Una crónica de: @luismanper
El Real Madrid se ha proclamado supercampeón de Europa por segundo año consecutivo, esta vez venciendo al Manchester United en Skopje (Macedonia), en un gran partido cuajado por nuestro equipo en la primera hora de partido, pero del que perdió el control en un minuto cuando Bale perdonó el 3-0 con todo a favor y en la jugada siguiente Lukaku acortó distancias, desde ese momento el Manchester United se vino arriba y nos puso en problemas pero afortunadamente entre Keylor y la defensa consiguieron aguantar el 2-1, que mantiene intactas las esperanzas de sextete.
Zidane eligió al mismo once de Cardiff con la única excepción de Bale en lugar de un Cristiano que apenas lleva un par de entrenamientos completos con el resto del grupo, por lo que la alineación del Real Madrid estuvo formado por Keylor Navas en portería, Carvajal, Varane, Ramos y Marcelo en defensa, con Casemiro, Modric, Kroos e Isco en el mediocampo y Bale y Benzema en la delantera, por lo que el equipo formó con un teórico 4-4-2.
El Real Madrid empezó controlando y a punto estuvo de adelantarse en el marcador gracias a un cabezazo que Casemiro estrelló en el larguero, el mediocentro brasileño hoy ha estado imperial liderando al equipo y tras otra gran jugada en la que regateó a varios rivales, el balón cayó a Carvajal en tres cuartos de campo y puso un pase fantástico al propio Casemiro quien marcó el primer gol del partido lanzándose en plancha para rematar, el brasileño estaba situado en posición ajustadísima, de esas que si fuera el Barça se diría que es imposible saberlo porque eran milímetros lo que separaban el gol legal del gol ilegal, pero que en el caso todo el antimadridismo y periogolfismo patrio ve fuera de juego claro.
El Real Madrid siguió dominando el encuentro e incluso pudo ampliar distancias con otro tiro lejano que se fue alto de Casemiro, que hoy estaba omnipresente en todos sitios, después fue Modric quien se fue en velocidad de la defensa mancuniana y cayó trabado en el área, pero el árbitro no vio penalti, el balón quedó muerto a Benzema pero su tiro fue demasiado centro y lo despejó De Gea. A raíz del parón decretado por la UEFA para que los jugadores se refresquen a causa del intenso calor y humedad que se vivía a la hora del partido, el equipo perdió el control del partido perdiendo numerosos balones y permitiendo contraatacar al United, aunque no crearan excesivo peligro más allá de un disparo lejano de Pogba que rebotó en Varane, con lo que se llegó al descanso sin más sobresaltos.
Si el gran protagonista de la primera parte fue Casemiro, a la vuelta de los vestuarios Isco se adueñó del control del balón y tras un disparo desde fuera del área de Kroos que despejó De Gea con una gran intervención, el propio Isco cuajó una sensacional jugada en la que combinó con Bale quien le hizo una preciosa pared para dejarle solo ante De Gea, por lo que el mediapunta malagueño batió por bajo al portero de la Selección para poner el 2-0 en el marcador y dar una aparente tranquilidad en el marcador, que duró muy poco porque el United se fue con todo arriba espoleado por los cambios, y Lukaku perdonó un gol clarísimo a puerta vacía cuando ya se cantaba el 2-1, sin embargo en la siguiente jugada Bale se quedó sólo frente a De Gea y estrelló el balón en el larguero y minutos después, nos acordaríamos de esa clara oportunidad fallada, pues un tiro desde la frontal del área de Matic fue rechazado al centro del area chica por Keylor, donde mandan los cánones que nunca hay que despejar, el balón le volvió a caer a Lukaku y esta vez no perdonó el delantero belga que en este mercado le ha costado 85 millones al United, por lo que el marcador se apretó con el 2-1, que ponía al Real Madrid contra las cuerdas faltando más de un cuarto de hora.
El United se hizo con el dominio del partido a partir de ese momento, y creo bastantes problemas a la defensa madridista, en la que Carvajal y Ramos acabaron viendo la amarilla, a punto estuvo de empatar el United en un mano a mano de Rashford que Navas despejó fuera con una mano prodigiosa cuando parecía hecho el empate, por lo que el Manchester United siguió colgando balones al área para aprovechar su poderío físico, pero afortunadamente sólo Fellaini consiguió rematar con cierto peligro pero Navas atrapó su cabezazo, después el mediocentro belga chocó cabeza con cabeza con Ramos y estuvo más de 5 minutos siendo atendido sobre el césped, por lo que el árbitro acabó descontando 7 minutos que alargó el partido más allá de lo imaginable, pero afortunadamente en el descuento hubo pocas ocasiones más allá de la enésima falta directa que Cristiano mandó a las nubes. (el portugués había salido minutos antes en lugar de Benzema, al igual que Asensio por Bale y Lucas Vázquez por Isco).
En definitiva, el Real Madrid no ha podido empezar mejor la temporada, ganando su Cuarta Supercopa de Europa y segunda consecutiva, por lo que se ha demostrado el poco sentido común que desprendía la histeria en la que se habían sumido algunos por los malos resultados de la pretemporada, ahora hay que pensar únicamente en ganar al Barça la Supercopa de España, para seguir ganando títulos en esta época dorada del madridismo que estamos viviendo y que debemos disfrutar, porque no sabemos cuantos años tardará en repetirse.