Un articulo de: @Angeluisalba
Se dice que la fiebre es el primer síntoma de una posible enfermedad, pues bien, el Real Madrid de futbol vive en un estado febril desde que comenzó la temporada.
A veces, la mejor forma de evitar enfermedades es vacunarse, tomar precauciones para que esta no llegue o si llega nos coja con las defensas altas y su padecimiento sea lo más leve posible. El equipo madridista ha hecho justo lo contrario.
Intentar ser un equipo competitivo exige además de tener una estructura administrativa y deportiva fuerte, contar con una plantilla equilibrada, completa y que de soluciones tanto a las bajas médicas como a los problemas de estados de forma de algunos jugadores. En mi opinión, nada de eso se ha conseguido, digamos que los árboles no nos han dejado ver el bosque. El año pasado se consiguió ganar la Champions de manera consecutiva por primera vez en la historia, mérito incuestionable, pero las sombras fueron lo suficientemente importantes como para ver que no todo vale.
Si te desprendes de jugadores importantes a nivel mundial y los reemplazas por jugadores de una valía al menos cuestionable, corres el riesgo de no tener respuesta ante problemas futuros, bien por falta de experiencia o de valía sin más.
La delantera y el goleador
Todo el madridismo estaba ilusionado con la llegada de un goleador, el equipo adolece desde hace varias temporadas de un “killer” que complemente a Ronaldo, este año es palmaria la falta de un goleador de garantías, el año pasado esa posición fue desempeñada con acierto por Morata, si bien no jugó en exceso, metió muchos goles importantes sobre todo en la consecución de la ansiada Liga. Si te desprendes de él, porque el jugador entendía que quería tener un papel más importante y el entrenador se decantaba por Ronaldo o Benzema, el club debió reforzar esa parcela con un jugador que asegurara gol, es decir, por fichar a un jugador “top a nivel mundial”, no nos engañemos, el gol siempre se ha pagado caro. Zinedine Zidane se involucró personal y deportivamente en el fichaje de Kylian Mbappe, jugador excepcional, que el madridismo acogió como suyo debido a su interés por venir al equipo y porque encajaba como un guante en el esquema de juego rápido y dinámico en la forma de ver el futbol de Zidane. El club, que en otras ocasiones no ha puesto reparo a realizar los mayores dispendios económicos en cuanto a fichajes como Ronaldo o Bale, no entra en la puja aduciendo desajustes en los roles del vestuario y de fichas con otros jugadores. Conclusión, se rescata a Borja Mayoral para ese puesto, jugador joven sin experiencia, que tras una año inédito cedido en Alemania ahora sería injusto que recaiga sobre él una solución a la falta de gol.
Si a esto añadimos que Ronaldo se niega a jugar de delantero centro, posición que daría al equipo más equilibrio, ya que al jugar por banda condiciona que otro jugador con más recursos ocupe esa posición y haga al equipo menos previsible y con más recursos ofensivos, aboca a que el equipo tenga como único recurso ofensivo “colgar balones a la olla” siendo mucho más fácil de defender por el equipo contrario que si se entrara por los extremos, la táctica de todos equipos que se enfrentan al Madrid es acumular tres centrales en defensa con ese único propósito, lo que nos convierte en un equipo totalmente previsible ofensivamente.
El motor del centro del campo
Los grandes partidos que el equipo jugó y ganó el año pasado se debieron a la química de un gran centro del campo con un eje Casemiro-Modric-Kroos, complementado con un gran Isco. Este año, la baja forma de los tres primeros es acuciante, Casemiro si no brilla en su labor de todoterreno y no destaca en su labor de roba balones y equilibra el ataque y la defensa se convierte en un estorbo para el equipo, pierde fluidez. Kroos cada vez que juega con Alemania viene tocado y no está en su mejor momento y el gran Modric últimamente parece que es incompatible con Isco.
Los dos hacen una misma labor, Isco juega de Modric y Modric de Isco, se solapan, ocupan la misma parcela y su forma de juego es prácticamente igual, en muchas ocasiones se anulan. El Real Madrid ha recuperado en la parcela del centro del campo a Llorente, que a día de hoy parece estar mucho más fresco que Casemiro, y Ceballos, que los partidos que ha jugado ha dado la impresión de tener un juego que podría servir para desatascar el mal juego del centro del campo, ambos merecen una oportunidad ante el cansancio o baja forma de los tres mencionados.
La defensa catastrófica y la portería
Que nuestro equipo defiende mal no es un secreto, cualquier equipo bueno, malo o regular nos hace ocasiones y muchos goles. El bueno de Marcelo no ha terminado de recuperarse físicamente de sus lesiones, y al estar renqueante es la estrategia segura de todo equipo que juega contra nosotros. Se fichó a Theo como recambio y dada su juventud y despliegue físico debería tener alguna oportunidad. Tener a Carvajal como uno de los grandes laterales derechos y como suplente a un chaval sin experiencia que viene directamente de segunda B es una apuesta al menos arriesgada. Varane es un gran central, pero sus continuas lesiones hacen que no termine de asentarse a una posición tan difícil en un equipo como el nuestro.
Keylor Navas es uno de los mejores porteros del mundo cuando está en forma, aunque este año está teniendo mala suerte con las lesiones, cuando ha jugado ha salvado al equipo con grandes intervenciones, jugar con el portero reserva tantos partidos hace que el nivel lógicamente baje, en otros equipos punteros su portero titular salva puntos día si y día también, pero no en nuestro caso.
Y después de este análisis catastrofista ¿Qué nos queda?. Pues bien, lo de siempre, cerrar filas en torno al equipo, confiar en el entrenador y esperar que el equipo se asiente de una vez, que reine la tranquilidad y que con trabajo y una dosis de suerte nos respeten las lesiones. Esto no ha hecho más que empezar, pero las notas son en junio, aunque llevemos un parcial suspenso aún se puede recuperar. Eso sí, contemos con que el profesor (RFEF y Comité de Árbitros) hará todo lo posible para que repitamos curso.