PREVIA | CSKA Moscú vs Real Madrid | Euroleague | Jornada 22

Una previa de: @danipuerto6  planetacb

CSKA y Real Madrid protagonizan el partido de la Jornada 22 de Euroleague. El equipo ruso es tercero con un balance de 16-5, mientras los de Laso son segundos con 17-4. Es posiblemente la rivalidad más antigua que se recuerda en Europa, pues se gestó allá por los años 60 del siglo pasado. Un CSKA-Real Madrid nos carga de nostalgia, de infinidad de imágenes, de jugadores míticos que escribieron con letras de oro la historia de sus equipos dentro del baloncesto continental, pues hablamos de los dos equipos más laureados en la historia de la Copa de Europa.

Llega el Madrid a Moscú plagado de dudas, no sólo por su juego, sino también por la no participación de dos piezas básicas en su esquema como Sergio Llull y Trey Thompkins.

Los de Itoudis también arrastran dudas para el choque, pues Higgins vital en la victoria moscovita en el Wizink Center en la primera vuelta, no ha jugado los tres últimos partidos de la competición. Aunque los rusos, poseedores de una plantilla larga y de mucha calidad, terminaron imponiéndose en todos esos duelos.

CSKA y Madrid son dos equipos que se mimetizan al jugar un baloncesto parecido, donde la velocidad y el talento individual copan los ataques de ambos. En defensa, las opciones de nuevo coinciden, queriendo tanto Laso como el griego Itoudis, controlar la velocidad rival y evitar recibir puntos fáciles en transición. El juego se desarrollará con la clara intención de buscar la iniciativa y dominar así el tempo de juego, situación clave que ha dado infinidad de triunfos a ambas plantillas a lo largo de estos años. Decir que perder ese dominio, perjudica seriamente las opciones de unos y otros, incapaces de jugar a remolque.

En la búsqueda de adueñarse del ritmo de partido, el CSKA tiene una gran ventaja, pues no sólo cuenta con El Chacho para la consecución de ese objetivo, sino que le acompañan Hackett, Kulaguin y un combo de nivel estelar como De Colo. Mientras, el Madrid cuenta con Campazzo como único base de la plantilla ante la asencia de Llull y es que aunque juegue el de Mahón, sus parones durante la temporada y su pérdida de ritmo no ayudan a afrontar el choque en la mejor de las situaciones, aunque peor ha demostrado ser la opción Prepelic, pues el esloveno sufre en demasía cuando tiene que ejercer de “uno”.

Imagen: elespañol.com

El sistema ruso será de acoso y derribo a Campazzo, sabedores de la exagerada carga de minutos que el argentino lleva en esta temporada. Los 1×1 de los bases rusos ante el Facu y la presión defensiva en toda la cancha buscando el desgaste del madridista serán una constante para forzar a Laso a jugar si el que puede ser, base más en forma de la competición en la actualidad.

CSKA optará también por forzar un juego más perimetral, pues aún con la baja de Thompkins, el Madrid sigue contando con una batería de pivots de mucho nivel que ayudan a dominar ambas zonas. Tavares y Ayón son dos jugadores tan diferentes como efectivos en lo suyo y que se muestran superiores al trio Hines, Hunter y Bolomboy. Porque mientras el Mexicano posee un talento ofensivo y una lectura de juego mayor que el de sus contrapartidas rusas, Edy es un muro que cierra opciones al rival y obliga a cambiar cada tiro cerca de su aro, un poder intimidatorio que tampoco se encuentra dentro del juego moscovita.

Randolph, que está mostrando una sorprendente regularidad en la Euroliga, tendrá que trabajar el doble ante la versatilidad de los “cuatros” moscovitas, teniendo a Felipe y al argentino Deck para echarle una mano en esa tarea tan complicada, pues la nómina de power forwards rusos es espectacular, donde al combo Will Clyburn, se unen nada menos que Alec Peters, Kurbanov y Vorontsevich.

Para los de Laso, el rebote debe ser una cuestión vital, pues les puede devolver una ventaja que a priori, han perdido en situaciones de organización de juego al desamparar tanto a Campazzo. Partido de un nivel altísimo, donde el premio será recuperar la segunda plaza si ganan los rusos o mantenerla, ampliando a dos victorias la diferencia entre ellos y casi asegurando estar entre los cuatro primeros al terminar la liguilla, en el caso del Madrid.