CRÓNICA | EL OJO AL BLANCO | Remar contra toda la corriente: Real Madrid 90 – 94 Kirolbet Baskonia

Una crónica de: @Javirodespi

El primer partido de la serie final entre Real Madrid y Baskonia no pudo acabar de buena manera para los intereses blancos, el equipo vitoriano se llevó el primer punto de la serie y consigue la ventaja campo para llevarse el título de liga tras vencer en el WiZink Center por 90-94

El homenaje a Felipe Reyes

No podía haber mejor momento de homenaje a Felipe Reyes que una final y recibir el premio a su récord de 757 partidos de mano de un jugador histórico como es Clifford Luyk, así fue el momento.

A ritmo de Tavares

Salió el Madrid que parecía que iba a comerse el mundo pero la sorpresa duró para el Baskonia poco más de un minuto que fue capaz de igualar el ritmo alto de los blancos que tuvieron un referente absoluto en Edy Tavares que se enfrentaba con solvencia a las torres vitorianas para llegar a acumular 8 puntos con su 4/4 perfecto bajo el aro pero que resultó insuficiente para irse con ventaja al final del primer cuarto con el 17-19 final aunque con ambos equipos deleitando al respetable con jugadas como estas.

El tapón al aro

No solo fue la defensa de Baskonia, que también, sino el tapón que tuvo el Real Madrid en el aro en todo el segundo cuarto, que solo pudo romper Jaycee Carroll con sus dos triples ante un encuentro que se endureció muchísimo y donde la tensión se mascaba a cada posesión con un Baskonia dispuesto a no permitir ninguna concesión y que convirtió la zona en un campo de batalla donde la tensión se mascaba como las acciones entre Doncic y Timma que tuvieron más de un roce. Aún así, el Madrid, con un juego malo y funcionando a tirones, fue capaz de empatar el encuentro a 39 en el descanso dejando una segunda parte con mucho por mejorar pero con las posibilidades intactas.

El carrusel de la muerte

Según avanzaban los minutos, estaba claro que el partido no se iba a ganar en ataque sino que la clave iba a estar en la defensa pura y dura, esa en que Baskonia sabía a la que adaptarse viendo el nivel arbitral y que al Madrid no le quedó más remedio que intentarlo pero, sin éxito, en un encuentro que se convirtió en ver quién recibía el golpe más fuerte en vez de primar la calidad, el equipo vitoriano salió claramente victorioso y se fue al último cuarto con nueve puntos de ventaja (58-67).

Corta contra larga

Al Madrid no le quedaba otra que intentar jugar posesiones cortas si quería ganar el partido, cualquier intento en la zona era neutralizado y Laso no le quedó más remedio que tirar del small ball (4 pequeños con Ayón como único pívot) y donde Jaycee Carroll, el de siempre se erigía como maestro en la remontada para llegar a los últimos minutos con un 76-77 que nos llevaba a un final agónico, pero eso sí, no nos podía fallar el triple en carrera de Llull.

En ese small ball, la táctica estaba clara, cuatro pequeños con un cambio entre ellos, Taylor para la defensa, Carroll para el ataque y así llegamos a los últimos dos minutos, con el partido empatado a 82 y las 11.067 almas del WiZink Center sufriendo como nunca para un agónico final en que el marcador se empataba a cada momento hasta que esos pequeños detalles como es fallar dos tiros libres Ayón y meter otros dos Shengeila, más alguna decisión arbitral de dudoso calaje, son suficientes para que la eliminatoria se vaya al segundo partido con ventaja vitoriana por 0-1.

Así terminamos hoy, nuestra próxima cita nos lleva al viernes a las 22.15 de la noche en el segundo envite del partido, mientras eso llega, ya saben, sigan sonriendo.