OPINIÓN | Una Liga que no se debe volver a repetir (II)

Un articulo de: @luismanper

Dejaba este balance de Liga en las tres últimas jornadas de la primera vuelta en la que el Real Madrid solo fue capaz de ganar 1 punto de 9 posibles, por lo que sus opciones de luchar este campeonato quedaron enterradas a pesar de que aún faltaba una vuelta entera por jugarse, convirtiendo cada partido liguero en un estorbo cuya única utilidad era preparar el ritmo competitivo para las eliminatorias de Champions, donde el Real Madrid ha llegado a la final por tercer año consecutivo y donde residen las esperanzas de hacer historia y de paso de no acabar la temporada en blanco. Hay que destacar que los números del Real Madrid en la segunda vuelta no son tan malos como en la primera, por lo que de haber dado la talla al inicio de la Liga, el Real Madrid habría luchado la Liga hasta el final como su historia le exige.

La segunda vuelta comenzó con una goleada de las que escuecen al Deportivo de la Coruña en el Bernabéu, nada menos que por 7-1 y que le costó el puesto a Cristóbal Parralo, entrenador del equipo gallego. Pero tras esa goleada, llegó el ridículo espantoso que cuajó el equipo en Copa del Rey siendo eliminado por el Leganés, habiendo ganado la ida y siendo remontado por el conjunto pepinero en la vuelta en el Bernabéu, por lo que el equipo quedó en shock durante varias jornadas, aunque consiguió rehacerse mínimamente el siguiente fin de semana ganando en Mestalla por 1-4 en un partido polémico, ya que los dos primeros goles madridistas llegaron por sendos penaltis cometidos por Montoya, a los jugadores no se les veía cómodos como demuestra el 2-2 que cosechó el equipo cuando una semana después visitó el Ciutat de Valencia, la prueba más clara del desastre de Liga que ha realizado el Real Madrid esta temporada, es que no fue capaz de vencer ni en la ida ni en la vuelta a un equipo que ha luchado hasta las últimas jornadas ligueras para evitar el descenso.

Ya con la mente dirigida a la inminente eliminatoria de Champions el equipo goleó por 4-0 a la Real Sociedad en el Bernabéu, y tras el partido europeo volvió al campeonato doméstico para visitar el campo del Betis que le había ganado en la ida y estaba cuajando una gran temporada, sin embargo, en esta ocasión el equipo blanco se impuso por 2-5 en el Benito Villamarín. Unos días después, el Real Madrid tenía que recuperar el partido contra el Leganés aplazado por el Mundial de Clubes, en el que todo el mundo tenía en la cabeza el estrepitoso fracaso de la Copa ante el equipo pepinero, pero la historia no se repitió y el equipo consiguió una victoria por 1-3 a pesar de empezar adelantándose el Lega a los pocos minutos de empezar el encuentro. El siguiente compromiso liguero era la visita al Bernabéu del Alavés, que se saldó con un 4-0 para el conjunto madridista en un gran partido de la BBC, que volvía al once tras muchos meses sin coincidir debido a la sanción de Cristiano en agosto y a las innumerables lesiones de Bale.

Después hubo que afrontar una jornada entre semana visitando al Espanyol, aunque los pensamientos de la mayoría de la plantilla estaban ya en el Parque de los Príncipes donde una semana después el Real Madrid las opciones de seguir vivo en la Champions y por tanto, sus opciones de ganar un título esta temporada. Toda esa falta de concentración se demostró en el partido en Cornellá, donde el equipo demostró una falta de actitud lamentable, pues apenas se tiró a puerta y el partido fue un tostonazo hasta que lo decidió Gerard Moreno en el 92, certificando la derrota madridista en una Liga sin nada en juego para el Real Madrid que se empezaba a hacer eterna…

