CRÓNICA | EL OJO AL BLANCO | Por la puerta grande: Iberostar Tenerife 59 – 77 Real Madrid

Una crónica de: @Javirodespi planetacb

El Real Madrid pasó por encima del Iberostar Tenerife ganando por un claro 59-77 gracias a una incomensurable segunda parte en que no dio ninguna opción al conjunto canario.

La vuelta de Ayón

Volvía Gustavo Ayón a entrar en un partido de competición y ello supuso la baja de Randle que se unió a Santi Yusta y Dino Radoncic, nuevamente testigos de lujos de este partido en un Gran Canaria Arena que no estaba lleno ni mucho menos.

Fallos y agujeros

Debe ser una consigna salir mal en los partidos de Copa para que el corazón del aficionado blanco se ponga en malas pulsaciones y eso que Tavares parecía desde el principio que iba a dominar el territorio con este pedazo tapón.

Porque lo cierto es que el equipo blanco salió con una enorme carencia de acierto en el tiro exterior (1-11 en triples) y, lo que es peor, defensivamente era un coladero en cuanto el Herbalife movía bien el balón encontrando con facilidad un pívot en el interior de la zona, completamente solo, por una mala rotación de ayudas, así no nos era de extrañar que el marcador fuera de 19-11 para los tinerfeños.

Difícil luchar contra tanta calidad

Era evidente que el Madrid iba a mejorar en el tiro y porque su calidad es indiscutible, pero claro, para ello tenía que mejorar su defensa y Laso tuvo que echar mano de su recital de zonas, presión-caja+1 lo que unido a Rudy Fernández con sus triples ya clásicos de esos que no te crees que puedas meterlo y un Jaycee Carroll que se comió a Rodrigo San Miguel cuando le estaba defendiendo (7 puntos consecutivos), nos dejaba un marcador de 39-38 y, eso sí, una jugada de Doncic para el recuerdo.

Poco a poco

El Iberostar Tenerife se fue apagando poco a poco tras la continuación, para ello hubo dos factores diferenciales, en el primero las pérdidas de balón que sufrieron los chicharreros, muchas veces sin la suficiente frescura ante los diversos planteamientos madridistas y, si tuvieramos que poner un nombre, ese sería el de Rudy Fernández, excelso en toda la segunda parte con su capacidad en los robos de balón y mostrándose omnipresente en ambos lados de la cancha, ello nos dejó el 49-56 que amenazaba con romper el partido y más con gorros como éste de Tavares (uno más).

Y el paseo final

Con un Iberostar entregado, el Real Madrid se paseó en el último cuarto, minutos para todos los jugadores salvo Gustavo Ayón y asistiendo al recital de Luka Doncic que nos deleitó con jugadas como ésta que nos presentó y que, finalmente, nos dejó un marcador de 59-77.

Así terminamos hoy, nuestra próxima cita es mañana mismo, a las 18.30 horas tendremos la final, quinta consecutiva para los de Laso, las cuatro anteriores las ganó.