OPINIÓN | Dejación de funciones

Un articulo de: @rlopezg80

Esto es el Real Madrid. Teniendo en cuenta esta premisa, a estas alturas todos deberíamos tener claro que si hay algo que nos ha llevado a la cima de entidades deportivas del mundo, es la perpetua exigencia por ser los mejores siempre y en todo. Es evidente que todas las temporadas no se puede ganar todo y no aceptar esto lleva a la frustración que a muchos lleva el pedir cabezas en noviembre o si el equipo no golea en cada partido (me vienen a la cabeza casos como el de Antic o George Karl, con sus matices y particularidades en cada caso, pero valgan como ejemplo de lo que quiero decir). 

Ahora bien. Teniendo esto en cuenta, lo que no puede ser es que un equipo que viene de arrasar en una Copa de Europa hace tres meses y de tratar al Barcelona como un juguete roto en los dos partidos de la Supercopa de España en agosto, decida tomarse una temporada de relax y jugarse todo a la carta de la Copa de Europa. Y a mí no me valen las excusas de que hemos tenido bajas sensibles como James, Pepe o Morata, porque esas excusas me podrían valer si estuviéramos a seis puntos del líder o hubiésemos sido eliminados por un equipo de la parte de arriba de la tabla en Copa. Pero no. Estamos a quince puntos del Barcelona y eliminados de Copa por un equipo que nunca se había plantado en cuartos de esa competición, el Leganés. Y para más escarnio, remontando un 0-1 de la ida y un 1-0 en el Bernabéu. Y este Real Madrid tiene plantilla de sobra como para no tener que soportar la vergüenza de estos datos.

No, esto no es cuestión de eso. Es cuestión de que este equipo está acostumbrado, y perdón por la expresión a los más susceptibles, a hacer lo que le sale de los cojones cada temporada desde hace décadas. El equipo está acostumbrado a poner en el disparadero al entrenador cuando se cansa de él, tirando competiciones antes de que acabe el año, filtrando informaciones y noticias que le desestabilicen, e incluso pasearse por el campo viendo cómo caen los goles del Barcelona uno detrás de otro hasta el 0-4 que puso a Benítez donde querían, en la calle. Al mismo Barcelona al que casi le ganan la Liga esa misma temporada con Zidane. Casualidad. Estamos hartos de verlo, con el mencionado Benítez, con Capello, con Mourinho … las vergonzosas camas que hemos visto hacerles hasta que les han largado y luego, como por arte de magia con un entrenador “peluche” como Ancelotti o Zidane, todos vuelven a meter la pierna, a correr, a jugar como los ángeles o a dejar de filtrar noticias de mal ambiente en el vestuario.

Pero no nos engañemos, de esto no tienen la culpa ellos, sino de que nadie en el club tiene lo que hay que tener para poner freno a estos desplantes a la Historia del club. Ganar una Copa de Europa es muy difícil, nadie lo niega, y menos los que hemos estado viendo frustrados cómo jugadores como Camacho, Santillana, Juanito, Butragueño o Míchel se retiraban tras haber estado más de quince años sin poder levantar una, pero una cosa es eso, y otra pasar por alto que se tomen el resto de competiciones como entrenamientos para ganarla. No señores no. El Real Madrid como he dicho al empezar no tiene la obligación de ganar todos los títulos todos los años, pero sí de competirlos y lucharlos hasta el final. Y olvidar esto es traicionar lo que nos ha hecho los más grandes.

Los jugadores no pueden manejar la parcela deportiva del club a su antojo. No es de recibo que sólo jueguen decentemente nueve o diez partidos al año y luego pelillos a la mar por haber regalado las otras dos competiciones sin apenas disputarlas. El club debería poner freno a esto ya si no quiere morir de éxito como ha pasado ya muchas veces. Actitudes como la de Isco yéndose andando del campo con un empate en el marcador o declaraciones como las de Marcelo diciendo que la afición está mal acostumbrada deben ser cortadas de raíz de una vez por todas y poner en aviso a los que hay y a los que vayan a venir. De no hacerlo, seguiremos viendo desfilar entrenadores cada dos temporadas y preparándonos para ver cómo se hacen ridículos en Copa o se regalan Ligas cuando la plantilla decida que el entrenador no les gusta o que se ha cansado de él.

Estamos ante una oportunidad de oro de acabar con esto: Hay una plantilla joven y con futuro que, si se cortan las cabezas adecuadas a final de temporada y si se traen los refuerzos que necesitamos como el comer (como mínimo imprescindible uno por línea), se puede tener equipo “base” para muchos años. Pero hay que actuar, si no este equipo como tantos otros morirá de éxito.

Y hablando de éxito, quiero tocar otro punto y éste afecta de pleno a la directiva. Enhorabuena al Barcelona por la excelente red de influencias que ha creado. Y mi estupefacción por cómo el Real Madrid ha permitido que nuestro máximo rival haya llevado sus infectas garras hasta este punto. Porque por más vueltas que le doy, no entiendo a qué espera un club como el Real Madrid a decir basta y que le dejen de tomar por gilipollas absolutamente todos los estamentos deportivos de España y Europa. No me entra en la cabeza cómo nadie del club dice nada cuando le escatiman hasta tres penaltis en un partido, cuando el Barcelona lleva dos temporadas enteras sin un penalti en contra, cuando se sancionan gestos a nuestros jugadores que en el Barcelona siempre quedan impunes, cuando se pasan por alto declaraciones como las del sapo seboso capo de los árbitros cuando dice que “el Real Madrid cae mal en este estamento”, seguir concediendo entrevistas y acreditaciones a la gentuza de la prensa que no para de desestabilizarnos y lamiéndoles las botas a los de rayas o permitir que el vicepresidente (nada menos) de la Federación diga que “perjudicaré deportivamente al Madrid hasta que me muera”.

Lo que ha hecho el Barcelona es un trabajo de medraje tan nauseabundo como impecable: ya que no ha podido deportivamente con el Real Madrid, vamos a echarle de las instituciones “donde se cuecen las designaciones arbitrales” como decía Godall. Y esto lo dijo hace diez años. Y desde entonces no es que nada haya cambiado, es que ha ido a peor para nosotros. ¿En diez años el Madrid no ha podido ganar un palmo de terreno al Barsa en este campo? Permitidme que me ría. Pero esto no empezó con Laporta, esto es un trabajo que lleva haciendo desde la época de Núñez (¿Alguien no recuerda a Gracia Redondo?), y desde entonces el Madrid no ha hecho nada por evitarlo. Nada.

No se me malinterprete, yo no quiero la asquerosa influencia que tiene el Barcelona, pero quiero que se nos deje de tomar el pelo. Siempre habrá fallos arbitrales que te den y que te quiten, siempre. Pero una cosa es eso y otra que permitamos lo que he expuesto antes un año detrás de otro.

Un club como el Real Madrid no debería tener la dejación de funciones que está exhibiendo desde hace ya demasiados años. Tanto en el consentimiento a la plantilla como a nivel institucional. Lo uno se puede arreglar en unos pocos meses, lo otro requiere un trabajo paciente, continuo y delicado, pero nada puede llevarse a cabo si no se empieza. El camino más largo siempre empieza con un paso, pero hay que darlo.

Y a los que hoy os reís tanto de la situación del club, ya deberíais tener claro que el Madrid siempre vuelve, y siempre con más fuerza que la anterior. Volveremos.

¡HALA MADRID!