Una previa de: @pepo2204
Encaramos el último tramo de una temporada, que sin parecer tan brillante como otras vividas recientemente, tiene al Real Madrid instalado una vez más, en medio del meollo, aspirando a todos los títulos en juego; porque hecha la salvedad de la SuperCopa de España, tenemos al equipo de Ancelotti en una nueva Final de Copa, clasificado para los cuartos de final de la Copa de Europa y en lucha por alcanzar el título de LaLiga, marchando a tres puntos del equipo que lidera la clasificación.
En esta competición doméstica, toca mañana recibir al Valencia (16:15h.) en la jornada trigésima, a tan solo ocho del final y en la víspera de viajar a Londres para jugar la Ida de los cuartos de final de la Copa de Europa.
Es cierto que la desafección del aficionado del Real Madrid por la competición nacional se acrecienta cada día, motivado en gran parte por los múltiples escándalos que afectan a ésta de lleno, pero no sólo; ver como tu rival más directo compite con unas reglas diferentes, pudiendo inscribir jugadores fuera de plazo a pesar de no cumplir con los requisitos económicos previstos en la reglamentación o comprobar como tras haber estado pagando durante diecisiete años al Vicepresidente en activo de los árbitros sin castigo alguno, el resto de competidores – salvo alguna desperdigada excepción – mira hacia otro lado, con la obscena connivencia de los medios de comunicación, para los que parece no hubiera sucedido nada.
Sin embargo, y a la espera de que todo este estercolero en el que están convirtiendo – si no lo han hecho ya – al herido fútbol español reviente por los aires y un nuevo orden venga a poner algo de cordura, y pese a todas las adversidades, el equipo merengue aspira a los dos títulos en juego.
Esta semana logró el pase a la Final de Copa tras eliminar en un partido loco a la Real Sociedad, mostrando por momentos algunas debilidades e incluso carencias, que fueron compensadas con el ímpetu o empuje si se prefiere, que tanto caracteriza al equipo blanco, y que consigue que los rivales se diluyan como azucarillos pese a encontrarse con dos goles de ventaja y con una eliminatoria casi resuelta a falta de diez minutos para el final. Así, la Real se vio teniendo que apelar a la manida y recurrente excusa arbitral para justificar una eliminación difícilmente justificable, visto lo visto sobre el césped. Obviamente si se usa la excusa es porque se piensa que el discurso va a calar y que va a haber mercado que compre la milonga, por más que no sea más que una excusa de mal perdedor.
Imagen: realmadrid.com
Porque puestos a analizar jugadas, resulta de todo punto incomprensible que un árbitro presuntamente de primer nivel, decida simplemente amonestar la salvaje entrada sobre Vinicius en lugar de expulsar al jugador, lo que habría supuesto el que la Real jugara el resto del tiempo con un jugador menos, y dado el esfuerzo que estaban realizando ambos conjuntos y el desgaste que llevaban encima, se antoja una decisión mucho más que residual, a mi parecer.
Más allá de las consideraciones puramente futbolísticas, lo único cierto es que, pese a no jugar el mejor de los partidos, el Real Madrid logró la clasificación para una nueva Final, y peleará por ser campeón de España el próximo sábado 26 de abril en el estadio de la Cartuja de Sevilla.
En lo que concierne a LaLiga y al partido que mañana disputamos frente al Valencia en el Santiago Bernabéu, resulta de perogrullo el afirmar que no vale otra cosa que no sea la victoria; el Real Madrid se encuentra segundo, a tres puntos de la cabeza de la tabla y si quiere tener oportunidad de alcanzar el título, está obligado a mantener el pulso hasta el final. Eso pasa por ganar cada partido, empezando por el primero, frente al Valencia.
