CRÓNICA | El retorno de Franchu y de Brian: Real Madrid Castilla 0 – 0 Langreo

Una crónica de: @Datemus

El pronóstico del tiempo no fue acertado del todo y esta noche, en el Di Stefano, los chaparrones no fueron de agua sino de ocasiones falladas por Castilla y Unión Deportiva Langreo, fruto no pocas veces de pérdidas de concentración e intensidad, en especial, por lo que a los nuestros respecta.

Pero la gran noticia para el Castilla fue que Franchu Feuillassier volvió a jugar tras su grave lesión, que le ha conllevado nueve meses de durísima recuperación. Franchu entró en el 79’ y sorprendió gratamente que no se le viera inseguro. Es muy difícil sobreponerse al recuerdo de un proceso tan doloroso y Franchu, uno de nuestros mejores jugadores, tiene aquí un reto mental que esperemos supere a base de fortaleza, paciencia y apoyo de técnicos y espectadores.

Entrando en materia, el Castilla comenzó el partido con el importantísimo refuerzo de Rodrygo, un jugador por encima de la Segunda B. Raúl volvió a hacer varios cambios en la alineación que solo el tiempo dirá si obedecen al deseo de que todos los jugadores tengan participación, a motivos tácticos o a que esté buscando aún la mejor combinación posible de jugadores. Esta vez entraron de inicio Belman en la portería, Sergio López en el lateral derecho, Javi Hernández en el izquierdo, de la Fuente y Gila como centrales, Bravo y Fidalgo en la zona de creación y Rodrygo y Jordi como interiores zurdo y diestro respectivamente; las puntas en el 4-4-2 con que se dispusieron fueron ocupadas por Baeza y Latasa. Los asturianos acudían a la cita sin puntos, pero habiendo competido sus tres encuentros hasta el pitido final.

El primer cuarto de hora fue dominado por el Castilla, con nuestros interiores Jordi y Rodrygo muy inspirados. Rodrygo forzó una mano rival al borde del área que el árbitro no sancionó ni con falta ni con tarjeta. En el 4’ y en el 9’, llegaron dos ocasiones de Jordi, una tras varios amagos y regates con los que consiguió ángulo para un disparo con el interior de su izquierda que no cogió suficiente efecto por poco; la segunda, muy clara de cabeza.

En el 12’, una fantástica jugada de Rodrygo, driblando como un funambulista sobre la línea de la banda izquierda, termina con una falta digna de la antología de la tarjeta amarilla, si bien el árbitro no quiso sancionarla, dejando muy claro que a los jugadores de talento del Castilla se les podía frenar con faltas exentas de cualquier consecuencia disciplinaria. Lo de los arbitrajes a este equipo es un tema que daría para una enciclopedia de la prevaricación, porque cuando el mismo club sale siempre perjudicado es porque no hay azar en el reparto de errores, sino patrones de asignación de los “fallos” arbitrales.

Este primer cuarto de hora terminó con un contrataque del Langreo llevado por Allyson, que terminó en una sucesión de saques de esquina cedidos por los locales hasta el 20’. Estos estos cinco minutos dieron fin al empuje inicial madridista. El Castilla comenzó a tocar con lentitud el balón, como ya le ocurrió hace seis días, lo que permitía a las dos líneas de cuatro del Langreo, auxiliadas por sus dos puntas, obstruir cualquier vía de acceso hacia su área. No aparecía ningún jugador entre los centrales y el resto de compañeros, panorama ante el que Jordi y Rodrygo intentaron recibir más atrás y al centro, pero muy marcados y siempre de espaldas. No había rastro de Fidalgo ni tampoco de Bravo, y mucho menos de un desaparecido Baeza, incrustado a verlas venir en unas zonas del campo inaccesibles a nuestra medular. Se echó mucho de menos que el andaluz contribuyera a tejer las jugadas en la línea de medios en lugar de esperar a poner el broche a una prenda tan descosida. Así, se sucedían las jugadas de toques lentos y previsibles, que terminaban muchas veces en pases desde los defensas, demasiado directos y con el punto de mira en el centro en lugar de las bandas.

Inmersos en este nuevo escenario, aun así los nuestros hicieron varias jugadas meritorias fruto de su calidad individual. En el 21’, Rodrygo puso un excelente pase en profundidad a Jordi que ya encaraba sólo puerta, pero al línea se le disparó el mecanismo del banderazo ante ocasión local, errando desde el punto de vista reglamentario, birlándonos de una ocasión muy clara de gol. Cinco minutos más tarde, una combinación (lamentablemente aislada) entre Fidalgo y Jordi termina con una internada ganando la línea de fondo de este último que centra atrás, para que Javi Hernández recoja el balón en la frontal del área y dispare fuera por muy poco.

A la media hora el encuentro se parte. Reina el desorden y el Castilla acepta un toma y daca del que resultaron ocasiones para ambos equipos, con muchas más para el Langreo de lo que habríamos querido. En el 31’, Rodrygo saca una falta de esas que ya sabes que lleva peligro en cuanto ves salir el balón tan excelentemente golpeado, que Jordi remata de cabeza a la madera.

En el 34’, Gila despejó muy mal de cabeza a las botas de Adrián, que tuvo la gentileza de devolver el regalo disparando fuera, por muy poco eso sí.

