Pecados capitales del Madrid y del madridismo

Un articulo de: @RealHeartMadrid

El madridismo actual carece de puntos positivos y lamentablemente coincide en muchos de los factores negativos que rodean al Real Madrid de fútbol actualmente, el Villarato forma parte de nuestra idiosincracia derrotista, la afición con la mentira y la excusa de que «somos muy exigentes» es la peor y más dividida hinchada de los grandes clubes del mundo, los millones y los egos de nuestros jugadores caracterizan el protagonismo de nuestra plantilla, nuestra directiva se debate entre Forbes y los títulos como cualquier adicto al crack en plena rehabilitación.

Estas lamentables premisas se asemejan a una oscura lista de «pecados deportivos capitales» sacada de cualquier libro religioso en la historia de la humanidad, pero uno de los «pecados deportivos capitales» más graves y no siempre tomado en cuenta por los analistas deportivos de cualquier índole, son las perjudiciales y malditas lesiones, esas que cortan el flujo de sangre que recorre nuestra venas para poder dar vida a nuestro blanco corazón, esas lesiones que te matan con un tiro certero en la sien realizado por un francotirador profesional, esas que te derrumban una temporada completa sin anestesia y con mucho dolor en medio de un solo parpadeo.

Las lesiones en el Madrid son el pan y vino de cada día, si observamos y analizamos nuestro pasado reciente, podemos darnos cuenta de lo grave que han sido y cuánto nos han perjudicado, en pleno Enero del 2015, dolencias graves de Modric y James destruyeron el subidón más importante de nuestra historia reciente, luego de por primera vez lograr cuatro títulos en un año y enlazar la mayor cantidad de victorias consecutivas jamás vista, aparecieron las lesiones una vez más apagando nuestra hambre, nuestras ganas, nuestros deseos de competir, nuestro gen histórico victorioso.

Este año lesiones de James, Modric, Danilo, Pepe, Arbeloa, Varane, Ramos, Carvajal, Benzema, Marcelo, y de Bale en medio de uno de sus mejores momentos dentro de la plantilla blanca, han mermado nuevamente nuestro poder futbolístico en el terreno de juego.

Desde que se realizó la alianza deportiva-médico-comercial con la empresa Sanitas, nuestros períodos de recuperación y sanación se han hecho eternos, cada vez que cae uno de nuestros soldados, la incertidumbre, el miedo y la desidia se apoderan de nuestros pensamientos, la divagación acerca de los partes médicos, los procesos curativos y la recuperación de nuestros jugadores son tan inciertos como los números de la lotería de cada domingo, siendo uno de los grandes males que nos han venido perjudicando a lo largo de nuestro pasado reciente y nuestro presente.

Casualmente volteamos la mirada hacia el país chiquitito y la situación médica es todo lo contrario a la antes descrita, lesiones casi inexistentes, y cuando llegan a suceder, se hacen presente procesos curativos más que milagrosos, tiempos de recuperación más rápidos que Gareth Bale cuando dejó en ridículo a Bartra en la final de la Copa del Rey y partes médicos ocultos, fuera del alcance de la sociedad futbolista, faltos de explicación lógica medicinalmente hablando en sus procesos curativos.

Realmente son condiciones «normales» a las cuales estamos lamentablemente acostumbrados, pasando desde las hormonas de Messi, hasta los batidos mágicos de Pep «Nandrolona» Guardiola, hemos visto como día sí y día también se producen situaciones totalmente anormales dentro del mundo deportivo y dentro de la competencia legal.

Sumando todos estos datos y dejando de lados algunos otros no mucho menos importantes, realmente se hace curioso todo lo que nos ha venido aconteciendo en estos largos y lamentables períodos de escasez titulesca.

Sé que muchos dirán que no son más que excusas de perdedores, y que el podrido y apestoso señorío madridista, no permite alzar la voz ante este tipo de circunstancias, lamento pensar todo lo contrario, el aceptamiento de estas condiciones, el silencio y la falta de acciones por parte del Club no es otra cosa que una adición a la suma de nuestros penosos pecados capitales.

Dice Fabio Capello que las declaraciones de Cristiano Ronaldo no estaban del todo erróneas, muchos jugadores no merecen vestir la camiseta blanca y no solo por la parte futbolística, si no por la parte física, realmente muchas de nuestras estrellas han jugado y juegan mayor cantidad de partidos personales ante las agujas, las máquinas en el gimnasio, las terapias de recuperación, el hielo, los paños calientes, los reposos, las roturas y los algodones, que contra los rivales que nos toca enfrentar en el campo cada semana.

Tomando en cuenta los últimos 8 años del equipo en el cual solo hemos logrado 1 Liga, el único jugador que siempre ha estado disponible y a tope en el 90% de sus capacidades físicas no es otro que CR7, los demás lo ven de lejos, tan lejos como en los cómputos de goles y asistencias del portugués, es difícil, muy difícil cuando sumas todos estos pecados deportivos y sacas el total, el resultado es penoso, un equipo con muchos millones pero pocos cojones, duele decirlo, pero la realidad es que no se puede tapar el sol con un dedo.

Se deben tomar muchas medidas para tratar de enderezar el rumbo del barco Blanco, y creo que se debe poner atención especial en nuestros servicios médicos, invirtiendo el dinero necesario para traer a los mejores doctores especializados en medicina deportiva del mundo, para que formen parte de nuestros servicios médicos.

El año pasado tuvimos una revolución médica totalmente inservible, fueron despedidos varios componentes del equipo médico:

Paco Morate, Traumatólogo. Llegó al Madrid en 2001. Era el médico de campo en los partidos. Traumatólogo de reconocido prestigio en el mundo del deporte. Pero Jesús Olmo no solía tener en cuenta sus opiniones.

Pedro Chueca. Fisioterapeuta. El gurú de la fisioterapia. Sigue en Sanitas. Acompañó a Raúl en su carrera. Los pesos pesados confiaban en él. Olmo le echó en diciembre, pero el club sigue mandando a su consulta a muchos jugadores.

Juan Muro. Fisioterapeuta. Olmo le echó por ser un discípulo aventajado de Chueca. “Ya nadie podrá tocar a un jugador que se lesione diez minutos antes de un partido para que juegue”. 10 años en el Madrid. Tenía la confianza de la plantilla.

Dani Pirri. Fisioterapeuta. El hijo de Pirri, el mítico jugador del Real Madrid que fue estrella en el campo, médico del primer equipo y director técnico. También llevaba más de una década con el primer equipo y los futbolistas confiaban en él.

Carlos Heredia. Fisioterapeuta. Llegó al Madrid en 2009. Trabajó con el Castilla y subió al primer equipo con Ancelotti (2013-14). Se encargó de recuperar la rodilla de Jesé, que reapareció dos meses antes de lo previsto.

Santi Lozano. Recuperador físico. 13 años en el Madrid (10 en el primer equipo). El único despedido que no era de Sanitas porque no es médico, sino preparador físico (era el segundo de Rui Faría). La pasada campaña actuó como recuperador.

Revolución inservible repito, este año nuestros peones han caído como castillo de naipes cuando le pega un poco de viento, hay mucho trabajo por hacer en el Club, está vez la diatriba es simple y sencilla, ¿Encontraremos algunos corderos que quiten y sanen nuestros pecados en el área de la salud deportiva?

He ahí el dilema…

¡Hala Madrid y nada más!