CRÓNICA | TDI: Real Madrid 3 – 0 Valencia

Una crónica de: @MiedoEscenico2

En la doble persecución en que se ha convertido la Liga para el Real Madrid (en parte por los dos puntos que le separan del Barcelona, y en parte porque juega siempre después que los culés), se enfrentaba al Valencia en el Estadio Alfredo Di Stéfano, que es uno de esos nombres que unen a los dos clubes en la historia. Para no perder la pista de su principal rival, Zidane planteó el partido con Courtois en portería, una línea de defensa formada por Carvajal, Varane, Ramos y Mendy, un centro del campo con Casemiro, Kroos, Modric y Valverde, y en punta de ataque Benzema y Hazard.

En la línea de algunos partidos de esta temporada, la primera parte del Real Madrid fue una cosa para olvidar. Dominó la posesión, remató, además lo hizo a puerta, y eso, sí. Si el lector decide mirar las estadísticas, verá ocho remates a puerta del equipo blanco. Pues bien, no se engañen. Todos fueron flojos, o centrados, o sencillos de parar para Cillesen. El equipo valencianista era una especie de barrera móvil delante de su portería, y los pocos remates del madridista llegaban después de un sobreesfuerzo importante por salvar obstáculos. Solamente uno de Hazard y otro de Carvajal llevaron algo de peligro, pero los hicieron forzados y casi caídos.

Lo que hizo, si cabe, aún más difícil de sobrellevar la primera parte es que el Valencia, que apenas llegó dos veces a la portería de Courtois, mandó una al palo y metió la otra. Gol que fue anulado porque Maxi Gómez participó en la jugada estorbando el posible despeje de Casemiro estando en fuera de juego, aunque no tocara el balón. Sánchez Martínez se acercó al monitor a petición del VAR y decidió que era una acción invalidada, como analiza más en profundidad @cubelas 13 en su Crónica Arbitral. Podría contar más cosas de la primera parte, pero tampoco es cosa de aburrir al lector. Valverde y Carvajal percutían por la derecha con poca fortuna, con centros del lateral que podrían llamarse centros o cualquier otra cosa. Desde el otro lado, Mendy ni lo intentaba, y como el regate tampoco es su fuerte, la banda izquierda era un páramo donde la caída de Benzema o Hazard tampoco desatascaban nada. Un encefalograma plano.

Llegó el descanso que esperaba cualquier madridista con ansia, y la vuelta desde el vestuario trajo otra sensación. Si en el primer tiempo el Valencia tenía alguna llegada al área madridista, en el inicio de la segunda parte el equipo blanco presionó más arriba, y fue decididamente a buscar la yugular del ché, vestido ayer de azul. Y. como un viejo coche diésel, fue mejorando sus prestaciones a medida que se calentaba. Hazard empezaba a arañar la espalda de los defensas, jugando con sus cubiletes, mientras Benzema iba asomándose al balcón de la frontal del área para llamar al asalto a sus compañeros. En ese primer cuarto de hora de la segunda parte, el equipo merengue iba ganado metro a metro, balón a balón, minuto a minuto, aunque solamente llegó con un remate raso y duro de Valverde que detuvo Cillesen, eso sí, con más apuros que los regalos de la primera mitad.

En el minuto 61, un ataque conducido por la derecha por el Valencia, generó un dos (del Valencia) contra uno (del Madrid). Sergio Ramos se elevó en su pedestal y, cual Thor en Wakanda, salió airoso del duelo recuperando un balón imposible. El balón le llegó a Hazard y el pequeño belga arrancó su motor, lanzado hacia adelante. Ante la salida de los defensas, cedió el balón en horizontal a Modric, y el príncipe croata le devolvió un pase preciso justo al hueco que había en mitad de los centrales. Hazard corrió y llegó demasiado forzado, aunque lo suficiente para tocar el balón y que le llegara a Benzema. No fue hasta ese momento que nos dimos cuenta de que el viejo Karim acompañaba la jugada con el frac a medio abrochar y el violín recién sacado de su funda. Recibió y cruzó el balón al fondo de la red como si llevara toda la vida haciéndolo, y mandó el 1-0 al marcador de Valdebebas. Y, a partir de ahí, empezó a benzemar como sólo él sabe, lubricando cada jugada ofensiva del equipo.

