por Una crónica de: @luismanper
El Castilla sigue estancado tanto en juego como en resultados, pero gracias a la extrema igualdad del grupo II de la Segunda División B, sigue estando en la pelea por entrar en puestos de play-off a pocos puntos del cuarto clasificado a pesar de haber perdido los 2 últimos encuentros de Liga y de llegar a diciembre sin haber ganado ni un solo partido fuera de casa, pero mucho más preocupante que la tabla clasificatoria es la sensación de impotencia que transmite el equipo en cada partido cuando tiene que remontar un marcador y la enorme inseguridad defensiva que lleva a desperdiciar todo el trabajo realizado como ha sucedido hoy.
Sacó Solari un once revolucionario con muchísimos cambios formado por Carlos Abad en portería, Álvaro Tejero en el lateral derecho (Achraf fue expulsado la pasada jornada) y Mario Hermoso en el lateral izquierdo con Lienhart y el mediocentro defensivo Tena como centrales, el mediocampo lo formaron Valverde como eje defensivo acompañado por Javi Muñoz, con Odegaard y el chino Lin en las bandas (el juvenil asiático jugaba hoy su primer partido como titular), Febas como mediapunta y Sergio Díaz de único nueve.
Tanto cambio en el once especialmente en defensa, provocó que el San Sebastián de los Reyes controlara el partido desde su inicio y desbordara por completo a una defensa muy descolocada y descompensada y ese dominio permitió que el Sanse se adelantara en el marcador gracias a una jugada en la que el extremo izquierdo del equipo local controló, entró en el área y disparó a placer sin la oposición de ningún defensa castillista.
Cuando se vio perdiendo, el Castilla reaccionó y empezó a buscar el gol pero el árbitro también iba a contribuir a la derrota del filial, perdonando un claro penalti sobre el chino Lin que se había plantado en uno contra uno contra el portero del Sanse que éste le paró y cuando iba a marcar el rechace fue derribado por un defensa sin que el árbitro pitara el claro penalti, pero los perjuicios arbitrales no iban a acabar ahí y posteriormente un centro sensacional de Javi Muñoz fue rematado con poderío por Mario Hermoso, cuyo cabezazo se estrelló en el larguero y botó dentro pero ni el colegiado ni su linier concedieron el gol, una vez más la Liga española demuestra que sigue anclada en la prehistoria pues se siguen sucediendo fallos en este tipo de jugadas cuando en otras Ligas extranjeras se evitan estos fallos, con la instalación de un chip en los balones que avisa al árbitro cuando éste supera la línea de gol pero como en España vamos a otro ritmo, nos seguimos fiando del ojo humano.
Mientras tanto, el Sanse estuvo a punto de ampliar su ventaja estrellando un tremendo latigazo en la cruceta de Carlos Abad, pero los goles vinieron ya en la segunda mitad cuando Odegaard marcó una falta directa de genio al más puro estilo Ronaldinho desde la media luna del área pasando el balón por debajo de la barrera cuando ésta saltó, pero la defensa del Castilla iba a tirar por la borda todo el esfuerzo que le había costado empatar y cuando aún celebraban el gol del noruego, una falta lateral pésimamente defendida acabó rematada a la red por un jugador del Sanse totalmente sólo a pesar de los numerosos hombres que había en el área del Castilla, por lo que el equipo local se volvía a adelantar en el marcador.
El Castilla se veía obligado de nuevo a remar contracorriente y esta vez no tuvo iniciativa ninguna y apenas fue capaz de inquietar al portero del Sanse pues el dominio era totalmente intrascendente y no se traducía en oportunidades de peligro, a pesar de los intentos de Febas que intentaba tirar del equipo y de los cambios de Solari en los que quitó a Valverde para dar entrada al lateral izquierdo Quezada y volver a recomponer a los jugadores a su posición natural con Hermoso en el centro de la defensa y Tena en el mediocampo, también salieron Enzo Zidane y Nikos en lugar de Odegaard y el chino Lin, pero ninguno de los cambios consiguió crear ocasiones de peligro que acercaran el empate lo que aumentó la sensación de impotencia que transmite este Castilla, al que le cuesta horrores afrontar resultados en contra y cuando los consigue empatar los tira por la borda por errores de concentración defensiva como ha venido ocurriendo ya en varios partidos, si el Castilla no mejora urgentemente sus resultados y su juego se verá condenado a la irrelevancia en la clasificación porque esa igualdad extrema en el grupo, que impera hasta ahora no va a durar toda la temporada.
