Un articulo de: @susanaurue
Se consumó la destitución de Benítez, un hombre tranquilo, superado por los acontecimientos y al que le ha venido demasiado grande este traje que es el Real Madrid, con un vestuario en contra comandado por CR7 y Sergio Ramos, que no han parado de torpedear este proyecto desde sus inicios. Ya tienen lo que querían, ahora ya no tienen escudo, ni ellos ni ese ser «superior» que tenemos por presidente, los siguientes en ser señalados serán ellos. No siento ninguna emoción con este volver a empezar. Admiro a Zidane profundamente, pero creo sinceramente que no era el momento del recambio, estamos quemando nuestra última bala en la recámara.
Este proyecto está agotado, no da más de sí, la plantilla se ha instalado en la comodidad, la desidia, son perdedores, no poseen la capacidad ni el gen ganador. Viven al margen de nuestros sentimientos, paseando esos coches de lujo, rodeados de flashes y pareciendo más vedettes que deportistas de élite. Han pasado diez entrenadores por este club desde que Florentino es presidente. ¿Todos eran malos? ¿Ninguno era válido? Nuestro problema no son los entrenadores, basta ya de cortar cabezas inocentes, todos sabemos quienes son los culpables. Un proyecto deportivo inexistente, toda la estructura del club está podrida, los verdaderos culpables son nuestro presidente y esa panda de niñatos endiosados a los que Florentino les ha consentido todo. Deciden cuánto cobrar, quién debe entrenarles o si juegan un partido o no. Ya no hay excusas, el presidente debe dar un paso al frente o el siguiente en caer será él.
Dicho todo esto, le deseo suerte a Zidane, va a necesitarla, aunque en mi opinión sólo va a ser un parche. Esta situación sólo se solventa de una manera: llegar a la destrucción total para vovler a resurgir de nuestras cenizas… El ave fénix. No espero mucho más, estos jugadores que han conseguido que me sea indiferente si ganan o pierden.
Soy madridista desde niña, toda mi familia lo es, he crecido con la quinta del Buitre y he visto a mi equipo ganar la séptima, la octava, la novena y la décima, nunca había sentido tanta vergüenza como ahora. Quiero que me devuelvan mi Madrid, aquel que me emocionaba y me hacía gritar como una loca con cada gol… Tengo muy claro que estos no lo harán.
No quiero ponerme melancólica, desde hoy estoy con Zidane a muerte, como lo he estado con Rafa, pero no nos engañemos, nada va a cambiar, todo seguira igual. Me despido con un grito que me nace de dentro y que nadie puede robarme… ¡HALA MADRID!