Una crónica de: @OlgaUnMundo
Nos plantamos en la última jornada de la liga previa a las eliminatorias en el nuevo formato de la Champions que entienden sus creadores y sus santas progenitoras, porque lo que somos el resto de los mortales… Se dan situaciones muy extrañas con equipos como el City, otrora el gran coco, a punto de ser eliminado. Una noche de esas típicas de última jornada de liga en la que todos los equipos juegan el mismo día a la misma hora. Nos hace recordar aquellas tardes míticas de transistor.
El Madrid tenía que ganar y, si era posible, golear. Pero el hecho de quedar dentro de los 8 primeros era una utopía. Un milagro. Pura serendipia. El equipo de la capital del reino español es ducho en estas cuestiones, pero esta vez no se dio.
La alineación presentada por Carlo Ancelotti no animaba demasiado. Con Mendy y Lucas en los laterales, Tchouaméni de central y Modric en el centro del campo, no despertaba los sueños más húmedos de los madridistas, la verdad.
Con estos pensamientos nublándonos la mente saltaron los jugadores al campo. Niebla que se materializó en el ambiente debido al humo producido por las bengalas. Un humo tan denso, que impidió que el partido comenzara a tiempo. Algún día nos tendrán que explicar por qué la UEFA sigue permitiendo estas cosas. Hasta que ocurra una desgracia. Y hoy no hemos estado lejos de eso, pues en el Etihad se ha producido un incendio por el mismo motivo.
El partido comenzó con el Real Madrid a verlas venir y el Brest presionando. La defensa haciendo aguas, especialmente el flanco derecho, por donde los franceses percutían más.
Imagen: realmadrid.com
Lucas Vázquez siendo superado y Tchouaméni cometiendo errores. Una dupla que Carlo nos obliga a tragar y que pocos infartos causa. Un error obsceno del no central francés casi nos cuesta un gol. Pero tenemos al mejor portero del mundo.
El césped no parece estar en las mejores condiciones. Se ve irregular y el balón hace botes extraños que dificultan el control de las jugadas. Pero esto no sirve de excusa para el equipo vikingo, que apenas toca pelota.
Mbpapé no es el preferido de la afición del Brest. Cada vez que huele el balón, se produce un concierto de instrumentos de viento interesante.
En el minuto 9 existe una falta a Lucas Vázquez muy clara en posición de ataque llegando a la portería rival que el árbitro no duda en señalar como amarilla. Yo esperaba que dejara jugar. Cosas del arbitraje español que nos tiene mal acostumbrados.
Pasados los primeros 15 minutos el Real Madrid empieza a llegar, pero sin peligro y sin controlar el partido. Aún así, da la sensación de que en cuanto abramos la lata puede haber goleada, como así ha ocurrido. Poco a poco se van encontrando los espacios y se van creando ocasiones claras.
Imagen: realmadrid.com
En el minuto 26, Rodrygo, en una jugada individual, consigue el primer tanto. Está en gran forma el brasileño desde hace varios partidos. Claramente, la izquierda es su territorio. Pero no sólo ahí está desplegando un buen juego. Ha sido muy criticado, pero está con la flecha para arriba. Esperemos que siga así el resto de la temporada.
A punto estuvo de empatar el Brest un minuto más tarde.
El Madrid puso una marcha más y estuvo creando situaciones de peligro que no se materializaron. Con éstas nos fuimos al descanso.
Comienza el segundo tiempo en el Stade Brestois sin cambios. Salta la sorpresa. Todos sabemos que Ancelotti es un hombre de cambios tempraneros.
La segunda parte fue una continuación de la primera. Un Madrid sin despeinarse, causando daño y un Brest que no bajó los brazos en ningún momento y que nos dio más de un susto.
Imagen: realmadrid.com
En el minuto 48 se produce la demostración perfecta de cómo desaprovechar una ocasión magnífica de gol entre los atacantes del Madrid. Incomprensible. ¿Y qué pasa cuando perdonas? ¡Exacto! Que te meten un gol. Un chute del Brest en el que Courtois está poco acertado. Afortunadamente se anula por fuera de juego. No olvidemos que Dios es madridista.
Y, una vez más, cuando el partido parece más bajo de ritmo, llega el tiburón blanco. Jude Bellingham, jugador de culto, inicia jugada sacando balón con la ayuda de Kylian, que abre una vía rápida para el inglés. Éste se la pasa a Brahim, Brahim para Lucas Vázquez y el madrileño asiste al inglés para que la envíe al fondo de la red. 2-0.
Mientras, se van moviendo los marcadores del resto de partidos y se van haciendo cábalas sobre posibles eliminaciones, cruces y sorpasos.
El encuentro se desarrolla con los mismos tintes: el Brest lo intenta, muerde poniendo en aprietos a la defensa y portero blancos, pero el Real Madrid a la que pone una marcha más, mete un gol.
Empiezan los cambios en el minuto 71: Brahim por Güller. Buen partido del turco, aportando mucho en ataque y centro del campo.
Imagen: realmadrid.com
En el minuto 77 llega el tercer y último tanto, que nace de una asociación de Valverde con Bellingham y le llega a Goes que envía a Mbappé. Éste chuta, pero el portero la rechaza. Rodrygol no deja pasar esta oportunidad única y transforma.
El minuto 81 es momento de cambios y es cuando se produce la segunda ventana con Ceballos, Alaba y Raúl Asencio, que saltan al césped para sustituir a Tchouaméni, Brahim y Lucas Vázquez.
En el 87 se produce ya el último de los cambios. Sale Modric, que se ha cascado entero un partido en el que ha tenido luces y sombras. Bien con balón, dotando de orden el juego del Madrid, pero mal cuando no posee el esférico. Sonora ovación para el croata, querido allá donde va. Minutos de la basura para Endrick.
Los 4 minutos de descuento no aportan nada nuevo a un partido que ya estaba acabado.
Final, victoria importante, pero en un partido poco vistoso y a ratos bastante insulso. Ahora a esperar rival para los 16avos. ¿Será el City? ¿Será el Celtic de Glasgow? Hagan sus apuestas, damas y caballeros.
La intuición nos hace pensar que nos volvemos a enfrentar con el equipo ballenero, ahora mismo en horas bajas. No olvidemos que durante unos minutos estuvo fuera de la Copa de Europa. Pero, como dice mi querido amigo Fonch, nunca puedes fiarte del león herido. No sabes cuándo puede darte un zarpazo y herirte de muerte. El viernes tendremos la respuesta.