Una crónica de: @Javirodespi – planetacb
Sencillamente imparable, el Baskonia fue un absoluto rodillo ante un apático Real Madrid que, desde el primer cuarto no dio ninguna muestra de luchar por llevarse el partido para acabar perdiendo con una rotundidad inusitada.
Yusta y Radoncic
El Real Madrid no es muy querido en Baskonia, pero eso sí, Causeur se llevó una gran ovación por los tiempos pasados, en el lado de los cambios, ni Santiago Yusta ni Dino Radoncic fueron de la partida
Nada no, lo siguiente
Seamos claros, Baskonia pegó un repaso de primer nivel al conjunto blanco en este primer cuarto, algo que se vio desde el salto inicial cuando el equipo local salió cuatro o cinco puntos por encima, los vitorianos metían de todas las posiciones posibles, en poste bajo, en triple, en entrada, en juego colectivo, en 1×1 y todo proveniente de una tremebunda apatía defensiva blanca que llegó a dejar un sonrojante marcador de 21-5 para acabar siendo un 36-17 en el primer cuarto, no le sirvió de nada a Laso los cambios en el banquillo, alternar quintetos ofensivos con defensivos, usar su zona press, en fin, valga este ejemplo de la defensa que hablamos:
The Flying Frenchman ?
@viinze_17P soars in for the offensive rebound and stuffs it in! #7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/WotoyqGaJB
— EuroLeague (@EuroLeague) 14 de noviembre de 2017
Triple reacción (tímida) e insuficiente
Aquí podíamos haber terminado la crónica del partido, porque no habría mucho más que contar, no obstante, sí podemos decir que el Madrid intentó engancharse el partido a base de triples y ahí tuvo compañía con Rudy (2) o Luka Doncic, hasta el punto de ser el único motivo para poder creer en una remontada que adquiría tintes e heroísmo cuando el marcador reflejaba 20 abajo al descanso y que, como única nota algo positiva en el partido, nos dejaba una buena canasta de Tavares.
Welcome to the Turkish Airlines EuroLeague, @waltertavares22!#7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/4B70VCArUu
— EuroLeague (@EuroLeague) 14 de noviembre de 2017
Nada que hacer
La aportación coral del Baskonia no bajó ni un ápice en la continuación, ni hubo reacción, ni se veía nada que no fuera incluso malas sensaciones como el tobillo de Randolph que le llevó al banquillo para no jugar, perder el rumbo con los bases con un Campazzo descentrado ante Granger y porcentajes de triple que bajaban y donde no había ni un ápice de sensación de que se podía luchar por el partido sino todo lo contrario, dejando casi la totalidad del último cuarto para dar minutos a Randle, Tavares para aclimatarse y Thompkins para coger el ritmo, es lo único positivo que puede sacar el Real Madrid de este encuentro que acabó perdiendo por un apabullante 105-75
Así terminamos hoy, volvemos en breve, jueves a las 21 horas desde el WiZink Center con la visita de Unicaja, mientras tanto, sigan sonriendo.