CRÓNICA | Duro, pero romo: Atlético de Madrid 0 – 0 Real Madrid

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Los previos del partido de esta noche eran cualquier cosa menos positivos. El Madrid llegaba al derby en el Wanda Metropolitano con el recuerdo del 7-3 encajado en pretemporada frente a los rojiblancos. Además, estaba el liderazgo liguero, compartido con el Granada y el Athletic, que suele ser un factor desencadenante de exceso de confianza en el equipo madridista. Por otra parte, la enfermería seguía con algunos jugadores, y Zinedine Zidane decidía reservar en la convocatoria a algunos miembros de la plantilla que, si bien habían salido ya de lesiones, aún no parecían tener ritmo competitivo, como Marcelo o Isco. La derrota del Athletic en la jornada matutina había dejado al Madrid como único equipo que no había sido derrotado en Liga, encima, uno de esos récords que el cuadro blanco no suele mantener. Todo malos augurios.

El entrenador francés apostó, como once titular, por Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Nacho; Casemiro, Kroos, Valverde; Hazard, Benzema y Bale. De inicio, el Real Madrid se plantó bien en el campo, de nuevo con las líneas juntas en defensa, y haciendo el campo amplio en ataque. Una primera fase de dominio alterno, con una oportunidad clara para Joao Félix, dio paso a otra en que el equipo madridista se hizo con el control del balón.

En la disposición táctica del equipo, llamaba la atención que los dos jugadores en la posición de extremos, Hazard y Bale, se centraran más en ayudar a los laterales, mientras que los que saltaban a la presión continuamente, y en muchas ocasiones con éxito, fueran Fede Valverde y Toni Kroos. Por detrás de ellos, Casemiro volvía a ser ese pivote alrededor del que giraba todo el sistema defensivo madridista: coberturas, salidas al corte, anticipaciones y criterio a la hora de iniciar el juego tras la recuperación, eran los platos principales del menú de su restaurante. La clave era ahogar la salida al contraataque colchonero, y a fe que los centrocampistas y centrales lo consiguieron, salvo en muy contadas excepciones.

Carvajal y Nacho subían pero sin perder la referencia defensiva de la banda, y Varane y Ramos mantenían la tranquilidad sacando el balón jugado en las pocas ocasiones en que el Atlético trataba de llegar al área blanca. Ese control férreo del Madrid y esa dedicación defensiva no impedía que saliera al ataque puntualmente, incluso con fases en que se plantaba en campo atlético con posesiones largas, pero el entramado defensivo del cuadro rojiblanco dificultaba una circulación limpia del balón y el que los merengues disfrutaran de grandes oportunidades.

Especialmente destacable fue la primera parte de Kroos, que se erigió en el centro de operaciones ofensivas del equipo, además de ser el que más remató, con disparos lejanos que o bien salían fuera, o bien eran detenidos por Jan Oblak, llegando ya al final de la primera parte. Hazard iba tomando protagonismo, pero a veces se echaba en falta que tomara decisiones más rápido, reteniendo el balón quizá en exceso en algunas jugadas. Se llegó al descanso con la sensación de que el Madrid estaba volviendo a jugar un partido muy serio, y que merecía algo más que un empate a cero.

Para el segundo tiempo, el Atlético adelgazó su centro del campo, y Simeone incorporó a Correa en el lugar de Vitolo. A los pocos minutos, un cabezazo del argentino salió desviado por poco, y el Madrid tuvo que volver a aplicarse atrás para evitar este tipo de ocasiones. Una buena jugada de los blancos, con Hazard lanzando a Nacho por banda, fue rematada alta por Gareth Bale, que quizá podría haber hasta parado el balón antes de disparar, llegado ya el minuto 57. El partido era muy táctico, con dos equipos más dedicados a evitar el peligro del rival que a lanzarse decididamente a por la victoria, y el balón circulaba mucho por el centro del campo y poco por las áreas.

En el minuto 68, Modric daba el relevo a un Valverde que había jugado bastante bien, tanto en la recuperación del balón, como en la combinación en las jugadas de peligro en banda derecha. Lo cierto es que la salida del croata revitalizó el ataque madridista, especialmente en las incursiones por la banda derecha, por ofrecer más control y una mayor calidad en el juego sin balón. A los tres minutos de entrar, Modric tuvo una buena ocasión, tras un pase de Bale, pero remató cruzado, y el esférico salió fuera. Su asociación con Carvajal y Bale comenzaba a agrietar la defensa rojiblanca en ese sector del campo, especialmente desde el momento en que Saúl tuvo que asumir el rol de lateral izquierdo por el cambio de Lemar por Lodi.

Sin embargo, la mejor ocasión del Real Madrid y, posiblemente del partido, llegó por el otro lado: Nacho recibió en la posición de extremo izquierdo, recortó hacia adentro y, desde la esquina del área, centró con la derecha. Karim Benzema se izó en el punto de penalti superando en el salto a los centrales, conectó con el balón, giró la cabeza y remató a un lado de la portería. Allí salieron las alas de Oblak, que le permitieron volar y sacar con una mano y muchas dificultades el cabezazo del francés, evitando el gol. Quedaba un cuarto de hora y, a partir de esa oportunidad, ambos equipos empezaron a notar que el brutal esfuerzo físico del partido les pasaba factura. Bajaron el ritmo y, sobre todo, comenzaron a cometer errores, que no eran aprovechados por el rival, porque estaba tan cansado como ellos. James entró y reanimó algo el juego, con pases precisos y muy acertados, pero no tuvo oportunidad de generar peligro a nivel ofensivo. Con su entrada, Bale cambió a la banda izquierda, por donde trató de apurar sus últimas fuerzas frente a Trippier, a veces en ataque y otras en defensa, ayudando a Nacho.

De ahí al final, poco que destacar, salvo la entrada de Jovic por un Benzema exhausto, que apenas había aparecido en ataque, pero no dejó de presionar y moverse. Casemiro seguía repartiendo hojas de su particular menú, mientras Kroos ya había bajado el ritmo de la primera parte, y cometía algún error. Con el 0-0 inicial llegaba también el pitido final, a cargo de un González González que hizo un arbitraje sutilmente tendencioso, mal auxiliado por sus jueces de línea en pequeñas decisiones que no eran relevantes por su importancia, pero iban desgastando más a los blancos que a los atléticos. Pero dejamos ese tema en manos de Nilo Campo, que sabrá relatarlo con más conocimiento.

Ha sido el tercer partido consecutivo en que el Real Madrid no encaja goles, y ha respondido al patrón de los anteriores: priorizar la disciplina defensiva, y conceder pocas opciones al rival; de hecho, hubo un solo remate a puerta del Atlético, ya al final, siendo un cabezazo flojo que Courtois detuvo sin problema. En términos ofensivos, paciencia y movimiento de balón hasta ir consiguiendo generar ocasiones, con poca continuidad, eso sí. De momento, la sangría defensiva se ha parado, y el equipo muestra una solidez destacable, con firmeza atrás y una seriedad rocosa en el medio del campo, pagando el precio de ser algo romo en ataque. Veremos hacia dónde evoluciona, pero si los equipos se construyen desde la defensa, algo puede estar yendo bien.

 

RESULTADO FINAL: Atlético de Madrid 0 – Real Madrid 0

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Nacho; Casemiro, Kroos, Valverde (Modric, min. 68); Hazard (James, min. 77), Benzema (Jovic, min. 88) y Bale.

ÁRBITRO: González González (colegio castellano-leonés).

Mostró tarjetas amarillas a Nacho (min. 22) y Varane (min. 69).


Imagenes: realmadrid.com