Benítez

Un articulo de: @resurreccion_93

Me pregunto cual hubiese sido la reacción social si las mofas, los memes o los insultos en las redes sociales se hubiesen referido a su condición homosexual, a su etnia, a su creencia religiosa o si simplemente en vez de Rafa hubiese sido Rafaela. Por “desgracia” el bueno de Rafa es varón, heterosexual, blanco, sin afinidad religiosa al Islam y encima entrenador del Real Madrid, con lo cual cumple todos los requisitos necesarios para ser vilipendiado y vejado públicamente por su orondo aspecto físico. Nadie se va a escandalizar porque esté siendo ridiculizado por su exceso de peso ni siquiera los medios de comunicación que en este caso muestran su aquiescencia ya que es un personaje que desde el principio les resultó incomodo por no plegarse a su juego. Qué piel tan fina han mostrado en otras ocasiones estos juntaletras y periolistos cuando la victima de las “bromas” ha sido una señora, un homosexual o un caballero de piel negra y más si a ese une su condición de seguidor culerdo o patético… Pero ¿Que esperar de una sociedad que permite impasible que en la noche de Reyes unos políticos resabiados y rencorosos destrocen nuestras costumbres y las ilusiones de nuestros hijos? No profundizaré en este tema pues no es el foro, pero ahí lo dejo.

Si voy a extenderme en el trato recibido por un profesional, que no es de mi agrado en su propuesta futbolística, no es el entrenador que yo hubiese elegido, nunca me ha gustado su manera de entender el juego, que sin embargo le ha reportado éxitos incuestionables, si bien en otro tipo de clubs con menos exigencia y con jugadores mucho más profesionales y leales al jefe que su club había elegido. Pero en el caso de Benítez nada importaba la propuesta futbolística, estaba sentenciado desde antes de firmar. Rafa Benítez estaba sentenciado por ser madridista de verdad. Y precisamente en su madridismo es donde yo voy a basar mi defensa. Una vez elegido como entrenador, acertada o equivocadamente, demostró que además de profesional sentía al club; me niego rotundamente a hablar de los resultados obtenidos porque apenas cinco meses de competición no son tiempo suficiente para valorarlos, solamente quiero recordar que allá en el país imaginario hace exactamente un año su entrenador estaba obteniendo unos resultados tan “decepcionantes” como los de Benítez en esta temporada pero la unión del club en todos sus estamentos, el hacer prevalecer los intereses de la entidad por encima de egos personales, les llevó a un final de temporada triunfal en el que colaboró inestimablemente nuestra plantilla trufada de ególatras y pésimos profesionales y su nula implicación y estima por el escudo del Real Madrid.

Rafa Benítez demostró madridismo desde el primer segundo, no solo por sus sentidas lágrimas al ser presentado, si no por anteponer los intereses del Real Madrid a su propia comodidad, parando los pies en seco a la cainita prensa deportiva madrileña desde la primera rueda de prensa y enemistándose con las “vedettes” del vestuario por el simple hecho de corregirles técnicamente y exigirles dedicación plena al club  ¡Qué  cómoda y placenteramente vivió Carlo su deplorable última temporada! Alabado por la prensa, con los mercenarios pasándole la mano por el lomo agradecidos por sus relajadísimos entrenamientos… ni un insulto, ni una mala cara, ni un mote, ni un desplante, ni una humillación pública y… CERO títulos… despedido con honores, con innumerables tuits de agradecimiento, con sentida añoranza…

Al bueno de Rafa, estos soberbios sobrevalorados le apodaron “El Diez” porque intentaba corregirlos en aspectos técnicos a ellos que son unas estrellas, cuando él había sido un vulgar jugador de segunda ¿Cómo explicarle a la única neurona de Sergio Ramos que el mejor Milan de la historia fue entrenado por un señor que jamás jugó al futbol profesional y que se llamaba Arrigo Sacchi? ¿Cómo hacerle retirar la mirada del espejo a Narciso Ronaldo para explicarle que su padre futbolístico (Cristiano dixit) fue un voluntarioso jugador semiprofesional de la liga escocesa llamado Alex Ferguson? ¿Qué más les da a ellos? Este era un gordo tuercebotas porque les hacía correr y esforzarse, entrenar en sesión doble quitándoles tiempo para sus bolos publicitarios; al igual que el otro era un nazi portugués porque les ponía las peras al cuarto y dejaba en evidencia su falta de profesionalidad.

Ellos, los capitanes, son el auténtico cáncer destructivo de este club y la metástasis se disemina a velocidad de vértigo. Mirándose en su ejemplo y consentidos por un presidente vetusto, secuestrado por sus juguetes carísimos, los nuevos adquieren los mismos mecanismos destructivos para el club ¿Cuándo dos niñatos recién llegados se hubiesen atrevido a reírse y desafiar públicamente a su entrenador? Isco y James se limitan a seguir el camino marcado por sus mayores.

Rafa Benítez no debe ver esta destitución como un fracaso, como un desastre en su carrera, sino más bien como una liberación para su dignidad, para su integridad y para su madridismo. Jose Antonio Camacho, del que nadie podrá poner en duda su madridismo, decidió marcharse “motu proprio” a las primeras de cambio cuando percibió que iba a ser la percha de las mofas y desplantes de un vestuario endiosado y consentido por un presidente obnubilado por el destello de sus “galácticos”.

Me produce asco hasta la nausea, ver como este madridismo “new-age”, defiende nombres de divos egoístas, venera a personajes que no sienten el Real Madrid, que solamente lo utilizan como el mejor escaparate posible para promocionarse publicitariamente y engrosar sus cuentas corrientes; y los defienden apoyando ese amor sin fin en estúpidos records, en goles puntuales y en esporádicos títulos, obviando que desde hace 10 años nuestra primacía está siendo seriamente amenazada por nuestro principal rival y que nuestra imagen deportiva a nivel mundial está siendo gravísimamente deteriorada. Una Liga en 8 años y una UCL en 13 es un bagaje paupérrimo indigno de unos jugadores que cobran fortunas y por los que se ha pagado cantidades estratosféricas, yo más bien lo considero un fracaso. Durante ese tiempo hemos mantenido básicamente la misma defensa y sin embargo por el banquillo han pasado 11 entrenadores.

Rafa Benítez luchó contra molinos de viento, contra la estulticia de un presidente caduco que lo eligió sin convicción y que prefirió echarlo a las fieras en vez de hacer una desratización de un vestuario podrido. Mi más profundo respeto hacia un profesional que ha dado todo lo que tiene para servir al club que ama, que ha perdonado dos años de contrato por integridad y amor a sus colores y sobre todo mi más sincero ánimo a un ser humano que ha tenido que soportar la humillación y el escarnio de unos niñatos engreídos y analfabetos. Prefiero un Rafa Benítez a veintidós Sergios Ramos.

¡HALA MADRID Y NADA MÁS!