Un articulo de: @resurreccion_93
Por mucho que los iluminados que abundan en ese país imaginario llamado Narnia situado al Noreste de España quieran ser independientes, apelando a unicornios y demás personajes mitológicos de origen catalán, así como falseando la Historia e inventando acontecimientos que no ocurrieron nada más que en sus calenturientas mentes, no pueden evitar, ni esconder su profunda españolidad en uno de sus aspectos más negativos; y es a la hora de patalear y rabiar cuando las cosas no van como les gusta. Y es que es muy hispano complacernos en la injusticia cuando nos beneficia pensar que esa injusticia se convierte en derecho de pernada, algo adquirido para los restos y lo cual ya no hay humano ni autoridad que tenga la potestad de arrebatárnoslo. Cuando por la razón que sea, esos privilegios inmerecidos dejan de llegar, en vez de conformarnos y pensar cuan afortunados hemos sido por recibir aquello que no nos correspondía, montamos en cólera y clamamos porque esos beneficios ilícitos sigan llegando ¡Son nuestros! ¡Tenemos derecho a ellos de por vida! La injusticia continuada a nuestro favor se convierte en ley. Así que reclamamos se nos devuelva de inmediato nuestro vergonzante privilegio. Y si por un casual ese sucio beneficio favorece aunque sea de refilón a ese vecino al que tanto odiamos, nuestro cabreo se torna en ira incontrolable, que clama venganza, resarcimiento de la ofensa y cárcel para el que ahora disfruta del favor que nos pertenece.
Cuando ayer por la mañana me desperté con la histriónica imagen de ese español metido a independentista, ese bufón larguilucho, cuyos méritos deportivos se sobrevaloraron a la sombra de Puyol (todos mis respetos para este sí un caballero), clamando al palco del Estadio de La Cerámica, no he podido más que sonreír. Este fantoche no están tonto como parece, él es perfectamente consciente del mal momento de su equipo y también que sin Puyol al lado se le ven las costuras más de la cuenta y ha decidido suplir sus carencias autoproclamándose defensor del culerdismo ultrajado ¡Es un jeta de cuidado! Pero ni él, ni la vomitiva prensa deportiva narniana, ni la pléyade de lameculos del enano hormonado con el “loser” desciende equipos “pibedale” como exponente, engañan ya a nadie con dos dedos de frente. Tienen su obtuso público, descerebrados que ríen sus estúpidas gracietas y aplauden sus bravuconadas, al ser incapaces de hacer autocrítica y exigir a su equipo que enderece el rumbo y que juegue al futbol mejor.
Sin la presencia de ese pequeño producto del artificio médico vía hormona del crecimiento, esta Farsa estaría luchando por entrar en UCL. Y a pesar de las mentiras que nos quiere colar el compañero de la compañera de Antonio de la Rua, si no fuese por las ayudas arbitrales la diferencia en la tabla no sería de 5 puntos sino de 8 solo contando el robo que nos perpetraron en el enfrentamiento en la cuadra con 2 penaltis de Mascherano al limbo y el gol del mordedor en fuera de juego.
Errores arbitrales ha habido, hay y habrá toda la vida y si en estos 2 últimos partidos se han repartido a partes iguales y el culerdismo se levanta en armas es porque están acostumbrados a que esos errores siempre caigan de su lado con lo cual ya no son errores, sino ayudas arbitrales; cuando eso se prolonga en el tiempo se llama adulteración de la competición. De todos es sabido que Villar se mantiene como presidente de la federación con el único apoyo en el futbol profesional del Barcelona y el Bilbao y eso, Villar lo está agradeciendo con un favoritismo grosero, desvergonzado rayano en la prevaricación. Hasta tal punto ha llegado el descaro que sin ningún tapujo la temporada pasada el equipo de Narnia batió el record de penaltis a favor en una sola temporada ¡¡19!! Jugó 300 minutos en superioridad numérica y se le concedieron 9 goles en fuera de juego. En las últimas 61 jornadas ha recibido 24 penaltis a favor y ¡¡¡1!!! en contra y aun así ganaron la competición por un solo punto de diferencia.
A pesar de tamaña estafa deportiva, ningún jugador del Real Madrid se encaró con el palco, para reclamar justicia, ningún directivo ni exdirectivo saltó en las redes a vociferar, como si están haciendo en Barcelona donde ya preparan el desentierro de Franco, para aliarse con Aznar en pos de una nueva confabulación opresora del centralismo. Tampoco los medios madrileños (que para nada madridistas) desataron campañas de propaganda para mediatizar y coaccionar a un comité de árbitros descaradamente azulgrana al que desde las vergonzosas centrales mediáticas catalanas aun osan criticar.
La mayoría del madridismo no callábamos ante esos numerosos escandalosos y latrocinios que nos ha tocado vivir durante el vergonzante villarato, especialmente agravado en la última década (¿Que más quieres que haga Sandro?), lo proclamábamos, lo denunciábamos pero a continuación machacábamos a nuestro equipo conscientes de que nuestros jugadores fueron los máximos responsables de perder ese campeonato liguero, por haber bajado vergonzosamente los brazos en la primera parte de la temporada para forzar la salida de Rafa Benítez. Los criticamos durísimamente por el ridículo que nos hicieron vivir cayendo humillados contra un equipo discreto, en el Bernabéu por 0-4. Eso es forjar un campeón, eso es ser ganador, eso es exigencia y búsqueda de la excelencia. Ante eso el equipo del “seny, pit i collons” y los “valors” contrapone llantos, salidas de tono, campañas mediáticas indignas y ridículas sin un mínimo de autocrítica. Yo los entiendo, son un equipo forjado en la frustración de saberse segundos, que gracias a la suma del favor federativo y la aparición de un jugador único (por su juego y por permitirle desarrollarlo a pesar de estar adulterada su constitución por sustancias prohibidas en otras disciplinas) han vivido una época brillante de resultados y llegaron a pensar que realmente se habían convertido en un grande. Pero eso no se adquiere en una década de buenos resultados engordados con la inestimable colaboración de altas esferas deportivas (Obrevo, Stark, De Bleeckere, Busacca, Frisk, Çakir…)
Ser grande te lo da el ADN, luchando en las circunstancias más adversas apretando los dientes y no lamentándose y lloriqueando. Es una educación desde la base en el honor, en levantarse, en no culpar al otro y ver qué es lo que tú puedes cambiar para revertir una injusticia y respondiendo con tesón, lucha y dignidad. Se asombran por los goles que conseguimos en las postrimerías de los partidos, lo llaman flor porque no entienden lo que es el coraje y el pundonor.
Me congratula ver a este personaje tan irritado, es puro barcelonismo de los 70, fuera de sí, haciendo un hilarante ridículo; tan solo 2 partidos han bastado para que nos demuestren que es el “seny”: falsedad, hipocresía y jugar a favor de obra. Esa es la diferencia, eso es lo que nos hace tan distintos a ellos, pero su rabia, su bilis, su tradicional impotencia es la mejor muestra de que las cosas van por donde solían, por el camino correcto, que no se tuerzan, “Ladran, luego cabalgamos”.
¡HALA MADRID… Y NADA MAS!