últimas ocasiones en que el Madrid demostró energía en las piernas y oxígeno en el cerebro. A medida que avanzaban los minutos, se iban dando cada vez más imprecisiones en los pases de algunos jugadores madridistas, que fueron contagiando a otros. Las llegadas eran cada vez más forzadas, Modric comenzaba a mostrar fatiga, salían pases demasiado cortos o demasiado largos, y el dominio del juego pasaba a ser sólo de la posesión pero con cada vez menos mordiente. Vaya, los síntomas normales en un equipo que acababa de jugar hace tres días.

De ahí al descanso, las llegadas del Madrid fueron cada vez más espaciadas, y el Betis comenzó a tener las suyas. Un contraataque de Fekir frenado por una excelente cobertura de Ramos a Varane, un remate desde fuera del área de Canales que tropezó en otro jugador bético, una salida a por uvas de Courtois que neutralizó la defensa con dificultades, y un par de intentos del fichaje bético desde muy lejos tratando de sorprender al cancerbero belga, que hizo una intervención de mérito en el segundo. Frente a eso, jugadas de Hazard, que mantenía el tono junto con Benzema, pero no eran acompañados por el resto. Un posible penalti a Benzema pasó desapercibido en el minuto 42 y, en otra jugada posterior, Ramos estuvo a punto de batir a Joel tras una dejada con el pecho del francés, pero el portero bético salvó el gol madridista.

Al descanso, el partido parecía que podría caer del lado madridista a poco que afinaran el punto de mira, pero esta percepción se acompañaba de otra asociada a que el equipo iba dando muestras de cansancio, especialmente en algunos de sus jugadores. Decíamos antes que íbamos a hablar de los laterales, y lo cierto es que Dani Carvajal, que parecía estar mejorando paulatinamente según iban transcurriendo los últimos encuentros, fue uno de esos jugadores que, a medida que iba avanzando el partido, también en la segunda parte, fue ofreciendo cada vez menos prestaciones. A su talante hiperactivo en ocasiones se le fue sumando una imprecisión cada vez mayor y, si recuperó doscientos balones en defensa, y gracias a veces a buenas anticipaciones, perdió otros doscientos por elegir mal los pases o precipitarse, un auténtico desastre.

La segunda parte continuó en una línea muy parecida a la del final de la primera. El Madrid tenía el balón bastante tiempo, pero se ahogaba al llegar al área bética, y sus apariciones eran esporádicas y poco claras. El equipo sevillano, bien organizado atrás (en ocasiones, hasta ocho de sus jugadores poblaban el área), se encontraba cómodo, y puntualmente salía a la contra para quitarse de encima el dominio blanco, aunque tampoco creaba demasiado peligro. La circulación del balón del Madrid se hacía lenta y muy previsible, y el Betis se encargaba de evitar la salida de Hazard y Benzema a jugar entre líneas, haciendo que el juego acabara cayendo a las bandas. Modric se iba diluyendo, Rodrygo daba muestras de fatiga, ya hemos comentado que Carvajal tuvo un día horrendo, y luego estaba lo de Mendy…

Me comentaban tras el partido del Leganés que Marcelo estaba muy mal, que Mendy era un recambio de garantías para él, y que debería jugar más. No seré yo quien niegue al lateral francés su superioridad, en términos defensivos, frente al brasileño, ni el hecho de que este último está lejos de su mejor nivel. Pero, a nivel ofensivo, en el partido frente al Betis, al joven lateral de la Isla de Francia se le vieron muchas carencias. Donde el equipo necesitaba profundidad, habilidad y generación de desequilibrio, Mendy ofreció limitaciones en el control del balón, poca calidad a la hora de centrar desde su banda, y nula capacidad  para alterar el orden del conjunto bético por su zona. La demostración de esto fue una jugada en el minuto 64 en que, gracias a su imponente potencia física, se plantó frente a Joel en un uno contra uno… y malogró la ocasión de manera flagrante, con todas las luces fundidas.

Esta situación de atasco, en que los que estaban teóricamente más descansados no ofrecían el punto diferencial necesario, y los que habían jugado el miércoles iban entrando en la reserva, tampoco supo ser contrarrestada por Zidane desde el banquillo. Se limitó a dar entrada a Vinicius en el minuto 65 por Rodrygo y, bastante después, en el 83, a Jovic por Benzema, quizá pensando más en el partido contra el Galatasaray del miércoles que en buscar la victoria hoy. Es muy difícil ligar con la chica, si arrastras ojeras y cansancio de la semana, y además estás torpe en las palabras que eliges, con lo que la posibilidad de dar un golpe en la mesa para alcanzar el liderato de la Liga se escapaba irremediablemente. Para acabar de encrespar los ánimos, el árbitro y el VAR dejaron de señalar un claro penalti por mano de Feddal a centro de Benzema.

Vinicius entró al partido para jugar por banda derecha, y con una actitud como si no fuera con él lo que allí pasaba: rezongaba para ir a la presión, rehuía el uno contra uno, y se entendía con el lateral como si uno preguntara la hora y el otro trajera manzanas. Jovic estuvo poco, y tocó más el balón fuera del área que dentro, lo cual dice mucho. Un sindios, vaya. No sabemos aún el motivo por el que Zidane ha hecho sólo dos cambios, teniendo en cuenta la caída, sobre todo mental, del equipo, en el tramo final del choque. Seguramente haya una buena razón, pero se nos escapa, igual que el hecho de no haber utilizado más rotaciones, dando entrada a jugadores más frescos desde el inicio.

El Madrid llegó al final del partido con ocasiones, porque no dejó de intentarlo, con Ramos intentando jugar de ariete, con centros y remates en el área rival, pero todas ellas muy poco claras, como resultado de jugadas ensuciadas desde el origen por el buen trabajo defensivo del Betis. Y, con ello, se consumó el temido gatillazo, cuando un par de horas antes todos nos las prometíamos muy felices. La chica se fue con otro, por la propia torpeza y el cansancio madridista, y porque el arbitraje se metió en medio, como en tantas otras ocasiones.

De las pocas buenas noticias para el equipo blanco, es el hecho de mantener la portería a cero por tercer partido consecutivo, de nuevo gracias a un par de buenas intervenciones de un Courtois que va siendo lo que se esperaba de él. El resto no son especialmente buenas: el equipo más o menos titular llegará al partido de Champions del próximo miércoles, que se presenta como una prueba de fuego, cansado por el esfuerzo de hoy, y con la moral tocada por el resultado. Veremos si se sobreponen a ello con la capacidad que sabemos que solían mostrar en las grandes ocasiones, o si la chica vuelve a dejarnos tirados…

 

RESULTADO FINAL: REAL MADRID, 0 – REAL BETIS BALOMPIÉ, 0 (0-0).

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Hazard, Benzema (Jovic, 83) y Rodrygo (Vinicius Jr, 65).

ÁRBITRO: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Tarjetas amarillas a Casemiro (minuto 39) y Mendy (minuto 80).


Imagenes: realmadrid.com