Un Valencia que parecía iba a dar un giro a su temporada con la llegada de su entrenador, Carlos Corberán; un técnico prácticamente desconocido para el gran público, por el que el club de Mestalla tuvo que pagar cláusula, y que ha quedado más en pequeña traca que en gran mascletá, si se me permite el símil pirotécnico. En los quince partidos que lleva dirigiendo a los che, ha logrado siete victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. Fuera de casa ha logrado un balance paupérrimo, logrando únicamente vencer en la Copa y ante rivales de inferior categoría; el Valencia no conoce la victoria fuera de casa en LaLiga con su nuevo entrenador. Claro que si se ve la botella medio llena, sólo los tres grandes han conseguido doblegar al Valencia desde la llegada de su nuevo técnico, que si bien no ha eliminado del todo los fantasmas del descenso, sí ha logrado alejarlos un poco, porque el equipo estaba totalmente hundido cuando él aterrizó en Valencia.
Imagen: X
No obstante, y pese al efecto del técnico y la mejoría experimentada, no será tarea fácil ganar en Chamartín, como lo atestigua la Historia de estos enfrentamientos, ya que el conjunto valenciano sólo ha logrado la victoria en nueve de sus ochenta y nueve visitas anteriores al feudo merengue en LaLiga; la última hace nada menos que diecisiete años.
De modo que cada cual verá la cosa según le vaya, pero lo que todo el mundo es capaz de ver es que aún estamos a años luz de que este club, que por veces se encontró entre los más punteros de España, vuelva a ocupar un sitio de privilegio en el fútbol patrio. Los únicos que parecen no verlo son sus propietarios, el Sr. Lim y compañía, que deben andar mirando la luna de Valencia en lugar de tener los pies en el suelo, y dirigir como se debe un club de fútbol de esta entidad.
Aunque siendo sinceros, el nivel de pena que puede sentir este humilde escribiente por lo que le ocurra al Valencia es de entre cero y nada, pues es tal el resentimiento de contrario hacia todo lo que tenga que ver con el Real Madrid, que no queda otra que desearles lo mismo que le desean a uno, pero el doble de fuerte. Este otrora club amigo del Madrid es hoy la bandera del antimadridismo más casposo y recalcitrante por obra y gracia de dirigentes, que mientras se llenaban los bolsillos a espuertas y dejaban el club hecho un solar a merced de multimillonarios hambrientos de comprar un juguete, hacían que la afición aborregada mirara a un enemigo exterior que no existía, y que no era otro que el de siempre: el pim pam pum de los tontos: el Real Madrid. De modo que, bien merecido lo tienen.
Corberán no podrá contar por lesión con Thierry Correia e Iván Jaime, y por sanción con Gayá, Foulquier y Luis Rioja.
El Madrid por su parte viene de hacer un esfuerzo extra para derrotar a la Real Sociedad en la semifinal de la Copa; un partido loco que terminó con un empate final a cuatro goles al final de los cuento veinte minutos, y con el Madrid en una nueva Final, en busca de su vigésimo primer entorchado frente al club que más títulos de copa tiene.
Imagen: realmadrid.com
Como ya se ha dicho, si los de Ancelotti quieren de verdad tener opciones de ganar el llamado torneo de la regularidad, no pueden dejar escapar ni un solo punto de sus compromisos ligueros. La imagen y el juego deben mejorar, pero lo sustancial es obtener cada semana los tres puntos para seguir apretando al club que va por delante en la tabla: el de las palancas y los fichajes fraudulentos, gran amigo del CSD y de todo aquello que suponga hacer trampas, y que parece jugar con reglas diferentes al resto.
Ancelotti no puede contar mañana con Courtois, Ceballos, Militão, Carvajal, Mendy y muy probablemente Lunin, por lesión, aunque va convocado. La baja del ucraniano obligaría al técnico italiano a alinear al portero del Castilla, Fran González.
Dirigirá el partido el “balear” Cuadra Fernández, asistido desde el VAR por el andaluz Figueroa Vázquez. La Previa Arbitral, como siempre a cargo de @cubelas13.
Trigésima jornada de LaLiga en su tramo final. Momento de la temporada en el que empieza a decidirse todo: Copa, Liga y Copa de Europa. Y mal que pese a muchos, ahí está el Madrid siempre. Otros no pueden decirlo. #HalaMadrid
Real Madrid C. de F. – Valencia C. de F. S.A.D. LaLiga Jornada 30 Santiago Bernabéu Sábado 05.04.2025 16:15h.