Una crónica de: @luismanper
Tras el infumable parón de selecciones de todos los meses de septiembre, volvió el fútbol al Santiago Bernabéu igual que el césped volvió a su sitio estrenando el sistema del hipogeo que va a permitir desmontar el césped después de cada partido como si fuera una portería, y una vez que volvía todo a su lugar Ancelotti decidió que no iba a ser menos y repitió el once del partido de hace días contra el Getafe con la única novedad de Kroos en lugar de Camavinga y Valverde en lugar de Modric, que venía de disputar 180 minutos con su selección ante superpotencias como Armenia y Letonia.
Para no perder la costumbre que nos acompañan en estos primeros partidos de la temporada, el partido ante la Real Sociedad no podía empezar de otra manera que con el equipo vasco adelantándose en el marcador en los primeros minutos, y puestos a repetirlo todo tenía que ser un exjugador madridista el que volviera locos a toda la defensa especialmente a Fran García, que ya falló en la jornada anterior con un pase prohibido a su portero que supo aprovechar Borja Mayoral, esta vez fue Takefusa Kubo quien cuajó una primera parte espectacular en la que generó dos goles, el primero lo rechazó Kepa como pudo pero no pudo reaccionar ya al posterior rechace que marcó Barrenetxea con suspense, y en el segundo tuvimos la suerte de que Oyarzabal rozó con la espalda el fantástico disparo que el japonés había colocado en la cepa del poste, estando en fuera de juego, por lo que no nos vimos 0-2 en contra a los 10 minutos de partido de puro milagro.
Imagen: realmadrid.com
Cuando pasó la tormenta inicial, el Real Madrid se hizo con el control del partido y empezó a rondar el área de Ramiro sobre todo por la banda de Carvajal, que conseguía una y otra vez hacer daño a la defensa realista creando ocasiones que sus compañeros no conseguían transformar, primero ganando un balón dividido que dejó franco a Joselu para que cabeceara a placer pero el remate de su cuñado acabó en el larguero y cuando Bellingham solo tenía que empujarla a gol, apareció Rodrygo para intentar una chilena que ni conectó bien ni permitió al inglés marcar su sexto gol en 5 partidos, después fue el propio Joselu quien se plantó en una esquina del área y tiró a romper a las piernas del portero vasco y finalmente fue el propio Carvajal, quien intentó sorprender a Remiro disparando sin apenas ángulo, pero el cancerbero no picó.
Mientras tanto, por la otra banda Fran García no hacía nada bien por más velocidad que ponía a sus acciones y Kubo seguía amargándole la noche hasta el punto de que tuvo todo el temple del mundo para plantarse en el área y parar el tiempo hasta que vio a Mikel Merino desmarcado para empujar el 0-2 a la media hora del partido, pero afortunadamente el cabezazo le salió centrado al mediocampista vasco y Kepa pudo salvarnos de nuevo, por lo que llegamos al descanso con 0-1, que nos hacía pensar que Ancelotti iba a repetir el cambio táctico del partido contra el Getafe, retirando al lateral manchego para apostar por Nacho de central y Alaba de lateral, pero el míster italiano demostró por enésima vez que sabe más de fútbol que todos nosotros juntos y dio un voto de confianza a nuestro canterano, que éste devolvió con creces pues no se había cumplido el primer minuto de la segunda parte cuando Fran García se plantó en una esquina del área y esta vez sí, supo pararse para otear la mejor opción dejando un balón manso a Valverde en la frontal del área, que no se lo pensó y fusiló a Ramiro sin contemplaciones para empatar el partido.
Imagen: realmadrid.com
Sin embargo, la Real Sociedad no se descompuso y demostró por qué es un equipo Champions haciéndose con el dominio del centro del campo aunque esta vez sin crear ocasiones claras obligando a Ancelotti a mover el avispero buscando la victoria, pero cuando iba a hacer los cambios de nuevo Fran García se metió hasta la cocina y puso un pase perfecto a la cabeza de Joselu, que esta vez sí dirigió bien para poner el 2-1 en el marcador en la que iba a ser su última jugada en el partido porque acto seguido Carletto dio entrada a Modric en su lugar y de paso retiró a un amonestado Tchoaumeni para dar entrada a Camavinga. Los cambios consiguieron su objetivo y el Real Madrid adormeció el partido hasta que Imanol decidió quemar sus naves con un triple cambio en ataque, que provocó algo de peligro en el área de Kepa en una volea que Mohamed Cho empalmó fuera por poco, pero la última oportunidad de peligro llegaría por medio de Brahim (que minutos antes había completado los cambios blancos junto a Lucas Vázquez y Nacho sustituyendo a Valverde, Rodrygo y Fran García respectivamente), quien aprovechó un contraataque para servir en bandeja el gol de cada partido a Bellingham, sin contar con que esta vez Ramiro iba a cerrar la puerta sacando una mano excelente para evitar el gol del mediocampista inglés, que habría redondeado la remontada.
En definitiva, el Real Madrid ha sumado 15 puntos de 15 posibles en el inicio de una temporada que se presume que va a rondar los 100 puntos, por lo que no se puede desperdiciar ninguno y todo eso antes de las primeras curvas de la temporada en forma de Champions ante el Unión Berlín y del derbi del próximo domingo en el Metropolitano. Llega el momento de que el equipo confirme si es capaz de mantener ese vigor físico que le ha llevado a remontar en las segundas partes en 3 victorias de las 5 que llevamos hasta ahora, si conseguimos mantener esa regularidad física, este equipo parece llamado a dar grandes alegrías.