Un articulo de: @pepo2204
En estos tiempos que corren, es difícil hablar de periodismo deportivo siendo madridista, sin necesitar algún tipo de desestresante o un remedio anti enfado (No sé si está inventado y se dispensa en farmacias), pero que de ser así y gracias a esta gente, haría que su inventor se llenara los bolsillos a manos llenas.
Desde hace algunos años, y por razones que luego podremos analizar la prensa deportiva de este país, tanto hablada como escrita, tiene puesto su foco en el Real Madrid C.F. Hasta aquí, nada debería de sorprendernos si aplicamos la máxima de que vende aquello que es noticia. Estamos hablando del deporte más seguido del planeta y del Club más importante de la historia de este deporte, y por tanto podemos presuponer sin equivocarnos mucho que todo lo que genera el Real Madrid, es sinónimo de venta para la prensa deportiva.
El periodismo debe a mi juicio basarse en conseguir informaciones veraces que interesen al consumidor final de esa información. La premisa “veraces” implica necesariamente que esas noticias hayan sido contrastadas por más de una fuente antes de ser emitidas, y por desgracia, hoy en día y más concretamente refiriéndonos a lo que nos importa, que es nuestro Real Madrid, esta circunstancia está muy lejos de la realidad.
Se agrava el hecho en que los medios de comunicación han cambiado y gracias al avance de medios digitales y redes sociales, hoy prima la inmediatez por encima de la veracidad; ser el primero en dar una “noticia” ante la competencia aunque lo que tengas que decir sea una puñetera mentira. Tener 200 retweets en un minuto o 5000 clicks se convierte en el principal objetivo de esta nueva prensa, lo cual hace que veamos titulares absolutamente sensacionalistas que no se ajustan al cuerpo de la noticia una vez que entras a verla.
Logicamente, esta desinformación lleva a que muchas – por no decir casi todas – las noticias generadas en torno al Real Madrid o no son ciertas en su totalidad, aquello del “has oído campanas y no sabes dónde” o directamente son inventadas. No es necesario que recordemos episodios tan sangrantes como la hernia de Bale, el fichaje de Kepa o el reconocimiento médico de Icardi por no irnos muy lejos. Pero en nuestro caso además se da la circunstancia de que existen otros factores que contribuyen a esta nube de mugre perodística que cubre todo lo que rodea al Real Madrid.
El primero de ello, es que como consecuencia de lo anterior, el Club decide no dar bola a los medios, en una política que puede discutirse si es la mejor o no. Esto lleva a un enfrentamiento con los medios en el que encuentran un acomodo rápido y letal los rivales del Madrid, los cuales por qué no decirlo disponen de un sistema de propaganda perfectamente engrasado. Nos hemos hinchado a escuchar la excelencia del fútbol del Pep, de la selección, de la Champions que el fútbol le debe al Atleti, de la agresividad – que no violencia – de los equipos del Cholo, etc…
El segundo factor es la guerra por el poder del control de los medios por parte de los grupos editoriales y de difusión, en el que e Real Madrid se convierte en el Dorado que todos quieren conquistar para obtener la supremacía. Si no me das entrevistas, te pongo a parir. Si no me dejas ver los entrenamientos, me inventaré líos en el vestuario. Así vemos que en prensa escrita diarios presuntamente dirigidos a público madridista (AS y Marca) dan noticias con un sesgo claro y llevan a sus tertulias a periodistas claramente antimadridistas y en la radio se escuchan cosas como que el Real Madrid desprecia a los jugadores españoles, que la Liga es un torneo menor o que la BBC tiene que jugar por decreto o se obvia el flagrante desequilibrio arbitral favorable a los Piqué Boys durante un larguísimo perido de tiempo.
Por último, y relacionado con este segundo es que la capacidad de influir de estos medios, hace que se despierte sociológicamente la conciencia de que meterse con el Madrid es lo guay, que o se es madridista o necesariamente hay que ser antimadridista; que el Madrid es favorecido por los árbitros, que tiene que fichar a éste o a aquél, o poner a éste o al otro. Pero para mí el problema mayor es que dentro del propio madridismo, las influencias de estos “periodistas” o ciudadanos periodistas como les llama Richard Dees, hacen que esos mantras que escupen a diario se convierten en dogmas de fe que son repetidos hasta la saciedad, generando inconformismo y división dentro del propio madridismo.
La labor de los podcasts, publicaciones y blogs madridistas como éste en el que tengo el honor de poder participar, tratan de contrarrestar esta marea a la que nos llevan (o pretenden llevar) los medios en su propio interés. Pero es misión de TODOS los madridistas estar atentos, abrir las orejas y los ojos, no creer a pies juntillas nada porque sólo remando juntos podremos luchar contra los enemigos extradeportivos, que los deportivos ya son suficientemente poderosos como para que nos ataquen desde otros flancos,. #SolosContraTodos #HalaMadrid
Hay un refrán español que dice: «A palabras necias, oídos sordos», que los madridistas debemos aplicar, no solo a los comentarios periodísticos o de jugadores de otros equipos, sino también a los actos que se desarrollan dentro y fuera de los terrenos de juego, y solamente dedicarnos a apoyar con nuestros comentarios y actos, al club de nuestros amores. Por cierto declarado «mejor equipo de futbol del mundo». Solo me resta decir que, el Real Madrid grande porque nació así.
¡Hala Madrid!