OJO AL BLANCO: Sin remontada nunca habrá victoria

Una crónica de: @Javirodespi planetacb

El Real Madrid perdió su tercer partido en el 2017 (tras Baskonia y Unicaja) y lo hizo de forma justa y clara ante un Herbalife Gran Canaria que planteó un excelente partido y que fue capaz de mantenerse por delante en el marcador durante los cuarenta minutos y es que ya lo dice el refrán, sin remontada, nunca hay victoria.

Foto: Virginia Pacheco / Planetacb

El pasillo del respeto

Hacer el pasillo a un equipo que acaba de ganar un título no responde a ninguna muestra nada más que de respeto, el que demostró el Herbalife Gran Canaria ante el actual campeón de la Copa del Rey y que fue ovacionado por las 9.301 almas que había hoy en el WiZink Center. No es algo obligatorio y sale directamente del equipo y club que lo hace, sin más aditamentos que su propia personalidad y, por ello, el equipo de las islas demostró mucha.

La tormenta amarilla ante un quesito blanco

Si no tuviéramos muchas ganas de escribir, podríamos circunscribirnos al primer cuarto del encuentro y dejarlo aquí, la salida en tromba del Granca con un final de periodo de 9-23 dejó bien claro que los canarios no venían a pasearse a pesar de tener ya a la vista el choque contra el Hapoel de Eurocup y se encontraron con un Real Madrid que salió absolutamente blando en defensa y con un porcentaje paupérrimo tanto en tiros de dos (4/12) como de tres (0/8), señal de que tocaba remar.

¿Quién corre aquí?

El Herbalife consiguió la panacea que todos los equipos buscan cuando juegan contra el Madrid, impedirles correr y los tiros en transición, cierto es que todo queda muy bonito cuando los blancos tienen el punto de mira desviado pero eso no desmerece el excelente planteamiento de Casimiro que encontró en Pasecniks una auténtica pesadilla para los locales en el poste bajo y con una capacidad increíble de generar canastas a partir de la línea de fondo, una lección que debería ser grabada por quién quiera jugar a pívot en el futuro.

Sin remontada no hay gloria

Cuando ya ha visto muchos partidos del Madrid, se conoce muchos guiones de lo que pasa, el equipo visitante sale con ganas, con acierto y coge una ventaja considerable, pero normalmente, la tremenda rotación blanca y su gran capacidad técnica y física, hacen que la balanza cambie de lado. El conjunto de Laso estuvo a punto de lograrlo llegándose a colocarse a solo un punto por debajo en el marcador tras haber sido capaz de remontar 15 de los 16 que tenía de desventaja Granca, e inclusive llegó a tener bola para ponerse por delante, para ello contribuyó un Llull que en el tercer cuarto volvió a ser imparable con sus 4/5 triples conseguidos y que nos llevaba a un último cuarto que prometía ser de órdago.

Real Madrid - Herbalife Gran Canaria 20

Foto: Virginia Pacheco / Planetacb

Duelo al sol

En un día que el protagonismo podría habérselo llevado Felipe Reyes si hubiera conseguido esos 8 rebotes para la historia (se quedó con 4), hubo un mini-partido dentro del encuentro en sí que merece un tratamiento especial, en esa batalla que llevaban ambos conjuntos, el primero por ponerse por delante y el segundo por aguantar, nos dejó un duelo al sol entre Carroll y Kuric que a más de uno se le pusieron los pelos de punta, cada equipo buscaba a su jugador que anotaban compulsivamente desde 6.75, al final triunfó el visitante, pero nos dejaron unos momentos inolvidables.

La madurez del Gran Canaria

Este OjO merece un reconocimiento a la madurez del Granca, aguantó los envites del Real Madrid y lo hizo no mostrando nerviosismo en ningún momento y dejándose la vida en defensa hasta tal punto que el Madrid, con un excelente movimiento de balón, buscaba y buscaba hasta encontrar un jugador que tuviera un tiro más o menos librado, unas veces con éxito y otras con fallo, pero ambos equipos nos dejaron una auténtica demostración de luchar por una victoria.

Así terminamos hoy, nuestra próxima cita nos lleva a un Real Madrid que tendrá doble viaje fuera de casa, uno a enfrentarse al Galatasaray y luego otro con el actual líder de la competición casera, el Iberostar Tenerife, aquí estaremos para contarlo y siempre con una sonrisa.