CRÓNICA | La sombra de Mister Hyde: Real Madrid 3 – 2 Levante

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Volvía la Liga tras el parón de selecciones, y volvía el Real Madrid al Santiago Bernabéu en la cuarta jornada, en un horario poco habitual como es el de la una de la tarde. En el estadio madridista se reunieron más de 60.000 espectadores, a pesar de la hora y de la lluvia que cayó durante la mayor parte del encuentro. Las lesiones que viene sufriendo la plantilla blanca hicieron que Zinedine Zidane presentara un once compuesto por Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos; Lucas Vázquez, James, Vinicius; y Benzema. Lo ordenamos como un 4-2-3-1, pero la verdad es que el esquema fue cambiando por momentos, con James bajando a ayudar en ocasiones al centro del campo, los laterales subiendo a apoyar, y todo esto por fases diversas durante la primera parte.

Ya que estamos, habrá que decir que la primera parte, y especialmente en la última media hora de la misma, el Real Madrid jugó sus mejores minutos en lo que va de temporada. El centro del campo se vio poco exigido porque, al fin, los cuatro de arriba hicieron una presión colectiva muy adelantada y coordinada, que ahogó la salida de balón del Levante, y permitió recuperar muchos balones muy rápido. Al mismo tiempo, ante la presión rival, el equipo jugó suelto, en muchas ocasiones al primer toque y con criterio, con lo que se generaba peligro gracias al rosario de toques, combinaciones y movimientos que hicieron los jugadores merengues.

Además, este dominio del juego se transformó, a diferencia de otras veces, en jugadas de auténtico peligro. No obstante, la primera oportunidad clara del partido cayó del lado levantinista, con un remate de Borja Mayoral que acabó rebotando en el cuerpo de Duarte y saliendo muy cerca del poste, en el minuto 6. A partir de ahí, ni el Levante llegó con claridad, ni el Madrid le dejó, en un monólogo de juego que se convirtió en un alud de ocasiones con más o menos acierto. Un pase en profundidad de Lucas a Benzema abrió las hostilidades, pero el portero del Levante salió con acierto y retuvo el balón entre sus piernas, en el minuto 9. A continuación, Kroos enviaba alto un disparo desde la frontal, y, al minuto siguiente, un pase en profundidad para Lucas Vázquez acababa con un remate mordido que impactaba con el poste de la portería de Aitor Fernández. Tres minutos después, Lucas jugaba para Carvajal, que recortaba desde la banda derecha y, con su pierna izquierda, ponía un centro envenenado al corazón del área, que Karim Benzema remataba con un cabezazo inapelable a la red, haciendo subir el 1-0 al marcador.

Lejos de bajar el ritmo, el equipo madridista redobló sus esfuerzos por mantener el control del partido y seguir lanzándose como posesos hacia el área rival. Marcelo bailaba samba por la izquierda, Carvajal era un puñal por la derecha, Kroos daba un auténtico clinic de corte y confección, Casemiro no soltaba sus tijeras de podar (llevándose una amarilla discutible por ello) y Benzema benzemaba, saliendo a jugar entre líneas, romper la defensa rival y contribuir en la fabricación de travesuras. En el minuto 31, un pase en largo, en el que el delantero francés disputó el balón por alto, cayó rechazado a James que, al primer toque, le devolvió un balón al sitio justo en el que entraba el de Lyon. Un sutil remate con la pierna izquierda, colocado, sirvió al ariete madridista para hacer subir el segundo gol al marcador, además de a su cuenta particular.

Y, de nuevo, el Madrid siguió insistiendo, sin perder el dominio del juego. A falta de cinco minutos para el descanso, un pase en profundidad de Lucas Vázquez para la entrada de Vinicius por banda derecha sirvió para que el brasileño devolviera un pase medido al centro del área. Por allí apareció un tren de mercancías, humeante y a todo trapo, con forma de medio centro brasileño y con el nombre de Casemiro, para mandar el balón a la red granota por tercera vez. El 3-0 fue examinado milimétricamente por el VAR, hasta decidir, dos minutos después, que no había motivo alguno para que no subiera al marcador.

Llegado el descanso, el equipo blanco parecía una máquina perfectamente engrasada, brillante colectivamente y con destellos individuales que le estaban haciendo llevarse el partido. James contribuía a la presión colectiva como uno más, poniendo ganas, además de mostrar su talento para jugar fácil y rápido en bastantes ocasiones, con su calidad intacta. Los centrales se mostraban tranquilos a la hora de sacar el balón, y Courtois vivía tranquilo. El Bernabéu disfrutaba de una sensación de tranquilidad poco habitual.

Si antes lo pensaba el público madridista, antes ocurrió: a los tres minutos de la reanudación, el Levante entró por banda derecha, Clerc puso un pase al área sorteando la oposición de Carvajal, Morales no llegó y apareció Borja Mayoral, con Varane superado y Ramos llegando tarde, para batir a Courtois por bajo y recortar distancias. El canterano madridista no celebró el gol, y su gesto fue aplaudido por la grada, correspondiéndole. A partir de ahí, no se puede decir que el Madrid no jugara bien ni tuviera oportunidades, porque las tuvo. Pero la presión adelantada dejó de hacerse con la misma dedicación, y el Levante comenzó a estirarse con más peligro.

