OPINIÓN | La delgada línea entre el inconformismo y la amargura permanente

Un articulo de: @luismanper

Escribo estas líneas minutos antes de que empiece la andadura de nuestro querido Real Madrid en esta pretemporada, empezando por los amistosos de esta mini-champions americana que cada vez se postula más como un preludio de la Superliga Europea de la que se lleva hablando desde hace lustros. En pocos días, nos enfrentaremos a los dos equipos de Manchester y al Barça, para ver en qué condiciones llega el equipo a las Supercopas de Europa y de España que disputaremos en agosto.

Es curioso como hace apenas 50 días, estábamos celebrando una temporada histórica culminada con una Liga y Champions que no ganábamos conjuntamente desde hace casi 60 años, sin embargo, entre la denuncia de Hacienda a Cristiano Ronaldo y su posterior rabieta con amago incluido de dejar el club, las entradas y salidas habituales de cada mercado de fichajes que este año quieren elevar a drama, los mismos que hace 2 años cuando se fue el portero más victorioso de la historia del Real Madrid, exigían que no estuviera nadie por encima del equipo jamás y la reciente detención de toda la cúpula federativa por unas corruptelas que cualquier persona que siga el fútbol mínimamente se lleva oliendo desde hace muchos años, pues nadie con 2 dedos de frente se creyó que la demencial gira que emprendió la Selección Española después de ganar el Mundial, se debía a expandir la Marca España y a acercar la selección a los países pobres… mientras sus dirigentes se hacían cada vez más ricos.

Entre todos asuntos extradeportivos, la periogolfada nacional nos ha “obligado” a ir apartando de nuestra memoria que hace apenas mes y medio ganamos un doblete histórico. Sería muy triste que tuviésemos que volver a pasar una época de sequía como la que sufrimos cuando llegar a cuartos de final de Champions se nos hacía una montaña inalcanzable y en la Copa del Rey nos humillaban equipos como el Real Unión de Irún o el Alcorcón para darnos cuenta el valor que tiene ganar dos Champions consecutivas, que nadie había ganado antes o un doblete Liga-Champions que hemos tardado casi 6 décadas en repetir.

Pero es más fácil cuestionar todo un modelo porque nuestro jugador favorito no juega o decir que sin él no se hubieran ganado esos 2 títulos, como si no se hubieran ganado 10 champions sin los James o Morata de turno, cuyas marchas hoy se lloran como si hubiéramos modificado el diseño del escudo… como han hecho nuestros vecinos de la ciudad, resulta tan grotesco que ellos se congratulen en la derrota como ver a madridistas ponerle pegas a todo gane el equipo lo que gane, y es que sólo queda preguntarse ¿Si no es este momento, cuando van a estar contentos los que están todo el día quejándose tras ganar una Liga y 2 Champions seguidas en 18 meses?.

Podemos debatir si esta plantilla es más o menos fuerte que la del pasado año, para ello habría argumentos a favor o en contra pero habría que apuntar que las 2 posiciones que el año pasado todos los entendidos del madridismo underground creíamos cojas, esta temporada se han cubierto con un fichaje que los indios tienen clavado hasta el esternón y con un canterano repescado tras una cesión exitosa, además se ha ido un central veterano y ha venido un central joven que muchos consideran la mayor promesa defensiva en mucho tiempo y se ha ido un mediocampista con tan buenos números de asistencias y goles en la pasada temporada como salidas de tono como aquellas declaraciones en las que amenazó con irse en plena celebración de un Mundial de Clubes, que quedó empañada por su incontinencia verbal, en su lugar ha venido el mejor jugador de la pasada Eurocopa sub-21, que tampoco se puede decir que sea un “don nadie” por más que tenga muchas menos tablas que James.

Y es que por más que a algunos se les olvide, el equipo aplastó a la Juve en la final de Champions marcándole más goles que los que había recibido en toda la competición hasta ese momento, con James, Coentrao, Pepe y Lucas Vázquez en la grada y no nos podemos quejar en absoluto de como salió la final, porque oyendo a algunos parece que la caída fue estrepitosa y que si el colombiano hubiese jugado lo habría arreglado, mal que pese a algunos James ha salido al Bayern de Múnich y el Real Madrid no solo no se termina sino que va a seguir optando a ganar todos los títulos gracias a una sensacional política de rotaciones impuesta por Zidane que el año pasado le salió redonda y este año seguramente repetirá, porque aunque parezca lo contrario oyendo a algunos, Zidane ha triunfado en el Real Madrid y tiene derecho a implantar su modelo, otros han tenido 3 entrenadores y solo les ha ido bien con uno de ellos, que ahora lo ha repescado.

En definitiva, nos pasamos la vida azuzando a los periodistas porque no nos dejan disfrutar de nuestro Real Madrid ni siquiera en un momento histórico como el que vivimos con tres Champions en cuatro años, pero el madridismo twittero furioso necesita muy poco para amargarse por cualquier salida, entrada, pataleta, rumor, presentación o decisión del presidente o entrenador de turno. Luego si la temporada sale mal nos quejaremos igualmente de que no somos capaces de mantener un mismo proyecto estable durante varios años consecutivos, pero cuando lo tenemos y apostamos por él, hay quien pone una pega tras otra para encontrar inconvenientes a una de las mejores épocas del Real Madrid, parece ser que tendrán que pasar muchos años y otro lustro vergonzoso como el de 2005-2010 para que algunos dejen de poner pegas a todo y consigamos disfrutar de un equipo que va camino de marcar una época.