Una crónica de: @LindeVelasco
Leo Messi decidio el clásico (y veremos a ver la Liga). Casemiro adelantaba a la media hora al Real Madrid, y minutos más tarde empataba el atacante argentino. Ivan Rakitic, James Rodríguez y de nuevo Messi en el último minuto daban tres puntos vitales al club culé. La remontada del conjunto visitante, pone en un abismo la Liga. Una remontada de Messi, coloca líder al Barcelona por el gol average. Aunque ambos equipos están empatados a puntos, al Real Madrid aun le queda un partido más por jugar, contra el Celta de Vigo.
Multitud de ocasiones y gran actuación de los porteros. El partido comenzó con un penalti no pitado a Cristiano por parte de Umtiti. Más tarde, con la intolerancia del galés Gareth Bale a jugar más de la media de partidos por temporada. Se volvía a lesionar. Un error de manual, poner de titular a un jugador recién salido de una lesión. Zinedine Zidane se decantó por ubicar a Gareth Bale en el once, una decisión que le privó de un cambio porque el galés sólo aguantó treinta y seis minutos. El sóleo izquierdo dijo basta y tuvo que entrar en el partido Asensio. Otra de las circunstancias del encuentro, era que el Barcelona llegaba herido al Bernabéu después de la eliminación en la Champions.
Despertó el Barcelona fruto del desorden táctico del Madrid en el centro del campo. Messi se colocó de falso medio y por ahí encontró una vía para acercarse a la portería del Madrid. Messi tan suelto es un peligro y enseguida provocó la primera amarilla para Casemiro. El brasileño juega al límite y pudo ver la segunda antes del descanso en otra entrada al argentino. Zidane se vio obligado a cambiarle en la segunda mitad, y en su lugar dio entrada a Kovacic.
El partido fue una especie de montaña rusa. Partido de ida y vuelta. Dominaba el Madrid, dominaba el Barça. Hasta en los goles. El Barcelona achicó mal en la salida de un córner y Casemiro marcó a puerta vacía después de que Ramos estrellase el balón contra el palo. Enmendó su error en una jugada bien ligada de ataque que finalizó Messi en un clásico eslalon. Así se llegó al descanso.
En la segunda parte no cambió la dinámica. Fue un toma y daca permanente. Sin mucho ritmo, pero con continuas ocasiones en cada área. En esa pelea Ter Stegen y Keylor Navas se convirtieron en gigantes sacando ocasiones a diestro y siniestro hasta que Rakitic acertó con un zambombazo desde fuera del área. El partido entró en una fase de locura y Sergio Ramos no midió bien en una entrada sobre Messi que le supuso la cartulina roja.
Con uno menos, el Barça pudo sentenciar en una clara ocasión de Piqué pero ahí estaba Navas para sofocar el drama. Luego, el Madrid empató con el orgullo de siempre con la sorpresa de James, pero al final Messi hizo el tercero para el Barça en un partido. En una contra formada por Sergi Roberto que no frenó Marcelo acabó en una combinación en banda izquierda, y el balón termino en las redes tras el disparo con rosca de Lionel.
El Madrid tomó de su propia medicina, con un gol en el último minuto. Varios factores, acusaron la derrota de la noche del domingo. La titularidad de Bale, la no pegada de cara a portería, la fragilidad defensiva del equipo en común ya que es inexistente. No controlar los partidos en algunas fases del juego, está penalizando esta temporada al conjunto blanco. Y sobre todo, la última acción. Con diez hombres, no se puede ir con todo el equipo arriba.