La tranquilidad y la calidad con que el Real Madrid había jugado en la primera parte en términos defensivos sufrieron una transformación. El doctor Jekyll dejó paso a Mister Hyde y Carvajal, que había hecho una primera parte plena de anticipación, lucidez ofensiva y disciplina defensiva, comenzó a cometer errores, uno tras otro, que no acababan de ser corregidos por Varane. Mientras tanto, al otro lado, Marcelo mantenía la tónica ofensiva de la primera parte, pero Sergio Ramos mostraba que su físico, aunque se cuide, no es el de hace años, y sufría en cada arrancada del equipo levantinista a la espalda del lateral brasileño. Arriba, el Madrid movía el balón con más o menos acierto, pero se apagaba al llegar al área rival, con Lucas y Vinicius cometiendo pérdidas de balón en el momento más inadecuado. En el minuto 57, Benzema se plantaba en la frontal del área, volvía loco a su marcador con dos, tres, cuatro bicicletas seguidas, y largaba un remate duro y seco, que repelía el poste. El rechace le llegó a Vinicius, algo escorado, que remató flojo al lateral de la red.

Cuando faltaba media hora de partido, Zidane decidió hacer dos cambios que resultaban sorprendentes en el momento, aunque luego se justificaron por problemas físicos. Ramos dejó su puesto a Eder Militao, y Casemiro, un coloso hasta ese momento, hizo lo propio con Eden Hazard, debutando así ambos en Liga. Un par de minutos después, el equipo blanco, volcado sobre la meta rival, realizaba hasta cuatro remates seguidos, entrando el último en la portería, aunque el gol fue anulado por fuera de juego. Esa jugada fue un escaparate de las dificultades de Vinicius para marcar, ya fuera por las buenas intervenciones del portero rival o por su propio desacierto. En el minuto 66, una contra conducida por Hazard finalizó con un amago y recorte absolutamente estratosféricos del belga, que remató con mucho peligro, pero Aitor consiguió desviar el balón a córner con un paradón.

Cinco minutos después, un magnífico pase filtrado por James ponía a Vinicius en situación de uno contra uno frente al portero rival, que desbarataba la ocasión de nuevo, impidiendo el gol del desafortunado extremo brasileño. En el minuto 75, con el Madrid algo desmembrado por los cambios (el centro del campo en ese momento lo formaban Kroos como medio centro, y James y Lucas como interiores), un centro al área de Rochina, tras un córner, era rematado en el segundo palo por Melero, superando a Carvajal en el salto y a Courtois bajo palos, y poniendo el 3-2 en el marcador. Este gol volvió a generar inquietud en las gradas, a medida que el Levante fue ganando terreno, y el Madrid reculaba tratando de salir al contraataque puntualmente, habiendo perdido el control del partido.

Benzema se retiraba ovacionado, en el minuto 82, y en su lugar entró un Luka Jovic que no destacó especialmente en los minutos que jugó hasta el final. Este último cambio acabó de dinamitar el poco dominio que le quedaba al cuadro madridista, que trataba de mantener la posesión, y cuyos ataques morían en las inmediaciones del área levantinista. Ya en el descuento, Mister Hyde volvía a generar el terror en el área blanca, merced a un remate de cabeza de Vezo que Courtois, esta vez sí, desvió en una parada que evitó el gol. Un último remate de Morales al lateral de la red, tratando de sorprender al cancerbero belga, fue la última ocasión antes de que De Burgos Bengoetxea señalara el final del partido.

La sensación final del partido es que sigue resultando absolutamente inexplicable que un equipo que factura una primera parte tan plena de juego y oportunidades (doce remates, siete de ellos a puerta, tres goles) sufra al final del partido para alcanzar la victoria, descosido en el juego y presa de ataques de pánico en la zona defensiva. Habrá que releer el clásico de Robert Louis Stevenson para conocer la solución al problema…

 

RESULTADO FINAL: Real Madrid 3 – Levante 2

1-0: Minuto 25, Benzema (asistencia de Carvajal)

2-0: Minuto 31, Benzema (asistencia de James)

3-0: Minuto 40, Casemiro (asistencia de Vinicius)

3-1: Minuto 48, Borja Mayoral.

3-2: Minuto 75, Melero.

 

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos (Militao, min. 59), Marcelo; Casemiro (Hazard, min. 59), Kroos; Lucas Vázquez, James, Vinicius; y Benzema (Jovic, min. 82).

 

ÁRBITRO: De Burgos Bengoetxea (colegio vasco).

Mostró tarjetas amarillas a Casemiro (min. 29) y Lucas Vázquez (min. 40).


Imagenes: realmadrid.com