CRÓNICA | Mejor, pero no suficiente: Real Madrid 1 – 0 Rayo Vallecano

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Último partido de Liga del año 2018, con el Bernabéu recibiendo a un Rayo en posiciones de descenso, y a un Real Madrid malparado tras la derrota con el CSKA. Tras las rotaciones del partido de Champions, Solari recuperaba lo más parecido a un once titular, con Courtois bajo palos, y la defensa habitual con Carvajal, Varane, Ramos y Marcelo. En el centro del campo, la continuidad de Marcos Llorente como pivote, acompañado por Kroos y Modric como volantes, y en la parte de arriba Lucas, Benzema y Marco Asensio. Las molestias de Bale le dejaban fuera de la convocatoria, y tampoco se vestían Casemiro (recién recuperado de la lesión), ni los todavía lesionados Nacho y Mariano.

El partido empezó con el Rayo presionando con determinación la salida del balón del Madrid, y con los blancos saliendo de esa presión con paciencia y a base de toques y apoyos continuos. Lucas percutía por la banda derecha, mientras Asensio se iba moviendo con libertad por todo el frente de ataque. A los 13 minutos, Benzema recibía el balón junto a la banda izquierda y hacía un cambio de juego al lado derecho para que la recibiera Lucas; a continuación tiró una diagonal a la espalda del defensa al que encaraba Lucas, éste le sirvió en profundidad y el francés cruzó el balón a la portería sin que Dimitrievski pudiera hacer nada por evitar el gol. El 1-0 le dio al Real Madrid más tranquilidad para continuar llegando al área rayista, pero no cambió en absoluto el plan inicial del cuadro franjirrojo, que siguió más dedicado a desactivar el plan del Madrid que a ir a por el partido. Aun así, cerca del cuarto de hora de partido, un remate de cabeza de Velázquez a la salida de un córner salió muy cerca del poste de la portería del belga Thibaut Courtois. Poco después, Asensio ganaba la espalda a la defensa rayista y, tras recibir un pase filtrado de Toni Kroos, erraba en el uno contra uno, sacando el portero con el pie su remate raso.

Una volea de Lucas, activo durante todo el partido, y un pase raso de Benzema tras una penetración por la derecha, seguían acercando el peligro a la meta rayista, pero la defensa franjirroja iba achicando balones y el Real Madrid apenas remataba a puerta con claridad. En el minuto 35 llegaría la oportunidad más clara para el Real Madrid en la primera parte, aparte del gol. Lucas llegaba hasta la línea de fondo y ponía un balón atrás que recibía Benzema, algo desequilibrado; el francés optó por dejar el balón a quien venía de cara, que no era otro que Kroos, y el alemán envió con su pierna izquierda un misil durísimo que chocó con el poste de la portería del Rayo. Poco después, un remate de Marcelo era blocado por Dimitrievski, y Lucas reclamaba un penalti tras el empujón de un defensa que, en el campo, pareció muy claro. Con alguna tímida llegada del Rayo, y ocasiones blancas abortadas por la defensa rayista, se llegó al final de la primera parte.

Lo visto en la primera parte transmitía mejores sensaciones que los anteriores partidos: el centro del campo del Madrid empezaba a dar síntomas de recuperación, con Marcos Llorente desplegando su talento para el corte y el pase sencillo por todo el territorio, Kroos volviendo a lucir su capacidad para llegar al área y generar peligro, y Modric marcando el ritmo y asociándose con Lucas y Carvajal en las entradas por banda derecha. Lucas mejoraba relativamente sus actuaciones anteriores, mientras ayudaba de manera incesante a Carvajal cerrando el frente izquierdo del ataque rayista, y Benzema volvía a ser ese jugador que aparece en todas las jugadas que llevan peligro, interpretando en general bien lo que necesitaba cada acción. La defensa no pasaba apuros – el Rayo no había rematado entre los tres palos en esos 45 minutos – y Courtois estaba prácticamente inédito. Incluso Asensio, con libertad para moverse por todo el frente de ataque, se mostraba más activo y comprometido que en otros partidos, aunque hubiera fallado en el mano a mano con Dimitrievski. Probablemente, ése es el principal “pero” que se le puede poner al equipo blanco: dominó el juego, cerró bien atrás, pero no transformó esa autoridad en el juego en goles, que le permitieran cerrar el partido y jugar con más tranquilidad. Mejor, pero no suficiente.

La segunda parte se inició siguiendo la misma línea de la primera, el Rayo colocado atrás y el Madrid entrando en el área rayista buscando ampliar la ventaja. Una jugada de Modric que le llevó a la línea de fondo acababa con un pase atrás para Marco Asensio que, de nuevo, remataba duro pero sin colocar el balón, y el portero rechazaba el disparo, en una ocasión clarísima. El Madrid seguía atacando, pero con poca chispa, y se veía que el conjunto blanco iba perdiendo gas según pasaban los minutos. En el minuto 64, se anulaba un gol de cabeza de Sergio Ramos por presunto fuera de juego y un marcador tan apretado no invitaba a Solari a hacer cambios. Finalmente, le obligaron las circunstancias: Marco Asensio, sobrecargado, dejaba su sitio a Dani Ceballos en el minuto 71 y, cinco minutos después, Benzema se tenía que retirar tras una entrada violenta de Ba, que le hizo caer mal sobre su tobillo izquierdo, entrando Vinicius por él.

De ahí al final del partido, el Madrid perdió algo de control sobre el juego, dando Kroos y Modric ciertas muestras de cansancio, al igual que Lucas, que volvía a perder arriba cada balón que recuperaba. Vinicius intentaba la guerra por su cuenta, con poco éxito, y Dani Ceballos no se ubicaba bien del todo escorado a la izquierda, limitándose su área de influencia y sin acabar de jugar el balón con la tranquilidad necesaria. El Rayo apenas inquietaba la portería blanca pero, en el minuto 90, un remate de chilena de Alex Alegría tuvo que ser desviado por Courtois, yendo el rechace a Velázquez, que remataba y de nuevo el cancerbero belga, ayudado por Carvajal, abortaba el peligro. En el descuento, Fede Valverde salía al campo por Luca Modric, en una decisión interpretada por el público como forma de perder tiempo y recibida con silbidos. Al final del partido, 1-0, y 3 puntos más para el equipo blanco que, si bien dio muestras de cierta mejora respecto a los partidos anteriores –lo cual tampoco era muy difícil-, sigue teniendo problemas para concretar las pocas ocasiones que genera.

El Real Madrid afronta el Mundial de Clubes con más dudas que certezas, y con problemas evidentes en la parte de arriba. Si bien el centro del campo parece ir dando muestras de recuperación, arriba la falta de gol resulta preocupante, y las posibles lesiones de Marco Asensio y Benzema, sumadas a las ya conocidas de Bale y Mariano, sitúan al equipo blanco en el peor de los escenarios posibles para su puesta de largo en la máxima competición intercontinental de clubes. Esperemos que el próximo miércoles, el equipo haya recuperado efectivos y afronte el partido con la motivación, el compromiso y la inspiración con que suele presentarse en las citas de máxima exigencia.


Imagenes: realmadrid.com