Así, los equipos se fueron a un descanso en el que sin duda, la charla de Mori les fue mucho más de provecho a los astures que la de Raúl a los blancos. El primer cuarto de hora del Castilla fue lamentable. Faltos de toda intensidad, mirando a sus pares a tres metros de distancia, Carracedo y Marc Nierga (que salió por Allyson) se convirtieron en torturadores de nuestra zaga. El gol visitante no llegó porque hoy era el día de la gentileza, y llegaron los desperdicios de ocasiones en forma de generosos presentes, de la que cabe destacar una en el 54’, en que Carracedo pone a la altura de ¾ desde un lateral un muy buen balón a Marc que, tras excelente control, la envía fuera por milímetros antes de que nuestros centrales llegaran a estar siquiera a media legua de distancia. En otra muestra de lo perdida que estaba nuestra defensa, tan sólo un minuto después Carracedo casi se queda solo ante Belman a saque de Dennis, el portero rival, que tuvo una noche inspiradísima.

Aquí se acabó el recital inicial de la Unión Popular, y el Castilla, sin abandonar del todo la tónica general de la última media hora del primer tiempo, comenzó a jugar primero, a dominar después y a acosar por último, cuando tan sólo quedaban 10’ para el final. Puede que la pérdida de fuelle de Carracedo, que acabó sustituido en el 64’, y del desgaste paulatino de los asturianos tuviera bastante que ver en este reequilibrio del juego.

Fruto del cambio de tornas, llega en el 55’ un pase lateral desde ¾ de Fidalgo que Latasa mandaria fuera de cabeza. En el 58’ el Castilla realiza una sucesión de pases excelentes en la medular. El balón termina a la izquierda en los pies de Rodrygo y en situación de uno contra uno, lo que aprovecha para driblar hacia el centro, internarse en el área y caer ante la entrada del rival en un penalti dudoso (lo que no cambia en nada la opinión sobre los “arbitrajes” a este equipo). Fuera obsequio o no, como pareciera que el Di Stefano estuviera por celebrar la Noche de Reyes a mediados de septiembre, Rodrygo, tras una no muy ortodoxa carrerilla para mi gusto, tiró el penalti al alcance de Dennis, que lo detuvo en una meritoria intervención jugándosela hacia su palo izquierdo.

A falta de 30 minutos para el final comenzaron a llegar los cambios. Marvin entró en el 62’ por Jordi para tratar de ganar profundidad por la derecha. El Castilla iba a más pero el tiempo restante iba mucho más deprisa a menos, todo sin que se acabara de gestar un dominio continuo y una situación de asedio a la portería rival. Baeza estuvo más participativo y su ayuda en la zona de creación fue beneficiosa, aunque no fuera la mejor noche de nuestro delantero. Con un Latasa no muy afortunado de espaldas, pero batallando contra los centrales rivales, el cordobés debería haber pisado estos pagos desde inicio. En el 73’ Raúl ordenó la entrada de Javi Hernández por Fran García buscando el mismo efecto que en el primer cambio pero en la banda opuesta.

No llegaba el gol y seis minutos más tarde, Raúl dio entrada a Feuillassier por Baeza. Quizás en alguno de estos cambios habría sido mejor dar entrada a Antonio Blanco, pero el técnico local prefirió primero potenciar la capacidad de entrar por las bandas y después, la enorme versatilidad de Franchu. Sin embargo, no fueron pocas las ocasiones en que Marvin y  Fran tuvieron que resolver en acciones individuales, recibiendo sin ninguna ventaja sobre el rival, algo que quizás podría haber cambiado con un buen juego en la medular. Difícil papel también para Franchu, que entraba cuando los dos puntos ya estaban tomando la pista de despegue de Vadebebas tras su larguísimo calvario.

Los diez últimos minutos sí fueron de agobio para los asturianos. Su paisano Fidalgo se escoró junto a Fran con la entrada de Franchu, ocupando Rodrygo la posición de Baeza. Si bien hubo algún contragolpe azul-grana, el dominio y cerco a la portería rival lo puso un Castilla que disfrutó de la mejor ocasión del partido en el descuento. Buena jugada local que termina en las botas de Rodrygo que chuta a puerta para el lucimiento de Dennis. Así se llegó al final del partido.

En resumen, pareciera que el cielo hubiera sellado esta noche de antemano el destino de este encuentro y, aunque no se viera estrella celeste alguna, que las porterías se tornaran portales y el final del verano navidad, de manera que ambos clubes terminaran repartiéndose regalos y puntos en paz y armonía.

Todo muy bonito salvo por el sabor de boca con que se queda el que aquí escribe y supongo que muchos otros madridistas. Ya van dos partidos en que el estilo de juego del Castilla que se entrevió durante la pretemporada no aparece salvo en unos cuantos minutos por lo que a la creación se refiere, mientras que virtudes defensivas como la presión de nuestros medios y la colocación del equipo, parecen más bien un recuerdo.

El hecho es que nos han birlado cinco puntos de los nueve en juego y así, nos podemos olvidar de poner en la carta a los Reyes jugar el play-off de ascenso. Por si fuera poco, el nombre del rival, Unión Popular, termina al final de esta crónica por evocarme sobre el recuerdo de la Epifanía el de la película la Vida de Brian. Esperemos acabar mejor…


Imagenes: realmadrid.com