Lejos de hacerle bajar el ritmo, el gol fue para el equipo blanco como el turbo de un motor TDI. Saltó progresivamente y le fue dando al Madrid un punto más de rendimiento a cada paso que daba. Porque unos minutos después, Modric remataba con la izquierda y Cillesen tenía que desviar a córner. Posteriormente, Hazard se escapaba y solamente un cruce de Mangala impidió que se plantara en el área solo frente al portero ché. En el minuto 74, llegó un momento muy esperado por el madridismo: Marco Asensio, tras once meses de baja, volvía al campo. Que entrara al terreno por Valverde, además, era un mensaje claro: el Madrid cambiaba de marcha y pasaba de ir en cuarta a quinta.

Dicho y hecho: Asensio entró justo antes del lanzamiento de un córner, el balón llegó al otro lado, y Mendy arrancó su motor: chasqueó la bujía, arrancó de golpe, movió las bielas de manera casi imperceptible y, al momento, estaba en línea de fondo poniendo un pase al corazón del área… donde Marco Asensio, rematando de volea como sólo él puede, marcó el 2-0. A los 30 segundos exactos de entrar al césped. No quedaba muy claro si en la camiseta ponía el habitual mensaje publicitario que lleva el Madrid o, en su lugar, la frase “Ya estoy aquí”. El caso es que este segundo gol trajo consigo los mejores minutos del equipo madridista, pleno de seguridad, solidez y decisión. Juego al primer toque, movimiento y ninguna duda en cuanto a ir a buscar otro gol más.

En el minuto 81, Vinicius entró por Hazard, y lo hizo dispuesto a batir el récord de Asensio: al momento se plantaba delante de Cillesen, pero en vez de chutar a puerta (o a un rival para que él lo metiera, nos da lo mismo, Vini, créenos), optó por ponerla atrás para nadie, porque nadie llegaba. A continuación, una falta directa lanzada por Toni Kroos, que estaba facturando una segunda parte muy buena, era despejada con apuros por el portero valencianista a córner. Y, en el minuto 84, llegó la puntilla definitiva al partido.

Una contra del Madrid llevada por el alemán: Kroos enviaba la pelota al lado derecho del ataque, donde Asensio, al primer toque, dejaba un balón flotando para la llegada de Benzema. El francés llegó, se desempolvó el frac, tocó levemente para evitar la entrada del defensa valencianista, cogió el violín y el arco, y con la pierna izquierda, envió una volea a la escuadra de manera inapelable, cerrando el 3-0 final con un golazo espectacular. Parece ser que, con este gol, Benzema alcanza a Hugo Sánchez en la tabla de goleadores en Liga del Madrid. Poco más que decir.

De ahí al final, destacar más control del Madrid, la bulla de Vinicius, un cabezazo de Kroos que salió fuera, y el extraño ataque que debió poseer al coreano Kang-In Lee, que le dio tres patadas seguidas a Ramos por detrás sin venir a cuento, y acabo expulsado, no sabemos por cuál de las tres. Con este resultado, el Madrid permanece al acecho del Barcelona, afilando su colmillo y preparado para lanzarse a por el liderato en cuanto el equipo culé cometa un error. Si lo que hemos visto hoy se mantuviera, este motor TDI poco a poco podrá ir estando a punto para intentar no bajar en la persecución del equipo azulgrana, y las únicas lágrimas que acabaremos llorando podrían ser de alegría, al fin, para solaz de @pepo2204. El próximo domingo, la Real Sociedad en Anoeta será un duro rival, y el equipo blanco necesita recuperar a jugadores tocados para seguir en la caza.

 

RESULTADO FINAL: REAL MADRID, 3 – VALENCIA, 0.

 

GOLES:

1-0: 61′ Karim Benzema (asistencia: Hazard)

2-0: 74′ Marco Asensio (asistencia: Mendy)

3-0: 86’ Karim Benzema (asistencia: Asensio)

 

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric, Valverde (Asensio, m. 74); Benzema y Hazard (Vinicius Jr, m. 82).

 

ÁRBITRO: Sánchez Martínez (Comité Murciano). No mostró tarjetas amarillas al Real Madrid.


Imagenes: realmadrid.com