Una cronica de: @luismanper
Llegaba el Castilla al partido de hoy ante el filial de la Real Sociedad dispuesto a continuar la racha que le tiene líder del grupo II de la Segunda División B, con 3 partidos ganados de 3 jugados hasta hoy, lo ha conseguido remontando al igual que los 2 partidos anteriores contra el Rayo Majadahonda y contra el Mensajero, colocándose como líder intratable de su grupo con 12 puntos ganados de 12 disputados.
Zidane hizo algunos cambios en el partido de hoy, y sacó un once formado por Carlos Abad en la portería, con Lienhart y José León de centrales y Fran Rodríguez y Álvaro Tejero en los laterales (el lateral izquierdo brasileño Abner volvía a la convocatoria después de su eterna lesión de rodilla y consiguientes recaídas, pero su debut con el Castilla tendrá que esperar), en el mediocampo Zidane sacó a Marcos Llorente y a su hijo Enzo Zidane, en los extremos jugaron Álvaro Jiménez y Odegaard y los delanteros titulares fueron el colombiano Juanjo Nárvaez y Borja Mayoral.
El Castilla empezó el partido absolutamente dormido, siendo el partido dominado totalmente por el equipo vasco hasta el punto de que el filial de la Real Sociedad creó 3 ocasiones en el primer cuarto de hora, y se habría adelantado si no hubiera sido por las grandes intervenciones que realizó Carlos Abad, pero el cántaro lo iba a romper el delantero realista Jon Bautista convirtiendo en gol un mano a mano que lo había dejado sólo ante el portero canario tras un magnífico pase de Oiazárbal a la espalda de los centrales castillistas.
Los chicos de Zidane seguían sin aparecer por el partido por lo que el 0-2 estaba más cerca que el empate, pero el filial realista no fue capaz de materializar sus ocasiones y al filo del descanso Borja Mayoral bajó del cielo un centro muy alto de Álvaro Jiménez, recortó al central y superó al portero vasco colocando el 1-1 en el marcador, en el único disparo a puerta del Castilla en toda la primera parte.
En el descanso Zidane giró el timón del equipo y sustituyó a Odegaard y a Enzo Zidane para sacar a Javi Muñoz y a Christian Cedrés y la cara del Castilla cambió completamente pasando a ser el absoluto dominador del partido y aproximándose al área de la Real Sociedad B, pero faltaba claridad en los metros finales y el partido empezaba a ser aburrido porque el dominio del Castilla era insulso hasta que Álvaro Jiménez trazó una pared con Cedrés que le dejó solo en un lateral del área para que el extremo cordobés pusiera el pase de la muerte, que antes de ser rematado por un Borja Mayoral que estaba en boca de gol, fue introducido involuntariamente en su propia portería por el defensa realista Lapeña poniendo el 2-1 en el marcador.
A partir de ese momento el Castilla intentó dormir el partido dominando sin crear apenas peligro más allá de algún acercamiento aislado de Mariano, que había salido poco antes en lugar de Juanjo Narváez y que estuvo a punto de marcar el tercero pero su disparo fue interceptado por un defensa de la Real Sociedad B, sin embargo fueron los vascos los que tuvieron las ocasiones en la recta final del partido estando a punto de conseguir el empate a 2 en varias jugadas a balón parado y en un disparo desde la frontal que atrapó Carlos Abad con gran sobriedad.
El partido terminó con un dominio del filial realista que el Castilla supo solventar para cuajar la tercera remontada consecutiva, lo que demuestra que los chicos de Zidane han ganado mucha experiencia para saber remontar un resultado adverso algo que el año pasado se veía imposible partido tras partido. Si el Castilla sigue sabiendo competir como hasta ahora y sabiendo remontar partidos, podemos confiar en que el equipo de Zizou pueda llegar a estar en los puestos que dan opción a disputar el ascenso a la división de plata del futbol español.