por Una cronica de: @Javirodespi – planetacb.com
Si tuviéramos que medir el día por alegrías en la Comunidad de Madrid, hoy habría dos equipos muy contentos, el Real Madrid y el Montakit Fuenlabrada han conseguido sus objetivos del día, por un lado los blancos se quitaron el sambenito de perder un final igualado y ante equipo puntero, mientras los naranjas, gracias a la victoria de los de Laso y a la suya propia ante CAI, han conseguido la clasificación para la Copa del Rey. De ahí que el nombre de nuestro OjO sea claro: “Alegrando el día a ti y a tu vecino”.
Reencuentros en el nuevo parqué
El nuevo parqué con que nos anunciaba el Barclaycard que nos iba a recibir en el día de hoy (con la novedad de que llegaba más allá de la zona de banquillos) era un lugar que más parecía una reunión de viejos colegas que dos equipos de baloncesto con ansia de ganar, que si Kuzminsktas en amena charla con Maciulis, que si Chus Mateo recordando sus tiempos de entrenador en Málaga, que si Carlos Suárez y Dani Díez hablando con sus excompañeros blancos y, como colofón, la ovación de Joan Plaza por parte de la afición blanca al ser presentado, lo dicho, competitividad pero también deportividad.
¿Qué desayunaste, Jaycee?
Si hay algo que podría definir el primer cuarto, más allá de concentración, defensa, situaciones tácticas y cosas así, fue la actuación estelar de Jaycee Carroll, no busquen más allá, de ahí que nos quedemos con las ganas de preguntarle qué había desayunado hoy, evidentemente Smith no era Oleson y salía con mucha más facilidad en el carretón para lanzar una excelsa serie de 4/6 en triples y adornada con alguna canasta tras romper a Fran Vázquez, él fue el principal sostén de un partido de los que le gustan al Madrid, a cuanto más puntos, mejor.
Un pívot que hacía daño
El partido fue de una igualdad extrema, que si canastas por aquí, alguna ventaja por allá y un segundo cuarto que nos dejó ver al mejor Unicaja merced a la actuación de Fran Vázquez con la colaboración inestimable de Alberto Díaz, practicando un baloncesto sencillo y sin demasiadas florituras, partiendo de bloqueo directo frontal, el Unicaja, ante la pasiva defensa madridista conseguía recuperar la iniciativa en el marcador y en las sensaciones del juego 5 x 5 ante un Madrid que le costaba (y mucho) conseguir buenas situaciones de tiro y que le venían más de una vez generadas por diversos rechaces que caían en manos blancas.
Liberad “o” Willy
El juego de palabras del epígrafe tiene su aquel, sin embargo, no se me ocurre otra forma mejor de definir la actuación de Willy Hernangómez en el partido de hoy, actuó completamente suelto, sin ningún tipo de miedo a la regañina o el cambio desde el banquillo y, además, hizo que Pablo Laso confiara plenamente en él como cinco del equipo ante el golpe en el hombro de Gustavo Ayón, con el que prefirió no arriesgar, o la incomparecencia por lesión de Ndour (sin contar la no convocatoria de Thompkins). El caso es que a Willy le vimos espléndido en defensa y en ataque, jugando las mejores opciones en 1 x 1 y sabiendo cómo encontrar el hueco para recibir la asistencia, saltando a las ayudas con criterio aunque tuviera que defender a un exterior y desquiciando a un pívot como Cooley, ello nos reafirma en la idea de que nada de cedido por mucho que venga Lima en las próximas horas (o días).
Eres muy bueno, Chacho
Podemos alabar mucho a Willy y su partido, pero nada de esto sería posible si no tuviera de compañero a Sergio Rodríguez, sublime durante el partido y eso que no tuvo su día en el tiro de dos, resulta tremendo su paso adelante para ponerse al frente del conjunto ante un Llull que tiene que mejorar todavía para llegar a su nivel, o un Doncic que está un poco en “muro rookie”. El partido de hoy le define perfectamente en su juego, tirar cuando hay opción tras su crossover particular o tras bloqueo directo, o capacidad innata para ver al pase mejor colocado. Sus 30 minutos de juego fueron la pieza básica para el triunfo del Madrid.
El carrusel de la fortuna (otra vez)
Alababa Laso la cabeza de sus jugadores para el partido de hoy, tras la hiriente derrota ante el FC. Barcelona y, la verdad, es que no le faltaba razón, la situación se puso hecha un calco al final hasta con el marcador, 80-75 en el último minuto, no obstante, no se crean que el Real Madrid aprendió del todo la lección pero, en esta ocasión, la diosa fortuna fue un poco más compasiva con los blancos o, a lo mejor deberíamos decir, que algo más cruel con el Unicaja que castigó su falta de intensidad en la última jugada, teniendo posesión, yendo dos abajo y con un robo que supuso un 2+1 de Sergio Llull que cerró el partido, en esos momentos los malagueños no sabían que estaban fuera de la Copa, porque el disgusto vino después, con el triple de Popovic.
Así terminamos hoy, la semana que viene toca recibir la visita de un Olympiacos muy necesitado de victoria y viajar a Manresa a jugar contra ICL, pero, mientras tanto, disfruten que la vida es corta (o eso dicen).