A continuación, fue el Getafe quien visitó el Bernabéu en vísperas del decisivo encuentro ante el PSG, y una vez más se vio como los jugadores tenían la cabeza en otra parte, no obstante esta vez sí consiguieron hacer un papel digno y vencieron al conjunto azulón que estaba cuajando una temporada notable, pero que encajó goles por medio de Cristiano y Bale antes del descanso, luego vio como le expulsaban a su delantero Remy al poco de comenzar en el segundo tiempo e incluso marcó el gol del honor por medio de un penalti de Nacho que transformó Portillo, pero Cristiano devolvió la tranquilidad al marcador marcando el definitivo 3-1 en la recta final del partido. Después del partido en París en dónde el equipo si dio una buena imagen, al Real Madrid le tocaba visitar Ipurúa, y el encuentro contra el Éibar fue todo lo difícil que se presumía, pues aunque nos adelantamos en el marcador por medio de Cristiano, el partido no dejó de estar apretado hasta el punto que tras la conmoción de Varane que le obligó a dejar su puesto a Nacho el Éibar empató en un balón aéreo y obligó a Cristiano a marcar otro gol de cabeza a pase de Carvajal cuando todo el mundo daba por hecho el empate.

El siguiente compromiso liguero fue la visita del Girona al Bernabéu que se saldó con un partido lleno de goles, y por lo tanto con numerosos fallos defensivos de ambos equipos que se rubricó con un 6-3 final que más parece un resultado de tenis que de fútbol. Después llegó el parón de selecciones de marzo, y a la vuelta del mismo todo el mundo estaba centrado en la eliminatoria europea contra la Juve, por lo que la visita a Gran Canaria para enfrentarnos a Las Palmas de Jémez fue un engorro que para colmo se saldó con la primera lesión de Nacho en toda su trayectoria en el primer equipo, lo mejor de aquel partido fue el resultado de 0-3, con un gol de Benzema y dos de Bale, gracias a dos penaltis marcados uno cada uno. En la siguiente jornada y entre medias de la eliminatoria frente a la Juve que en ese momento parecía resuelta, por el magnífico cuajado en Turín coronado por esa colosal chilena de Cristiano Ronaldo, llegó el derbi en el que el Atleti visitó el Bernabéu, el cual a pesar de que se puso de cara para los blancos en la primera mitad, el conjunto rojiblanco empató en la segunda parte con un gol dudoso y Oblak impidió que se moviera el marcador, demostrando porque es considerado uno de los mejores porteros del mundo, si no el mejor.

El siguiente compromiso liguero llegó tras la enorme polémica con la que terminó la eliminatoria contra la Juve (sartenazo de Isco a la COPE incluido), en el que el Real Madrid visitó La Rosaleda ante un Málaga a punto de certificar su descenso matemático. Quien nos iba a decir cuando hace un año ganamos la Liga en la Rosaleda que la siguiente visita a ese estadio, llegaría con el Real Madrid sin ninguna opción de disputar el campeonato y con el Málaga a días de confirmar su descenso, pero el fútbol es así y el partido acabó con 1-2 gracias a un gol de falta directa de Isco (tras el cual pidió perdón a la afición del club que le lanzó a la fama) y de Benzema, el gol del honor malaguista llegó en el descuento y ayudado con la mano. Después, tocaba jornada entre semana en la que el Real Madrid recibió en el Bernabéu al Athletic de Bilbao, partido que terminó 1-1 en una gran actuación de Kepa, que toda la prensa carroñera utilizó para echar en cara a Zidane que descartara su fichaje en el mercado invernal, cuando el cancerbero vasco ya había superado el reconocimiento médico, de los fallos que el mismo portero cometió en los partidos posteriores nadie le dijo nada a Zidane.

El siguiente compromiso en Liga era la visita al Sánchez Pizjuán, pero el Sevilla jugaba ese fin de semana la final de Copa del Rey en la que acabó haciendo el ridículo, por lo que el partido tuvo que ser aplazado y el Real Madrid aprovechó ese aplazamiento para preparar sin distracciones la ida de semifinales ante el Bayern, tras vencer en Múnich por 1-2 gracias a los goles de Marcelo y Asensio, el Real Madrid recibió la visita del Leganés en un partido que estorbaba a todo el mundo como demostró Zidane sacando a una inmensa mayoría de jugadores poco habituales, que consiguieron vencer al equipo pepinero por 2-1, con goles de Bale y Borja Mayoral y con una actuación indignante de Achraf, en el gol visitante en el que no dejó de andar por el área sin intentar taponar ni el centro ni el posterior remate del jugador del Leganés, al que le tocaba cubrir al lateral marroquí, sólo por mostrar tan descaradamente esa desidia ese jugador debe salir del Real Madrid cuanto antes.

