Una previa de: Nilo Campo Santos
Lo comentaba en una anterior previa, sospechaba que a Larrea podía gustarle la poltrona, y por esa grieta se penetrara en las estructuras mafiosas de la RFEF. Se están cumpliendo mis sospechas. Larrea se está posicionando para sustituir a Villar, el trepa mayor (entiéndase Rubiales) también se está moviendo. Florentino da el golpe sobre la mesa que puede ser definitivo, no asistirá a las juntas directivas de la RFEF mientras no sean cesados Sánchez Arminio y los actuales Comités de Disciplina y Apelación.
Pero la realidad es que mientras Villar no presente su dimisión (y parece que puede ir para largo) y no tengamos una nueva junta directiva en la RFEF, tendremos una vuelta de tuerca más en la presión con estos colectivos sobre todo lo que huela a Real Madrid. La prueba es que para el partido R. Madrid – Levante, de la próxima jornada, será un “amigo”, el conejero Alejandro José Hernández Hernández, de 35 años. Lo de «amigo» lo entenderemos con solo recordar su actuación en el partido Real Madrid – FC Barcelona de la temporada anterior. También a recordar el FC Barcelona – Real Madrid de la temporada 2015/2016, donde también (casualidades de la vida), expulsó a Ramos y anuló un gol legalísimo a Bale.
En lo relacionado con el R. Madrid, en catorce veces le pito con un balance de 1º victorias (5-5), ninguno empatado y en cuatro ocasiones salió derrotado (1-3). En el orden disciplinario 29 tarjetas amarillas (9-20) y 3 rojas (1-2). La roja como local se la mostró a Ramos en el minuto 77 contra el Barcelona cuando los dos equipos se jugaban la Liga. Cuatro penaltis a favor (2-2) y tres en contra (2-1).
Al Levante le pito en 11 partidos (6-5), con un balance de 2 partidos ganados, los dos como local, 4 empatados (2-2) y cinco derrotas (2-3). Mostró 39 cartulinas amarillas a jugadores levantinos (16-23) y 2 rojas, las dos siendo visitante. Cuatro penaltis a favor (3-1) y 2 en contra, los dos como visitante.
Cómo a todos los colegiados le deseo una buena actuación y que pase desapercibido, síntoma de que su labor fue la correcta, que para eso se les paga y espléndidamente, para que hagan bien su trabajo.