Una previa de: @danipuerto6
La jornada 23 de la Euroliga debe servirle al Madrid como bálsamo, como primer paso para recuperar la normalidad tras toda la vorágine de acontecimientos sucedidos desde que acabase la polémica final de copa. El Madrid llega herido, física y anímicamente y eso es un arma de doble filo, porque si se rearma y compite como sabe, el Bayern será una víctima propicia, pero si por el contrario juega con la cabeza en lo ocurrido el domingo, puede pasarlo mal ante un equipo alemán muy físico y talentoso.
El Madrid podrá descansar antes y después del choque ante los teutones, ya que no habrá Liga Endesa por el parón debido a las ventanas FIBA y eso hace que jugadores como Rudy, que se retiró de la final copera por un dolor en su pierna, pueda forzar y ser de la partida. El que no estará es Trey Thompkins, que un partido más, causará baja de entre los de Laso.
El proyecto del equipo alemán está dando unos resultados que ni ellos mismos pensaban, pues a estas alturas de la competición, marcha séptimo con la mismas victorias que derrotas, once. El Madrid, tras la derrota ante el CSKA ha caído a la tercera posición debido al average negativo con los rusos, con los que empata a victorias.
El partido nos traerá un enfrentamiento estelar entre dos de los mejores “cuatros” de la competición como son Randolph y Derrick Williams. Ambos, jugadores polivalentes, con unas condiciones más propias de un alero que de un interior, ambos, con más querencia por el ataque que por la defensa, aunque sus capacidades físicas les permitan acceder al rebote y al tapón con cierta facilidad. El Bayern buscará cargar el físico del Madrid siendo agresivos, para aprovechar cualquier bajón del equipo blanco que les mantenga en el partido y si es posible, ser capaces de dominarlo. En el debe de los alemanes está el rebote, de hecho es el peor capturando rechaces de toda la Euroliga, algo que el Madrid deberá aprovechar con Ayón, Tavares y el propio Randolph, muy superiores a un equipo cuyo techo es Danilo Barthel con apenas 2.08 metros.
Imagen: euroleague.net
Laso de entrada buscará un ritmo más pausado, que le sirva para ir leyendo las intenciones del rival, cargando el juego en el dúo Ayón-Randolph para a partir de ahí, activar al resto de actores como Campazzo, Causeur o Llull, que tras lo visto en la copa, ha regresado mejor de lo esperado. En el momento en el que el coach vitoriano entienda en que términos se desarrolla el juego, el Madrid variará la marcha y comenzará a correr y en eso tiene al mejor base de Europa en estos momentos: Campazzo.
Para Maodo Lo y Jovic, Campazzo puede ser un auténtico dolor de muelas, no sólo por su explosivo 1×1, sino por su capacidad para conectar pases imposibles, que rompen defensas y minan la determinación por ganar de un equipo. Si a eso unimos a un hiperactivo Llull, el cóctel puede ser explosivo e inabordable para la defensa alemana.
Para el Real Madrid, el partido cuenta para algo más que sumar una victoria en su casillero, pues de ganar, cerrará de manera definitiva su pase a playoff, sólo dejando en el aire su clasificación final, que interesa que sea lo más arriba posible por aquello de enfrentarse a rivales más débiles a priori, contando con la ventaja de campo.
Via: planetacb