Tras una sufrídisima clasificación para la final de Champions en la vuelta ante el Bayern de Múnich que nos dejó a todos al borde del infarto, llegó el Clásico con un Barça que la jornada anterior se había proclamado campeón matemático faltando 4 jornadas por disputar. ASÍ DE TRISTE HA SIDO LA LIGA DEL REAL MADRID ESTE AÑO. Sin embargo, eso no redujo ni un ápice de polémica al Barça-Madrid, desde el pasillo inicial que el Real Madrid no hizo porque el Barça se había negado a hacerlo en la ida cuando el Real Madrid venía de proclamarse campeón del mundo, hasta un partido repleto de errores arbitrales, por las que Hernández Hernández no debería volver a arbitrar nunca más, pero como en España funcionan las cosas como funcionan desde hace tantos años, en la siguiente jornada ya estaba pitando el trencilla canario. Es difícil enumerar todos los errores del colegiado ese día, que influyeron en el marcador, a favor de ambos equipos desde un plantillazo de Rakitic a Casemiro a los pocos segundos de empezar el partido, luego otro de Bale a Umititi que también era merecedor de roja directa y el árbitro tampoco sancionó, al gol escandalosamente concedido al Barça tras una recuperación en la que Luis Suárez pateó impunemente a Varane sin que el árbitro pitara falta, a pesar de que el cuarto árbitro le avisó de la infracción en repetidas ocasiones que Hernández Hernández ignoró por completo, al patadón que propinó Jordi Alba a Marcelo dentro del área y en el que una vez más el árbitro canario hizo la vista gorda, por lo que el único acierto que tuvo el árbitro en todo el partido fue la expulsión de Sergi Roberto al filo del descanso por agredir a Marcelo. Entre tantos fallos arbitrales el Real Madrid consiguió empatar a 2 el partido, a pesar de que el resultado debió haber sido 1-3 pues el segundo gol debió haber subido al marcador y el penalti de Jordi Alba a Marcelo lo vio todo el estadio menos el árbitro… o quizá no le dio la gana verlo.

Después de ese bochornoso Clásico, al Real Madrid le quedaban 3 jornadas para acabar una Liga que se nos ha hecho interminable, y esos partidos ya solo sirvieron para llegar a la final de Champions que se disputa este fin de semana en las mejores condiciones. La escasa importancia que dieron los jugadores a estos partidos se demostró en el partido aplazado en el Sánchez-Pizjuán, donde el equipo completó una primera parte infame yéndose al descanso perdiendo 2-0 ventaja que fue aumentada en el segundo tiempo, después de que Sergio Ramos fallase un penalti, hasta el 3-0 que el equipo consiguió maquillar en un ataque de orgullo, hasta el 3-2 gracias a los goles de Borja Mayoral que durante toda la Liga ha tenido una gran efectividad en los escasos minutos que Zidane le ha concedido, y de Sergio Ramos quien dispuso de un segundo penalti que esta vez sí transformó para cerrar el marcador en el 3-2 final.

El último partido liguero en el Bernabéu fue la visita del Celta, en la que el Real Madrid le endosó un set en blanco al equipo gallego, por lo que el Real Madrid se despidió de su público en Liga con un 6-0 que sirvió para olvidar de una Liga horrible y torcida desde el primer día, ese partido destacó por los golazos marcados por Isco y Bale quien se están jugando una plaza en el once de la final de Kiev y están especialmente entonados en los últimos partidos. Finalmente, el Real Madrid cerró la Liga en Villarreal, con el debut de Luca Zidane en portería blanca y resumiendo en un solo partido la doble imagen ofrecida a lo largo de la temporada, una primera parte de juego sublime en el que el Real Madrid dio un baño absoluto al Villarreal, pero ese precioso juego de la primera mitad, el equipo lo tiró por la borda en la segunda parte desconectándose absolutamente del partido hasta el punto de que el Villarreal logró empatar a 2, y no ganó por una gran intervención de Luca Zidane que impidió la victoria local.

En definitiva, esta Liga ha sido tan horrible y se nos ha hecho tan tremendamente larga a los madridistas que sólo queda confiar en que ningún año más, el Real Madrid vuelva a tirar la Liga en los 2 primeros meses de competición como ha pasado esta temporada.