CRÓNICA | Baxi Manresa vs Real Madrid | Liga Endesa | Jornada 17

Una crónica de: @danipuerto6

La vida para el equipo de Pablo Laso se ha convertido en una montaña rusa. Lo mismo un día toca una bajada vertiginosa y se pierde ante el recién ascendido Breogán, que toca un looping hacia arriba y ganan con solvencia en Vitoria a Baskonia. En ese desconcierto baloncestístico, llegaban los blancos al Nou Congost para enfrentarse a un Baxi Manresa convertido en sorpresa liguera y con la necesidad de ganar para apurar hasta el final sus opciones de meterse en la Copa del Rey.

Manresa salió al parquet con las ideas claras, con la intención de endurecer el juego hasta el límite de lo legal buscando contactos constantes, situación que al Madrid no termina de gustarle. Con el objetivo bien estudiado, los de Peñarroya se esforzaban en pelear cada rebote, negándoles segundas opciones al Madrid o regalándoselas ellos mismos cuando les favorecían los rechaces a sus propios tiros. El Madrid, otra vez con la pájara inicial, evitaba que los de rojo tomaran el mando a base de calidad individual, agarrándose a un Causeur que por fin se mostraba atinado ante el aro rival. Con ese guión se jugó la primera parte. Manresa fiel a su plan, buscando el cuerpo a cuerpo en defensa para incomodar al Madrid, y en ataque siendo agresivos en cada situación individual, buscando el aro ante la defensa pasiva y lejana de los de Laso. Eran momentos donde los manresanos marcaban sus mayores distancias en el marcador con Pere Tomás, Fisher y Toolson como abanderados del ataque y donde su rival, el Madrid, parecía de nuevo sumido en una depresión de juego, sin intensidad, como negándose a practicar ese juego alegre y veloz que les ha llevado a lo más alto en Europa. Aún con todo, se cerró esa primera mitad con +4 a favor de los de casa y la sensación de que el Madrid sin hacer nada estaba en el partido y que con poco que mejorase, pasaría a dominarlo.

Imagen: abc.es

Dicho y hecho. El Madrid, que durante toda la primera mitad fue gobernado por su parte mala, mutó dejando atrás a su Hyde particular para convertirse en el Doctor Jekill y hacerse primero con los mandos del partido, y luego con el  mando en el marcador. Ante un Madrid más reconocible, Manresa se iba diluyendo, aunque tener tan cerca el botín de la Copa les mantenía aún con las fuerzas suficientes para impedir que los de Laso rompieran el partido definitivamente a través de Thompkins, que se aprovechaba de la mejor circulación de balón y desde su esquina preferida encontraba el tiempo y el espacio suficientes para anotar una y otra vez. Peñarroya, al que ya no le valía sólo con jugar duro  y rápido porque el Madrid había aceptado ese reto, empezó a comprender que estaba ante el campeón de todo, un equipo poseedor de una plantilla más amplia y de mayor calidad, donde si Manresa lograba minimizar a Trey, les aparecía Llull y si no Causeur que de calle, fue el más regular de entre los blancos en el Congost.

En esos segundos veinte minutos, el Madrid recuperó viejas sensaciones en su juego y eso es mala noticia para cualquier rival y Manresa, que puso todo de su parte para poder ganar, se encontró impotente ante un equipo que suele sestear en la liga doméstica, pero que cuando se pone a jugar, pocos le pueden hacer frente.

Un 78 – 83 final, donde se impuso la calidad a la ilusión y donde injustamente los manresanos se quedan sin participar en la Copa del Rey en detrimento de Estudiantes, que habiendo hecho una horrenda primera vuelta, será uno de los ocho clasificados por aquello de ser anfitrión.