por Una crónica de: @jmcanasv – losojosdeltigre.com
El Unicaja llega a estas semifinales en un estado de euforia tras conquistar la Eurocup, asegurar su puesto en la próxima Euroliga y eliminar al equipo revelación de la Liga en cuartos de final.
Fotografía Madrid, 30 de Mayo de 2017 José María Cañas, losojosdeltigre.com
Dice una vieja máxima que cuando se aprende es en las derrotas, que las victorias sólo sirven para celebrar, mientras que a través de los tropiezos se puede crecer. Sin embargo, lo que no dice esta frase es que para crecer hay que seguir vivo. Igual que la derrota ante Fenerbahçe puso el verdadero punto y final de la trayectoria del Madrid en la Euroliga (La pachanga absurda ante CSKA no cuenta) una derrota ante MoraBanc Andorra el domingo hubiera hecho lo propio con la temporada blanca.
Afortunadamente esa derrota no llegó y el Madrid certificó su pase a unas semifinales en la que los blancos deben terminar de levantarse, y olvidarse de una vez los errores de Estambul, para seguir creciendo y así mantener sus opciones de revalidar el título liguero. Porque, que nadie se engañe, si para superar a Andorra los blancos tuvieron que sudar tinta china, para alcanzar la final el esfuerzo deberá ser aún mayor.
No en vano, enfrente del conjunto madridista va a estar nada menos que un campeón europeo, el Unicaja de Joan Plaza. El conjunto malagueño llega a Madrid en el mejor estado de forma y de ánimo posible. La conquista de la Eurocup el pasado 5 de Abril llenó de áimos a un conjunto malacitano que llevaba la friolera de 11 años sin abrir las vitrinas. Desde entonces, los verdes no dejaron de escalar posiciones y ahora tras eliminar a Iberostar Tenerife en cuartos con relativa facilidad (si la comparamos con el resto de series) ya se creen capaces de todo.
Este estado de ánimo, sumado al juego presionante y físico que suelen exhibir los equipos de Joan Plaza, es la principal arma que deberá neutralizar el equipo blanco. Un equipo que quiere demostrar quién es el vigente campeón de Liga y para ello necesita que más jugadores se unan a la causa y que el público de las gradas del WiZink Center esté al menos tan metido como en el último cuarto ante Andorra.
