Una crónica de: @OlgaUnMundo
Podría decir que no pudo ser. Se intentó, se trabajó duro, pero Don Fútbol no quiso. Lamentablemente no es el caso. Esta noche el Real Madrid ha perdido una oportunidad única de pasar a unas semifinales de Champions después de una semana dulce. La ha dejado escapar. Demasiado bonito. Golpe de realidad.
La primera parte fue mala. La segunda, mucho peor. Poco hay salvable del equipo blanco hoy.
Empezó el Arsenal avasallando al Madrid como era de esperar. La clave era esperar el primer apretón lógico, ya que ellas son las que tenían que ir a por el partido, pero sabiendo contener y actuar con cabeza para saber encontrar huecos con los que montar contras. Si éramos capaces de salir vivas de la primera parte del partido, la segunda se nos podría dar bien.
Pero no fuimos capaces. Al menos en la primera parte supimos aguantar. La defensa estaba bien colocada, férrea, achicando agua continuamente y con una Misa inspirada. Hay que decir que tuvimos mucha suerte. El Arsenal creó muchas ocasiones que no podemos explicarnos cómo es posible que no fueran capaces de convertir.
Perdonaban mucho las inglesas. Incontables acciones de gol. Un 70% de posesión contra un 30% nos muestra la foto de la situación.
Imágen: realmadrid.com
Por fin, en el minuto 40 llega la primera ocasión del Madrid: un chute de Linda que paró la portera. Rebotó, hubo otro chute y volvió a atrapar. Faltó muy poco para enviarla al fondo de la red. Poco después hubo un palo de Linda Caicedo. Se lo creyó el Madrid unos instantes. Qué falta nos hizo esa puntería. Sería nuestra sentencia de muerte.
El pitido anunciando el descanso fue la mejor noticia. Lo mejor: mantener el 0 a 0. Una defensa muy férrea, Misa tapando bien y la suerte de nuestro lado es el resumen del primer tiempo. El centro del campo totalmente desconectado, líneas muy separadas, sin ideas y la delantera sin recibir balones. El descanso tenía que servir para hallar las soluciones para construir.
Nunca sabremos qué pasó en ese vestuario en ese tiempo. Si se habló de otras técnicas, si hubo bronca, si hubo unión, si hubo piña…
Pero la segunda parte fue una auténtica pesadilla para el equipo visitante.
Ya fue una mala señal salir sin cambios. Al menos uno nos habría venido bien.
Imágen: realmadrid.com
En el primer minuto encajamos el primer gol de Alexia Ruso. Un auténtico dolor de muelas para Olga Carmona, que se vio sobrepasada todo el partido. Rompe el ataque por la derecha y ataca al segundo palo de Misa, totalmente descubierto.
Sin tiempo de reaccionar, tan sólo tres minutos después, llega el segundo. Olga no defiende y Misa está poco acertada. El peor escenario para el Real Madrid.
Empatan la eliminatoria y hay que tirar de épica. Una épica que no pinta que vaya a llegar en ningún momento con un equipo sin ideas y sin ser capaces de montar una sola jugada. El escenario no es propicio.
Partido nuevo. Volvemos al 0-0. Hemos perdido toda la ventaja que teníamos y que tanto nos costó conseguir. Toda la eficacia que no han tenido en la primera parte se materializa en la segunda. Es normal.
Nos hemos venido abajo definitivamente. En el partido de la ida de las semifinales de la Copa de la Reina, incluso con el 0-5 en contra, seguíamos luchando, seguíamos atacando. Hoy no. No nos dura el balón ni 10 segundos y todo son imprecisiones. No presionamos. Alberto Toril tiene que hacer cambios ya porque se nos va a ir el partido de mucho.
Imágen: realmadrid.com
En el minuto 58, el desastre: el tercer gol del Arsenal. Esto cada vez pinta peor y tiene pinta de goleada. El equipo está totalmente roto, la defensa descolocada. El cuarto gol se avecina y el técnico cordobés sigue sin hacer ni un solo cambio. Toda la confianza que teníamos se ha ido al garete y estamos totalmente desbordadas.
Minuto 67 y seguimos sin cambios. El equipo no funciona y no sabemos a qué espera Toril para arreglar esto. El Madrid tiene algún destello, pero es insuficiente. Lo poco que conseguimos construir, no da resultados. No nos sale nada.
Marca el Arsenal el cuarto. Esto ya es irremontable. Y lo demostrarán los minutos. Quedan menos de 20 para el final del partido y no hay indicios de mejora. Una lástima tremenda el inmovilismo tanto del equipo como del entrenador. No funciona nada desde hace mucho, mucho rato, pero no se producen cambios. Qué manera de tirar por la borda una oportunidad histórica.
Pero Dios es madridista al fin y al cabo y hace lo que puede. Lo anulan por fuera de juego. Sólo necesitamos un gol para empatar la eliminatoria. La cosa cambiaría sustancialmente, al menos en el terreno mental, si fuéramos capaces de meter un gol.
Minuto 74. Por fin cambios. Es de traca. Entran Alba Redondo, Naomi Feller y Yasmim para intentar arreglar la catástrofe. Salen Olga, Signe Bruun y Angeldhal. Muy mal partido de la lateral y la 9. Filippa no ha estado tan mal, pero se nota el cansancio.
Imágen: realmadrid.com
Van pasando los minutos. Una vez más tenemos una ocasión creada por Linda Caicedo que no se materializa. Y nos llega el cuarto de nuevo. Se vuelve a anular por fuera de juego. El esquema no cambia: el Arsenal haciendo sangre y el Madrid sin nada.
Termina el partido. El resultado final es de 3-2 a favor del equipo inglés, que ha sido un auténtico vendaval hoy y podrían haber sido 5 o 6 fácilmente.
No es perder. Al fin y al cabo, era un escenario muy posible. Es como pierdes. Y los sorprendente es que sea por sólo un gol de diferencia. Hoy no hemos demostrado honor, no hemos merecido el escudo que llevamos en el pecho.
¿La semana pasada fue un espejismo? ¿Nuestra realidad es otra? ¿El punto de inflexión fue una mentira? La excusa no es el cansancio por el partido contra el Barcelona, porque hoy no se ha visto desgaste ni falta de físico después de un partido tan exigente. Nos ha faltado exigencia. Nos ha faltado todo.
Ahora, a centrarnos en la liga, que es la única competición en la que seguimos vivas, aunque no la ganaremos.